100 años de la gran 
Revolución Socialista de Octubre
Tres circunstancias de orden exterior determinaron la relativa facilidad con que la revolución proletaria en Rusia logró romper las cadenas del imperialismo y derrocar, de este modo, el Poder de la burguesía.

    En primer lugar, la circunstancia de que la Revolución de Octubre comenzó durante un período de pugna encarnizada entre los dos principales grupos imperialistas, el anglo-francés y el austro-alemán, cuando estos grupos, enzarzados en mortal combate, no tenían ni tiempo ni medios para dedicar una atención seria a la lucha contra la Revolución de Octubre. Esta circunstancia tuvo una importancia enorme para la Revolución de Octubre, pues le permitió aprovechar los cruentos choques en el seno del imperialismo para consolidar y organizar sus fuerzas.

  En segundo lugar, la circunstancia de que la Revolución de Octubre empezó en el curso de la guerra imperialista, cuando las masas trabajadoras, extenuadas por la guerra y ansiosas de paz, se vieron llevadas, por la lógica misma de las cosas, a la revolución proletaria, como único medio de salir de la guerra. Esta circunstancia tuvo una importancia inmensa para la Revolución de Octubre, pues puso en sus manos el poderoso instrumento de la paz, ofreciéndole la posibilidad de conjugar la revolución soviética con la terminación de la odiosa guerra y, de este modo, granjearse la simpatía de las masas, tanto en el Occidente, entre los obreros, como en el Oriente, entre los pueblos oprimidos.

    En tercer lugar, el poderoso movimiento obrero en Europa y la crisis revolucionaria que, engendrada por la prolongada guerra imperialista, maduraba en el Occidente y en el Oriente. Esta circunstancia tuvo para la revolución en Rusia una importancia inapreciable, pues le aseguró fuera de Rusia aliados fieles en su lucha contra el imperialismo mundial.

    Pero, aparte de las circunstancias de orden exterior, la Revolución de Octubre tuvo a su favor muchas condiciones interiores que coadyuvaron a su triunfo.

    Entre esas condiciones, las principales son las siguientes:

    Primera: la Revolución de Octubre contaba con el apoyo más enérgico de la inmensa mayoría de la clase obrera de Rusia.

    Segunda: contaba con el apoyo indudable de los campesinos pobres y de la mayoría de los soldados, ansiosos de paz y de tierra.

    Tercera: tenía a la cabeza, como fuerza dirigente, un partido tan probado como el Partido Bolchevique, fuerte no sólo por su experiencia, no sólo por su disciplina, forjada durante
años, sino también por su gran ligazón con las masas trabajadoras.
Cuarta: la Revolución de Octubre se enfrentaba con enemigos relativamente fáciles de vencer, como eran la burguesía rusa, más o menos débil, la clase de los terratenientes, totalmente desmoralizada por los "motines" campesinos, y los partidos conciliadores (menchevique y eserista), que en el transcurso de la guerra quedaron en plena bancarrota.

    Quinta: disponía de los inmensos espacios del joven Estado, donde podía maniobrar libremente, retroceder cuando las circunstancias lo exigiesen, tomar aliento, reponer sus fuerzas, etc.

    Sexta: la Revolución de Octubre podía contar, en su lucha contra la contrarrevolución, con suficientes reservas de víveres, combustible y materias primas en el interior del país.

    Estas circunstancias exteriores e interiores, sumadas, crearon la peculiar situación que hizo relativamente fácil el triunfo de la Revolución de Octubre.

    Eso no quiere decir, naturalmente, que a la Revolución de Octubre no se opusieran condiciones exteriores e interiores desfavorables. ¿No fue, por ejemplo, muy desfavorable la soledad de la Revolución de Octubre, el hecho de que no tuviera al lado, junto a sus fronteras, un país soviético en el que pudiera apoyarse? Es indudable que una futura revolución, en Alemania, por ejemplo, se encontraría, en este sentido, en situación más ventajosa, pues tendría al lado a un país soviético tan fuerte como nuestra Unión Soviética. Y no hablo ya de la desventaja que para la Revolución de Octubre suponía el que los proletarios no fuesen mayoría en el país.

    Pero estas circunstancias desfavorables no hacen más que subrayar la enorme importancia de la peculiaridad de las condiciones interiores y exteriores de la Revolución de Octubre de que hemos hablado anteriormente.

    No se debe olvidar ni por un instante esa peculiaridad. Conviene sobre todo recordarla al analizar los acontecimientos de otoño de 1923 en Alemania. La debe recordar, en primer término, Trotski, que establece muy a la ligera una analogía entre la Revolución de Octubre y la revolución de Alemania y vapulea sin piedad al Partido Comunista de Alemania por sus errores reales e imaginarios.

    "En la situación concreta de 1917, extraordinariamente original desde el punto de vista histórico -- dice Lenin --, a Rusia le fue fácil empezar la revolución socialista, pero continuarla y llevarla a térmillo le será más difícil que a los países europeos. A comienzos de 1918 hube ya de indicar esta circunstancia, y la experiencia de los dos años transcurridos desde entonces ha venido a confirmar enteramente la justeza de tal consideración. Condiciones específicas como fueron: 1) la posibilidad de conjugar la revolución soviética con la terminación, gracias a ella, de la guerra imperialista, que había extenuado hasta lo indecible a los obreros y los campesinos; 2) la posibilidad de sacar provecho, durante cierto tiempo, de la lucha a muerte en que estaban enzarzados los dos grupos más poderosos de los tiburones imperialistas del mundo, grupos que no podían coligarse contra el enemigo soviético; 3) la posibilidad de soportar una guerra civil relativamente larga, en parte por la extensión gigantesca del país y por sus malas comunicacioncs; 4) la existencia entre los campesinos de un movimiento revolucionario democrático-burgués tan profundo que el partido del proletariado hizo suyas las reivindicaciones revolucionarias del partido de los campesinos (del partido socialrevolucionario, profundamente hostil, en su mayoría, al bolchevismo) y las realizó en el acto gracias a la conquista del Poder político por el proletariado; tales condiciones específicas no existen hoy en Europa Occidental, y la repetición de estas condiciones o de otras análogas no es nada fácil. Por ello, entre otras razones, a Europa Occidental le es más difícil que a nosotros comenzar la revolución socialista" (v. t. XXV, pág. 205).

    Estas palabras de Lenin no deben olvidarse.

J. V. Stalin
  Hay dos particularidades de la Revolución de Octubre que es indispensable esclarecer, sobre todo para comprender el sentido interno y la importancia histórica de esta revolución.

    ¿Qué particularidades son ésas?

    En primer lugar, el que la dictadura del proletariado haya nacido en nuestro país como un Poder surgido sobre la base de la alianza entre el proletariado y las masas trabajadoras del campesinado, dirigidas por el proletariado. En segundo lugar, el que la dictadura del proletariado se haya afianzado en Rusia a consecuencia de la victoria del socialismo en un solo país, poco desarrollado en el sentido capitalista, mientras que el capitalismo subsiste en los otros países, con un mayor desarrollo capitalista. Esto no quiere dicir, naturalmente, que la Revolución de Octubre no tenga otras particularidades. Pero las que nos importan en este momento son precisamente estas dos, y no sólo porque expresan con nitidez la esencia de la Revolución de Octubre, sino también porque revelan a las mil maravillas la naturaleza oportunista de la teoría de la "revolución permanente".

    Examinemos con brevedad esas particularidades.

    El problema de las masas trabajadoras de la pequeña burguesía urbana y rural, el problema de atraer a estas masas al lado del proletariado, es un problema importantísimo de la revolución proletaria. ¿A quién apoyará, en la lucha por el Poder, la gente trabajadora de la ciudad y del campo: a la
burguesía o al proletariado? ¿De quién será reserva: de la burguesía o del proletariado? La suerte de la revolución y la solidez de la dictadura del proletariado dependen de ello. Las revoluciones de 1848 y 1871 en Francia fracasaron, principalmente, porque las reservas campesinas estuvieron al lado de la burguesía. La Revolución de Octubre triunfó porque supo arrancarle a la burguesía sus reservas campesinas, porque supo conquistar estas reservas para la causa del proletariado y el proletariado fue en esta revolución la única fuerza dirigente de las vastas masas de gente trabajadora de la ciudad y del campo.

    Quien no haya comprendido esto no comprenderá jamás ni el carácter de la Revolución de Octubre, ni la naturaleza de la dictadura del proletariado, ni las peculiaridades de la política interior de nuestro Poder proletario.

    La dictadura del proletariado no es una simple élite gubernamental, "inteligentemente" "seleccionada" por la mano solícita de un "estratega experimentado" y que "se apoya sabiamente" en tales o cuales capas de la población. La dictadura del proletariado es la alianza de clase del proletariado y de las masas trabajadoras del campo para derribar el capital, para el triunfo definitivo del socialismo, a condición de que la fuerza dirigente de esa alianza sea el proletariado.

    No se trata, por tanto, de menospreciar "un poquito" o de sobreestimar "un poquito" las posibilidades revolucionarias del movimiento campesino, como gustan de expresarse ahora algunos diplomáticos defensores de la "revolución permanente". Se trata de la naturaleza del nuevo Estado proletario, nacido como resultado de la Revolución de Octubre. Se trata del carácter del Poder proletario, de las bases de la dictadura misma del proletariado.

    "La dictadura del proletariado -- dice Lenin -- es una forma especial de alianza de clase entre el proletariado, vanguardia de los trabajadores, y las numerosas capas trabajadoras no proletarias (pequeña burguesía, pequeños patronos, campesinos, intelectuales, etc.) o la mayoría de ellas, alianza dirigida contra el capital, alianza cuyo objeto es el derrocamiento completo del capital, el aplastamiento completo de la resistencia de la burguesía y de sus tentativas de restauración, alianza cuyo objetivo es la instauración y la consolidación definitiva del socialismo" (v. t. XXIV, pág. 311).

    Y más adelante:

    "La dictadura del proletariado, si traducimos esta expresión latina, científica, histórico-filosófica, a un lenguaje mas sencillo, quiere decir lo siguiente:
    sólo una clase determinada -- a saber: los obreros de la ciudad y, en general, los obreros de las fábricas. los obreros industriales -- está en condiciones de dirigir a toda la masa de los trabajadores y los explotados en la lucha por derrocar el yugo del capital, en el proceso mismo de su derrocamiento, en la lucha por mantener y consolidar la victoria, en la creación de un nuevo orden social, socialista, en toda la lucha por la supresión total de las clases" (v. t. XXIV, pág. 336).

    Tal es la teoría de la dictadura del proletariado formulada por Lenin.

    Una de las particularidades de la Revolución de Octubre consiste en que esta revolución es una aplicación clásica de la teoría leninista de la dictadura del proletariado.

    Algunos camaradas opinan que esta teoría es puramente "rusa", que sólo guarda relación con la realidad rusa. Eso es falso, completamente falso. Cuando habla de las masas laboriosas de las clases no proletarias dirigidas por el proletariado, Lenin no se refiere solamente a los campesinos rusos, sino también a los elementos trabajadores de las regiones periféricas de la Unión Soviética, que hace bien poco aún eran colonias de Rusia. Lenin no se cansaba de repetir que, sin una alianza con estas masas de otras nacionalidades, el proletariado de Rusia no podría triunfar. En sus artículos sobre la cuestión
nacional y en los discursos pronunciados en los Congresos de la Internacional Comunista, Lenin dijo reiteradas veces que la victoria de la revolución mundial es imposible sin una alianza revolucionaria, sin un bloque revolucionario del proletariado de los países avanzados con los pueblos oprimidos de las colonias esclavizadas. ¿Y qué son las colonias si no esas mismas masas laboriosas oprimidas y, ante todo, las masas trabajadoras del campesinado? ¿Quién ignora que el problema de liberar a las colonias es, en el fondo, el problema de liberar del yugo y de la explotación del capital financiero a las masas trabajadoras de las clases no proletarias?

    Pues de esto se desprende que la teoría leninista de la dictadura del proletariado no es una teoría puramente "rusa", sino una teoría obligatoria para todos los países. El bolchevismo no es un fenómeno exclusivamente ruso. "El bolchevismo" -- dice Lenin -- es un "modelo de táctica para todos " (v. t. XXIII, pág. 386).

    Tales son los rasgos que caracterizan la primera particularidad de la Revolución de Octubre.

    ¿Qué se puede decir de la teoría de la "revolución permanente" de Trotski, desde el punto de vista de esta particularidad de la Revolución de Octubre?

    No vamos a extendernos sobre la posición de Trotski en 1905, cuando se olvidó, "simplemente", del campesinado como fuerza revolucionaria, lanzando la consigna de "sin zar, por un gobierno obrero", es decir, la consigna de una revolución sin los campesinos. Incluso Rádek, este diplomático defensor de la "revolución permanente", se ve obligado a reconocer ahora que en 1905 la "revolución permanente" significaba un "salto en el vacío", fuera de la realidad. Hoy todo el mundo, por lo visto, está conforme en que no merece la pena ocuparse de ese "salto en el vacío".

    Tampoco vamos a extendernos sobre la posición de Trotski durante la guerra, en 1915, por ejemplo, cuando en su artículo La lucha por el Poder, partiendo de que "vivimos en la época del imperialismo", de que el imperialismo "no contrapone la nación burguesa al viejo régimen, sino el proletariado a la nación burguesa", llegaba a la conclusión de que el papel revolucionario de los campesinos debía decrecer, de que la consigna de la confiscación de la tierra no tenía ya la importancia de antes. Es sabido que Lenin, analizando este artículo de Trotski, le acusaba entonces de "negar" "el papel del campesinado" y decía que "Trotski ayuda de hecho a los políticos obreros liberales de Rusia, quienes por 'negación' del papel de los campesinos entienden el no querer alzarlos para la revolución" (v. t. XVIII, pág. 318).

    Pasemos mejor a trabajos posteriores de Trotski acerca de esta cuestión, a las obras escritas en el período en que la dictadura del proletariado estaba ya afianzada y cuando Trotski podía comprobar en la práctica su teoría de la "revolución per manente" y corregir sus errores. Tomemos el Prefacio de Trotski escrito en 1922 para su libro 1905. He aquí lo que Trotski dice en este Prefacio sobre la "revolución permanente":

    "Precisamente en eí intervalo entre el 9 de enero y la huelga de octubre de 1905 fue cuando llegó el autor a las concepciones acerca del carácter del desarrollo revolucionario de Rusia que han recibido el nombre de teoría de la 'revolución permanente'. Esta denominación abstrusa expresaba la idea de que la revolución rusa, ante la cual se alzan de manera inmediata objetivos burgueses, no podrá, sin embargo, detenerse en ellos. La revolución no podrá resolver sus tareas burguesas más inmediatas sino colocando en el Poder al proletariado. Y este último, al tomar el Poder en sus manos, no podrá por menos de rebasar el marco burgués en la revolución. Al contrario: precisamente para asegurar su victoria, la vanguardia proletaria tendrá que hacer, desde los primeros pasos de su dominación, las más profundas incursiones, no sólo en la propiedad feudal, sino también en la propiedad burguesa. Este modo
de proceder le llevará a choques hostiles, no sólo con todos los gmpos burgueses que le apoyaron en los primeros momentos de su lucha revolucionaria, sino también con las vastas masas campesinas, con ayuda de las cuales ha llegado al Poder. Las contradicciones en la situación del gobierno obrero en un país atrasado, en el que la mayoría aplastante de la población está compuesta de campesinos, podrán ser solucionadas sólo en el plano internacional, en la palestra de la revolución mundial del proletariado"[*].

    Así habla Trotski de su "revolución permanente".

    Basta comparar esta cita con los pasajes de las obras de Lenin acerca de la dictadura del proletariado reproducidos anteriormente, para comprender qué abismo media entre la teoría leninista de la dictadura del proletariado y la teoría de la "revolución permanente" de Trotski.

    Lenin habla de la alianza entre el proletariado y las capas trabajadoras del campo como de la base de la dictadura del proletariado. En Trotski, por el contrario, nos encontramos con "choques hostiles " entre la "vanguardia proletaria" y las "vastas masas campesinas".

    Lenin habla de la dirección, por el proletariado, de las masas trabajadoras y explotadas. En Trotski, por el contrario, nos encontramos con "contradicciones en la situación del gobierno obrero en un país atrasado, en el que la mayoría aplastante de la población está compuesta de campesinos".

    Según Lenín, la revolución saca sus fuerzas, ante todo, de los obreros y los campesinos de Rusia misma. En Trotski, por el contrario, resulta que las fuerzas indispensables pueden sacarse únicamente de "la palestra de la revolución mundial del proletariado".

    ¿Y qué hacer si la revolución internacional ha de demo rarse? ¿Le queda a nuestra revolución algún rayo de esperanza? Trotski no nos deja ningún rayo de esperanza, pues "las contradicciones en la situación del gobierno obrero . . . podrán ser solucionadas sólo . . . en la palestra de la revolución mundial del proletariado". Con arreglo a este plan, a nuestra revolución no le queda más que una perspectiva: vegetar en sus propias contradicciones y podrirse en vida, esperando la revolución mundial.

    ¿Qué es, según Lenin, la dictadura del proletariado?

    La dictadura del proletariado es un Poder que descansa en la alianza del proletariado con las masas trabajadoras del campo para "el derrocamiento completo del capital", para "la instauración y la consolidación definitiva del socialismo".

    ¿Qué es, según Trotski, la dictadura del proletariado?

    La dictadura del proletariado es un Poder que llega "a choques hostiles" con "las vastas masas campesinas" y que busca la solución de las "contradicciones" únicamente "en la palestra de la revolución mundial del proletariado".

    ¿En qué se diferencia esta "teoría de la revolución permanente" de la conocida teoría del menchevismo que niega la idea de la dictadura del proletariado?

    En el fondo, no se diferencia en nada.

    No cabe duda: la "revolución permanente" no se limita a menospreciar las posibilidades revolucionarias del movimiento campesino. La "revolución permanente" menosprecia el movimiento campesino hasta tal extremo, que es la negación de la teoría leninista de la dictadura del proletariado.

    La "revolución permanente" de Trotski es una variedad del menchevismo.

    Esto es lo que puede decirse en cuanto a la primera particularidad de la Revolución de Octubre.

    ¿Cuáles son los rasgos característicos de la segunda particularidad de la Revolución de Octubre?


    Estudiando el imperialismo, sobre todo en el período de la guerra, Lenin descubrió la ley del desarrollo económico y político desigual y a saltos de los países capitalistas. Según esta ley, el desarrollo de las empresas, de los trusts, de las ramas de la industria y de los diversos países no se produce en forma igual, con arreglo a un orden de sucesión establecido, de modo que un trust, una rama de la industria o un país marchen constantemente a la cabeza y otros trusts u otros países vayan a la zaga, sujetándose a ese orden de sucesión, sino que se desarrollan a saltos, con interrupciones en el desarrollo de unos países y saltos adelante en el desarrollo de otros. Además, la tendencia, "completamente legítima", de los países que se quedan atrás a conservar sus antiguas posiciones y la no menos "legítima" tendencia de los países que saltan adelante a apoderarse de nuevas posiciones, hacen que las colisiones bélicas entre los países imperialistas sean una necesidad ineluctable. Así ha ocurrido, por ejemplo, con Alemania, que hace medio siglo era, en comparación con Francia e Inglaterra, un país atrasado. Lo mismo puede decirse del Japón, en comparación con Rusia. Sin embargo, es notorio que, ya a principios del siglo XX, Alemania y el Japón habían dado un salto tan grande, que la primera había sobrepasado a Francia y comenzaba a desplazar a Inglaterra en el mercado mundial, y el segundo a Rusia. De estas contradicciones, como es sabido, surgió la reciente guerra imperialista.

    Esta ley parte de que:

    1) "El capitalismo se ha transformado en un sistema universal de sojuzgamiento colonial y de estrangulación financiera de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países 'adelantados'" (v. el prólogo a la edición francesa de El imperialismo, de Lenin, t. XIX, pág. 74).



    2) "El reparto de este 'botín' se efectúa entre dos o tres potencias rapaces, y armadas hasta los dientes, que dominan en el mundo (Estados Unidos, Inglaterra, el Japón) y arrastran a su guerra, por el reparto de su botín, a todo el planeta" (v. lugar citado).

    3) Al agravarse las contradicciones dentro del sistema mundial de opresión financiera, al hacerse inevitables los conflictos bélicos, el frente mundial del imperialismo se hace fácilmente vulnerable para la revolución, y es factible su ruptura por ciertos países por separado.

    4) Lo más probable es que esta ruptura se produzca en los lugares y países donde la cadena del frente imperialista sea más débil, es decir, donde el imperialismo esté menos fortificado y la revolución pueda desarrollarse con mayor facilidad.

    5) Por ello, la victoria del socialismo en un solo país -- aun en el caso de que ese país esté menos desarrollado en el sentido capitalista y el capitalismo subsista en otros países, aunque estos países estén más desarrollados en el sentido capitalista -- es perfectamente posible y probable.

    Tales son, en pocas palabras, los fundamentos de la teoría leninista de la revolución proletaria.

    ¿En qué consiste la segunda particularidad de la Revolución de Octubre?

    La segunda particularidad de la Revolución de Octubre consiste en que esta revolución es un modelo de aplicación práctica de la teoría leninista de la revolución proletaria.

    Quien no haya comprendido esta particularidad de la Revolución de Octubre, jamás comprenderá ni el carácter internacional de esta revolución, ni su formidable potencia internacional, ni su peculiar política exterior.

    "La desigualdad del desarrollo económico y político -- dice Lenin -- es una ley absoluta del capitalismo. De aquí se deduce que es posible que



la victoria del socialismo empiece por unos cuantos países capitalistas, o incluso por un solo país capitalista. El proletariado triunfante de este país, después de expropiar a los capitalistas y de organizar la producción socialista dentro de sus flonteras, se enfrentará con el resto del mundo, con el mundo capitalista, atrayendo a su lado a las clases oprimidas de los demás países, levantando en ellos la insurrección contra los capitalistas, empleando, en caso necesario, incluso la fuerza de las armas contra las clases explotadoras y sus Estados". Pues "la libre unión de las naciones en el socialismo es imposible sin una lucha tenaz, más o menos prolongada, de las repúblicas socialistas contra los Estados atrasados" (v. t. XVIII, págs. 232-233).

    Los oportunistas de todos los países afirman que la revolución proletaria sólo puede comenzar -- si es que ha de comenzar, en general, en alguna parte, según su teoría -- en los países industrialmente desarrollados; que cuanto más desarrollados industrialmente estén esos países, tanto mayores serán las probabilidades de triunfo del socialismo. Ellos descartan, como algo totalmente inverosímil, la posibilidad de la victoria del socialismo en un solo país, y por añadidura, poco desarrollado en el sentido capitalista. Ya durante la guerra, Lenin, apoyándose en la ley del desarrollo desigual de los Estados imperialistas, opone a los oportunistas su teoría de la revolución proletaria sobre la victoria del socialismo en un solo país, aun cuando este país esté menos desarrollado en el sentido capitalista.

    Sabido es que la Revolución de Octubre confirmó plenamente la justeza de la teoría leninista de la revolución proletaria.

    ¿Qué podemos decir de la "revolución permanente" de Trotski, desde el punto de vista de la teoría leninista sobre la victoria de la revolución proletaria en un solo país?

    Tomemos el folleto de Trotski Nuestra revolución (1906).

    Trotski dice:

    "Sin un apoyo estatal directo del proletariado europeo, la clase obrera de Rusia no podrá mantenerse en el Poder y transformar su dominación temporal en una dictadura socialista duradera. De ello no cabe dudar ni un instante".

    ¿Qué dice esta cita? Que la victoria del socialismo en un solo país, en este caso en Rusia, es imposible "sin un apoyo estatal directo del proletariado europeo", es decir, mientras el proletariado europeo no conquiste el Poder.

    ¿Qué hay de común entre esta "teoría" y la tesis de Lenin sobre la posibilidad de la victoria del socialismo "en un solo país capitalista"?

    Evidentemente, nada.

    Pero admitamos que este folleto de Trotski, publicado en 1906, cuando era difícil definir el carácter de nuestra revolución, contiene errores involuntarios y no responde por entero a las concepciones sustentadas por Trotski posteriormente. Examinemos otro folleto de Trotski, El programa de la paz, publicado en vísperas de la Revolución de Octubre, en 1917, y reeditado ahora (1924) en el libro 1917. En este folleto, Trotski critica lo que dice la teoría leninista de la revolución proletaria sobre la victoria del socialismo en un solo país, oponiéndole la consigna de los Estados Unidos de Europa. Trotski afirma que el socialismo no puede triunfar en un solo país, que la victoria del socialismo sólo es posible a condición de que triunfe en algunos de los principales países de Europa (Inglaterra, Rusia, Alemania), agrupados en los Estados Unidos de Europa, siendo en otro caso totalmente imposible. Dice con toda claridad que "una revolución victoriosa en Rusia o en Inglaterra es inconcebible sin la revolución en Alemania, y vice versa".

    "La única consideración historica más o menos concreta -- dice Trotski -- contra la consigna de los Estados Undos ha sido formulada en
el Sotsial-Demokrat de Suiza (entonces órgano central de los bolcheviques. J. St.), en la siguiente frase: 'La desigualdad del desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo'. De aquí deducía Sotsial-Demokrat que la victoria del socialismo en un solo país es posible y, por tanto, no hay por qué supeditar la dictadura del proletariado en cada país a la formación de los Estados Unidos de Europa. Que el desarrollo capitalista de los distintos países es desigual, es una afirmación absolutamente indiscutible. Pero esta desigualdad es ella misma sumamente desigual. El nivel capitalista de Inglaterra, de Austria, de Alemania o de Francia no es el mismo. Pero, en comparación con Africa y Asia, todos estos países representan la 'Europa' capitalista, madura ya para la revolución social. Que ningún país debe 'aguardar' a los otros en su lucha, es una idea elemental que es útil y necesario repetir, para que la idea de una acción internacional paralela no sea sustituida por la idea de una inactividad internacional expectante. Sin aguardar a los demás, comenzamos y continuamos la lucha en el terreno nacional, con la plena seguridad de que nuestra iniciativa impulsará la lucha en otros países; y, si esto no sucediese, no hay ningún fundamento para suponer -- así lo atestiguan la experiencia histórica y las consideraciones teóricas -- que la Rusia revolucionaria, por ejemplo, podria sostenerse frente a la Europa conservadora o que la Alemania socialista podría subsistir aislada en un mundo capitalista".

    Como veis, estamos ante la misma teoria del triunfo simultaneo del socialismo en los principales países de Europa, que descarta, como regla general, la teoría leninista de la revolución sobre la victoria del socialismo en un solo país.

    Cierto es que, para la victoria completa del socialismo, para la garantia completa contra la restauración del antiguo orden de cosas, son indispensables los esfuerzos conjuntos de los proletarios de unos cuantos países. Cierto es que, sin el apoyo del proletariado de Europa a nuestra revolución, el proletaria do de Rusia no habría podido resistir la presión general, del mismo modo que el movimiento revolucionario del Occidente, si no lo hubiera apoyado la revolución de Rusia, no habría podido desarrollarse con el ritmo que adquirió después de la instauración de la dictadura proletaria en Rusia. Cierto es que


necesitamos apoyo. Pero ¿qué es el apoyo del proletariado de la Europa Occidental a nuestra revolución? La simpatía de los obreros europeos por nuestra revolución, su disposición a desbaratar los planes de intervención de los imperialistas, ¿constituye todo esto un apoyo, una ayuda seria? Indudablemente. Sin ese apoyo, sin esa ayuda, no sólo de los obreros europeos, sino también de las colonias y de los países dependientes, la dictadura proletaria de Rusia se vería en un trance muy difícil. ¿Ha bastado hasta ahora con esa simpatía y con esa ayuda, unidas al poderio de nuestro Ejército Rojo y a la disposición de los obreros y campesinos de Rusia a defender con su pecho la patria socialista? ¿Ha bastado todo eso para repeler los ataques de los imperialistas y conquistar las condiciones necesarias para una seria labor de edificación? Sí, ha bastado. Y esa simpatía, ¿crece o disminuye? Indudablemente, crece. ¿Tenemos, pues, condiciones favorables, no sólo para llevar adelante la organización de la economía socialista, sino también para prestar, a nuestra vez, apoyo a los obreros de la Europa Occidental y a los pueblos oprimidos del Oriente? Sí, tenemos esas condiciones. Los siete años de historia de la dictadura proletaria en Rusia lo atestiguan elocuentemente. ¿Puede, acaso, negarse que en nuestro país ha comenzado ya un poderoso auge del trabajo? No, no se puede negar.

    ¿Qué puede significar, después de todo eso, la declaración de Trotski de que la Rusia revolucionaria no podría resistir ante una Europa conservadora?

    No puede significar más que una cosa: en primer lugar, que Trotski no percibe la potencia interior de nuestra revolución; en segundo lugar, que Trotski no comprende la importancia inapreciable del apoyo moral que los obreros del Occidente y los campesinos del Oriente prestan a nuestra revolución; en


tercer lugar, que Trotski no percibe el mal interior que corroe actualmente al imperialismo.

    Llevado por el apasionamiento en su crítica de la teoría leninista de la revolución proletaria, Trotski, sin darse cuenta, se ha derrotado por completo a sí mismo en su folleto El programa de la paz, publicado en 1917 y reeditado en 1924.

    Pero ¿quizás este folleto de Trotski haya también envejecido y no corresponda por una u otra razón a sus puntos de vista actuales? Tomemos trabajos más recientes de Trotski, escritos después del triunfo de la revolución proletaria en un solo país, en Rusia. Tomemos, por ejemplo, el Epílogo que escribió en 1922 para la nueva edición de su folleto El programa de la paz. He aquí lo que dice en ese Epílogo:

    "La afirmación, varias veces repetida en El programa de la paz, de que la revolución proletaria no puede terminar victoriosamente dentro de un marco nacional, parecerá quizá a algunos lectores desmentida por la experiencia de casi cinco años de vida de nuestra República Soviética. Pero semejante conclusión sería infundada. El hecho de que el Estado obrero haya resistido contra el mundo entero en un solo país, y además en un país atrasado, atestigua la potencia colosal del proletariado, que en otros países más adelantados y más civilizados será capaz de hacer verdaderos milagros. Pero, habiendo logrado mantenernos como Estado en el sentido político y militar, no hemos llegado todavía, ni siquiera nos hemos acercado a la creación de la sociedad socialista. . . Mientras en los demás Estados europeos se mantenga en el Poder la burguesía nos veremos obligados, en la lucha contra el aislamiento económico, a buscar acuerdos con el mundo capitalista; al mismo tiempo, puede afirmarse con toda certidumbre que estos acuerdos pueden, en el mejor de los casos, ayudarnos a cicatrizar una u otra herida económica, a dar uno u otro paso adelante, pero el verdadero auge de la economía socialista en Rusia no será posible más que después de la victoria * del proletariado en los países más importantes de Europa".


    Esto es lo que dice Trotski, pecando manifiestamente contra la realidad y esforzándose a toda costa por salvar del naufragio definitivo la "revolución permanente".

    Resulta que, por más vueltas que se le dé, no sólo "no hemos llegado", sino que "ni siquiera nos hemos acercado" a la creación de la sociedad socialista. Resulta que alguien abrigaba la esperanza de llegar a "acuerdos con el mundo capitalista", pero resulta también que de estos acuerdos tampoco sale nada, pues, por más vueltas que se le dé, "el verdadero auge de la economía socialista" no se alcanzará mientras el proletariado no haya vencido "en los países más importantes de Europa".

    Y como aún no se ha obtenido la victoria en el Occidente, a la revolución de Rusia no le queda más que un "dilema": o podrirse desde la raíz o degenerar en un Estado burgués.

    Por algo hace ya dos años que Trotski viene hablando de la "degeneración" de nuestro Partido.

    Por algo Trotski profetizaba el año pasado el "hundimiento" de nuestro país.

    ¿Cómo se puede conciliar esta extraña "teoría" con la teoría de Lenin sobre la "victoria del socialismo en un solo país"?

    ¿Cómo se puede conciliar esta extraña "perspectiva" con la perspectiva de Lenin, según la cual la nueva política económica nos permitirá "echar los cimientos de la economía socialista"?

    ¿Cómo se puede conciliar esta desesperanza "permanente" con las siguientes palabras de Lenin, por ejemplo?

    "Hoy, el socialismo no es ya un problema de un futuro remoto, ni una visión abstracta o un icono. De los iconos seguimos tenicndo la opinión de antes, una opinión muy mala. Hemos hecho penetrar el socialismo en la vida diaria, y de eso es de lo que debemos ocuparnos. Esa es la tarea de nuestros días, esa es la tarea de nuestra época. Permitidme que termine expresando la seguridad de que, por más difícil que sea esa tarea, por más nueva que sea, en comparación con nuestra tarea


anterior, y por más dificultades que nos origine, todos nosotros, juntos y no mañana, sino en el transcutso de unos cuantos años, todos nosotros, juntos, la resolveremos a toda costa, de modo que de la Rusia de la Nep salga la Rusia socialista" (v. t. XXVII, pág. 366).

    ¿Cómo se puede conciliar la falta "permanente" de perspectivas de Trotski con las siguientes palabras de Lenin, por ejemplo?

    "En efecto, todos los grandes medios de producción en poder del Estado y el Poder del Estado en manos del proletariado; la alianza de este proletariado con millones y millones de pequeños y muy pequeños campesinos; asegurar la dirección de los campesinos por el proletariado, etc., ¿acaso no es esto todo lo que se necesita para edificar la sociedad socialista completa partiendo de la cooperación, y nada más que de la cooperación, a la que antes motejábamos de mercantilista y que ahora, bajo la Nep, merece también, en cierto modo, el mismo trato; acaso no es esto todo lo imprescindible para edificar la sociedad socialista completa? Eso no es todavía la edificación de la sociedad socialista, pero sí todo lo imprescindible y lo suficiente para esta edificación" (v. t. XXVII, pág. 392).

    Es evidente que todo eso no se concilia ni puede conciliarse. La "revolución permanente" de Trotski es la negación de la teoría leninista de la revolución proletaria, y viceversa: la teoría leninista de la revolución proletaria es la negación de la teoría de la "revolución permanente".

    La falta de fe en la fuerza y en la capacidad de nuestra revolución, la falta de fe en las fuerzas y en la capacidad del proletariado de Rusia: tal es el fondo de la teoría de la "revolucion permanente".

    Hasta ahora solía señalarse un solo lado de la teoría de la "revolución permanente": la falta de fe en las posibilidades revolucionarias del movimiento campesino. Ahora, para ser justos, hay que completar ese lado con otro: la falta de fe en las fuerzas y en la capacidad del proletariado de Rusia.


    ¿En qué se diferencia la teoría de Trotski de la teoría corriente del menchevismo, según la cual la victoria del socialismo en un solo país, por añadidura atrasado, es imposible sin la victoria previa de la revolución proletaria "en los principales países de la Europa Occidental"?

    En el fondo, no se diferencia en nada.

    No cabe duda: la teoría de la "revolución permanente" de Trotski es una variedad del menchevismo.

    Ultimamente han aparecido en nuestra prensa diplomáticos podridos, que se esfuerzan por hacer pasar la teoría de la "revolución permanente" como algo compatible con el leninismo. Naturalmente -- dicen --, esta teoría resultó inservible en 1905. Pero el error de Trotski consiste en haberse adelantado entonces, intentando aplicar a la situación de 1905 lo que en aquel tiempo no se podía aplicar. Pero más tarde -- dicen --, por ejemplo, en octubre de 1917, cuando la revolución había alcanzado plena madurez, la teoría de Trotski estaba completamente en su lugar. No cuesta trabajo adivinar que el principal de estos diplomáticos es Rádek. Escuchad lo que dice:

    "La guerra ha abierto un abismo entre los campesinos, que aspiran a conquistar la tierra y la paz, y los partidos pequeñoburgueses; la guerra ha puesto a los campesinos bajo la dirección de la clase obrera y de su vanguardia, el Partido Bolchevique. Lo que se ha hecho posible no es la dictadura de la clase obrera y de los campesinos, sino la dictadura de la clase obrera, apoyada en los campesinos. Lo que Rosa Luxemburgo y Trotski propugnaban en 1905 contra Lenin (es decir, la "revolución permanente". J. St.) ha resultado ser, de hecho, la segunda etapa del desarrollo histórico".

    Cada una de estas palabras es una falsedad.

    Es falso que durante la guerra "lo que se ha hecho posible no es la dictadura de la clase obrera y de los campesinos, sino la dictadura de la clase obrera, apoyada en los campesinos". En realidad, la revolución de febrero de 1917 fue la realización
de la dictadura del proletariado y de los campesinos, entrelazada de modo peculiar con la dictadura de la burguesía.

    Es falso que la teoría de la "revolución permanente", que Rádek silencia púdicamente, fuese formulada en 1905 por Rosa Luxemburgo y Trotski. En realidad, esa teoría la expusieron Parvus y Trotski. Ahora, a los diez meses, Rádek se rectifica y estima necesario reprochar a Parvus la "revolución permanente". Pero la justicia exige de Rádek que los reproches alcancen también a Trotski, el socio de Parvus.

    No es cierto que la "revolución permanente", refutada por la revolución de 1905, haya resultado acertada en la "segunda etapa del desarrollo histórico", es decir, durante la Revolución de Octubre. Todo el curso de la Revolución de Octubre, todo su desarrollo han revelado y demostrado la inconsistencia absoluta de la teoría de la "revolución permanente", su absoluta incompatibilidad con los fundamentos del leninismo.

    Con discursos melifluos y diplomacia podrida no se puede cubrir la profunda sima que separa la teoría de la "revolución permanente" y el leninismo.


La Revolución de Octubre no se puede considerar sólo una revolución circunscrita "a un marco nacional". Es, ante todo, una revolución de carácter internacional, de carácter mundial, pues representa un viraje radical en la historia de la humanidad, un viraje del viejo mundo, del mundo capitalista, al mun do nuevo, al mundo socialista.

En el pasado, las revoluciones acababan, generalmente, con la sustitución de un grupo de explotadores por otro grupo de explotadores en el timón del gobierno. Cambiaban los explotadores, pero la explotación continuaba. Así ocurrió en la época de los movimientos libertadores de los esclavos. Así ocurrió en el período de las sublevaciones de los siervos. Así ocurrió en el período de las conocidas "grandes" revoluciones de Inglaterra, de Francia y de Alemania. No me refiero a la Comuna de París, que fue el primer intento del proletariado -- glorioso y heroico, pero, con todo, un intento fallido -- de volver la historia contra el capitalismo.

La Revolución de Octubre se distingue por principio de estas revoluciones. Se propone como objetivo, no el que una forma de explotación sustituya a otra forma de explotación, que un grupo de explotadores reemplace a otro grupo de explotadores, sino la supresión de toda clase de explotación del hombre por el hombre, la supresión de todos y cada uno de los grupos de explotadores, la instauración de la dictadura del proletariado, la instauración del Poder de la clase más revolucionaria entre todas las clases oprimidas que han existido hasta hoy, la organización de una nueva sociedad, de la sociedad socialista sin clases.

Precisamente por eso, el triunfo de la Revolución de Octubre marca un cambio radical en la historia de la humanidad, un cambio radical en los destinos históricos del capitalismo mundial, un cambio radical en el movimiento de liberación del proletariado mundial, un cambio radical en los métodos de lucha y en las formas de organización, en el modo de vida y en las tradiciones, en la cultura y en la ideología de las masas explotadas del mundo entero.

En esto reside la razón fundamental de que la Revolución de Octubre sea una revolución de carácter internacional, de carácter mundial.

Y en esto radica también la profunda simpatía que sienten las clases oprimidas de todos los países por la Revolución de Octubre, en la cual ven la garantía de su liberación.

Podrían señalarse varias cuestiones fundamentales en las que la Revolución de Octubre influye sobre el desarrollo del movimiento revolucionario del mundo entero.

1. La Revolución de Octubre se caracteriza, ante todo, por haber roto el frente del imperialismo mundial, por haber derribado la burguesía imperialista en uno de los mayores países capitalistas y haber colocado en el Poder al proletariado socialista.

La clase de los asalariados, la clase de los perseguidos, la clase de los oprimidos y de los explotados se elevó por vez primera en la historia de la humanidad a la posición de clase dominante, contagiando con su ejemplo a los proletarios de todos los países.

Esto significa que la Revolución de Octubre inició una nueva época, la época de las revoluciones proletarias en los países del imperialismo.

Esta revolución desposeyó a los terratenientes y capitalistas de los instrumentos y medios de producción, convirtiéndolos en propiedad social y contraponiendo, de este modo, la propiedad socialista a la propiedad burguesa. De esta manera, puso en evidencia la mentira de los capitalistas de que la propiedad burguesa es inviolable, sagrada y eterna.

Esta revolución arrancó el Poder a la burguesía, despojó de los derechos políticos a la burguesía, destruyó la máquina del Estado burgués y entregó el Poder a los Soviets, contraponiendo, de este modo, al parlamentarismo burgués, como democracia capitalista, el Poder socialista de los Soviets, como democracia proletaria. Tenía razón Lafargue al decir, ya en 1887, que, al día siguiente de la revolución, "todos los antiguos capitalistas serían privados de los derechos electorales".

De esta manera, la Revolución de Octubre puso en evidencia la mentira de los socialdemócratas de que hoy es posible el tránsito pacífico al socialismo por la senda del parlamentarismo burgues.

Pero la Revolución de Octubre no se detuvo ni podía detenerse aquí. Después de destruir lo viejo, lo burgués, emprendió la edificación de lo nuevo, de lo socialista. Los diez años de la Revolución de Octubre son diez años de edificación del Partido, de los sindicatos, de los Soviets, de las cooperativas, de las organizaciones culturales del transporte, de la industria y del Ejército Rojo. Los éxitos indiscutibles, alcanzados por el socialismo en la U.R.S.S. en el frente de la edificación, han
demostrado claramente que el proletariado puede gobernar con éxito el país sin burguesía y en contra de la burguesía, puede levantar con éxito la industria sin burguesía y en contra de la burguesía, puede dirigir con éxito toda la economía nacional sin burguesía y en contra de la burguesía, puede edificar con éxito el socialismo, a pesar del cerco capitalista.

La vieja "teoría" de que los explotados no pueden arreglárselas sin los explotadores, al igual que la cabeza y las otras partes del cuerpo no pueden arreglárselas sin el estómago, no es patrimonio exclusivo de Menenio Agripa, célebre senador romano en la historia antigua. Esta "teoría" es hoy la piedra angular de la "filosofía" política de la socialdemocracia, en general, y de la política socialdemócrata de coalición con la burguesía imperialista, en particular. Esta "teoría", que ha adquirido el carácter de prejuicio, es actualmente uno de los obstáculos más graves para el desarrollo revolucionario del proletariado de los países capitalistas. Uno de los resultados más importantes de la Revolución de Octubre consiste en que ha asestado el golpe de gracia a esta falsa "teoría".

¿Acaso es necesario todavía demostrar que estos resultados, y otros semejantes, de la Revolución de Octubre no han podido ni pueden dejar de ejercer gran influencia sobre el movimiento revolucionario de la clase obrera de los países capitalistas?

Hechos tan notorios para todo el mundo como los progresos del comunismo en los países capitalistas, como la creciente simpatía de los proletarios de todos los países hacia la clase obrera de la U.R.S.S. y, por último, la afluencia de delegaciones obreras al País de los Soviets, indican de un modo indiscutible que la semilla lanzada por la Revolución de Octubre empieza ya a dar sus frutos.


2. La Revolución de Octubre hizo cuartearse al imperialismo, no sólo en los centros de su dominación, no sólo en las "metrópolis". Fue también un golpe contra la retaguardia del imperialismo, contra su periferia, minando la dominación del imperialismo en las colonias y en los países dependientes.

Al derrocar a los terratenientes y a los capitalistas, la Revolución de Octubre rompió las cadenas de la opresión nacional y colonial y liberó de ellas a todos los pueblos oprimidos de un vasto Estado, sin excepción. El proletariado no puede liberarse sin liberar a los pueblos oprimidos. Rasgo característico de la Revolución de Octubre es el haber llevado a cabo, en la U.R.S.S., estas revoluciones nacionales y coloniales, no bajo la bandera de la hostilidad nacional y de los choques entre las naciones, sino bajo la bandera de la confianza mutua y de la amistad fraternal entre los obreros y los campesinos de los pueblos de la U.R.S.S., no en nombre del nacionalismo, sino en nombre del internacionalismo.

Precisamente por esto, porque en nuestro país las revoluciones nacionales y coloniales transcurrieron bajo la dirección del proletariado y bajo la bandera del internacionalismo, precisamente por esto, los pueblos parias, los pueblos esclavos, se han elevado por vez primera en la historia de la humanidad a la condición de pueblos verdaderamente libres y verdaderamente iguales, contagiando con su ejemplo a los pueblos oprimidos del mundo entero.

Esto significa que la Revolución de Octubre inició una nueva época, una época de revoluciones coloniales, que se llevan a efecto en los países oprimidos del mundo en alianza con el proletariado, bajo la dirección del proletariado.

Antes, "se admitía" que el mundo estaba dividido, desde tiempos inmemoriales, en razas inferiores y superiores, en negros y blancos, de los cuales los primeros no son aptos para
la civilización y están condenados a ser objeto de explotación, mientras que los segundos son los únicos exponentes de la civilización, llamados a explotar a los primeros.

Hoy, esta leyenda hay que considerarla destruida y desechada. Uno de los resultados más importantes de la Revolución de Octubre consiste en que ha asestado el golpe de gracia a esta leyenda, demostrando en la práctica que los pueblos no europeos liberados, incorporados al cauce del desarrollo soviético, son tan capaces como los pueblos europeos de impul sar una cultura realmente avanzada y una civilización realmente avanzada.

Antes, "se admitía" que el único método para liberar a los pueblos oprimidos era el método del nacionalismo burgués, el método de separación de las naciones unas de otras, el método de desunirlas, el método de acentuar la hostilidad nacional entre las masas trabajadoras de distintas naciones.

Hoy, esta leyenda hay que considerarla refutada. Uno de los resultados más importantes de la Revolución de Octubre consiste en que ha asestado el golpe de gracia a esta leyenda, demostrando en la práctica la posibilidad y la conveniencia del método proletario, internacionalista, de liberación de los pueblos oprimidos, como el único método acertado, demostrando en la práctica la posibilidad y la conveniencia de una alianza fraternal entre los obreros y campesinos de los más diversos pueblos sobre los principios de voluntariedad y de internacionalismo. La existencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, prototipo de la futura unificación de los trabajadores de todos los países en una sola economía mundial, no puede por menos de servir de prueba inmediata de esto.

Huelga decir que estos resultados, y otros semejantes, de la Revolución de Octubre no podían ni pueden dejar de ejercer una gran influencia sobre el movimiento revolucionario de las colonias y los países dependientes. Hechos como el incremento del movimiento revolucionario de los pueblos oprimidos en China, en Indonesia, en la India, etc. y la creciente simpatia de estos pueblos hacia la U.R.S.S. lo evidencian de modo indiscutible.

Ha pasado la era en que se podía explotar y oprimir con toda tranquilidad a las colonias y a los países dependientes.

Ha comenzado la era de las revoluciones libertadoras en las colonias y en los países dependientes, la era del despertar del proletariado de estos países, la era de su hegemonía en la revolución.

3. Al arrojar la semilla de la revolución tanto en los centros del imperialismo como en su retaguardia, al debilitar la potencia del imperialismo en las "metrópolis" y al hacer vacilar su dominación en las colonias, la Revolución de Octubre ha puesto en tela de juicio la existencia misma del capitalismo mundial en su conjunto.

Si, bajo las condiciones del imperialismo, el desarrollo espontáneo del capitalismo se ha transformado -- en virtud de su desigualdad, en virtud del carácter inevitable de los conflictos y de los choques armados y, por último, en virtud de la carnicería imperialista sin precedentes -- en un proceso de descomposición y agonía del capitalismo, la Revolución de Octubre y, como resultado de ella, el desprendimiento de un país enorme del sistema mundial del capitalismo, no podían por menos de acelerar este proceso, socavando, paso a paso, las bases mismas del imperialismo mundial.

Más aún. La Revolución de Octubre, al hacer cuartearse el imperialismo, creó, al mismo tiempo, con la primera dictadura proletaria, una base potente y abierta para el movimiento revolucionario mundial, base que este movimiento no había tenido jamás antes y en la que ahora puede apoyarse. Creó un centro potente y abierto del movimiento revolucionario mundial, centro que no había tenido jamás antes y en torno al cual ese movimiento puede ahora adquirir cohesión, organizando el frente único revolucionario de los proletarios y de los pueblos oprimidos de todos los países contra el imperialismo.

Esto significa, en primer lugar, que la Revolución de Octubre infirió una herida de muerte al capitalismo mundial, de la que éste no se repondrá jamás. Y por eso precisamente, el capitalismo jamás recobrará el "equilibrio" y la "estabilidad" que tenía antes de Octubre.

El capitalismo podrá estabilizarse parcialmente, podrá racionalizar su producción, entregar el gobierno del país al fascismo, reprimir temporalmente a la clase obrera, pero no volverá jamás a disfrutar de la "tranquilidad" y la "seguridad", del "equilibrio" y la "estabilidad" de que hacía gala antes, pues la crisis del capitalismo mundial ha alcanzado un grado tal de desarrollo, que la hoguera de la revolución se encenderá inevitablemente, ya en los centros del imperialismo, ya en la periferia, haciendo trizas los remiendos capitalistas y aproximando, día tras día, la caída del capitalismo. Punto por punto como en la conocida fábula: "si saca el rabo, se le hunde el hocico; si saca el hocico, se le hunde el rabo".

Esto significa, en segundo lugar, que la Revolución de Octubre elevó a cierta altura la fuerza y la importancia, la valentia y la voluntad combativa de las clases oprimidas del mundo entero, obligando a las clases dominantes a tenerlas en cuenta como un factor nuevo e importante. Hoy, ya no se puede ver en las masas trabajadoras del mundo una "multitud ciega" que vaga en las tinieblas y carece de horizontes, ya que la Revolución de Octubre encendió el faro que les alumbra el camino y les brinda perspectivas. Si antes no había una tribuna universal pública, desde la que se pudieran manifestar y plasmar los anhelos y las aspiraciones de las clases oprimidas, hoy esta tribuna existe y es la primera dictadura proletaria.

¿Acaso puede dudarse de que si esta tribuna fuese destruida, sobre la vida politico-social de los "países adelantados" se abatirían para largo tiempo las tinieblas de una negra y desenfrenada reacción? No puede negarse que el simple hecho de la existencia del "Estado bolchevique" pone un freno a las negras fuerzas de la reacción y facilita a las clases oprimidas la lucha por su liberación. Y esto es precisamente lo que explica ese odio bestial que los explotadores de todos los países sienten hacia los bolcheviques.

La historia se repite, aunque sobre bases nuevas. Lo mismo que antiguamente, en la época de la caída del feudalismo, la palabra "jacobino" provocaba en los aristócratas de todos los países horror y repugnancia, también hoy, en la época de la caída del capitalismo, la palabra "bolchevique" provoca horror y repugnancia en la burguesía de todos los países. Y a la inversa: así como antes el asilo y la escuela de los representantes revolucionarios de la burguesía ascensional era París, hoy el refugio y la escuela de los representantes revolucionarios del proletariado ascensional es Moscú. El odio a los jacobinos no salvó al feudalismo del derrumbamiento. ¿Acaso puede dudarse de que el odio a los bolcheviques no salvará tampoco al capitalismo de su caída inevitable?

Ha pasado la era de la "estabilidad" del capitalismo, arrastrando consigo la leyenda de la inamovilidad del orden burgués.

Ha comenzado la era del hundimiento del capitalismo.

4. No se debe considerar que la Revolución de Octubre es sólo una revolución en el campo de las relaciones económicas y politico-sociales. Es, al mismo tiempo, una revolución en los cerebros, una revolución en la ideología de la clase obrera. La Revolución de Octubre surgió y se consolidó bajo la bandera del marxismo, bajo la bandera de la idea de la dictadura del proletariado, bajo la bandera del leninismo, que es el marxismo de la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias. Representa, por tanto, el triunfo del marxismo sobre el reformismo, el triunfo del leninismo sobre el socialdemocratismo, el triunfo de la III Internacional sobre la II Internacional.

La Revolución de Octubre abrió un abismo infranqueable entre el marxismo y la ideología socialdemócrata, entre la política del leninismo y la política de la socialdemocracia.

Antes, hasta el triunfo de la dictadura del proletariado, la socialdemocracia podía alardear con la bandera del marxismo, sin negar abiertamente la idea de la dictadura del proletariado, pero sin hacer tampoco nada, absolutamente nada, por acercar la realización de esta idea; se comprende que esta actitud de la socialdemocracia no suponía amenaza alguna para el capitalismo. Entonces, en aquel período, la socialdemocracia se identificaba formalmente, o casi se identificaba, con el marxismo.

Hoy, después del triunfo de la dictadura del proletariado, cuando todo el mundo ha visto con claridad meridiana a dónde conduce el marxismo y qué puede significar su triunfo, la socialdemocracia ya no puede alardear con la bandera del marxismo, ya no puede coquetear con la idea de la dictadura del proletariado, sin crear cierto peligro para el capitalismo. Después de haber roto hace ya mucho con el espíritu del marxismo, se ha visto obligada a romper también con la bandera del marxismo, enfrentándose abierta y francamente contra la obra del marxismo, contra la Revolución de Octubre, contra la primera dictadura del proletariado habida en el mundo.

Ahora tenía que desentenderse y se desentendió, en efecto, del marxismo, ya que, en las condiciones actuales, no es posible llamarse marxista sin apoyar abierta y abnegadamente la primera dictadura proletaria del mundo, sin librar una lucha revolucionaria contra la propia burguesía, sin crear las condiciones para el triunfo de la dictadura del proletariado en el propio país.

Entre la socialdemocracia y el marxismo se ha abierto un abismo. Desde ahora, el único portador y baluarte del marxismo es el leninismo, el comunismo.

Pero las cosas no han parado aquí. Después de deslindar los campos entre la socialdemocracia y el marxismo, la Revolución de Octubre fue más allá, arrojando a la primera al campo de los defensores directos del capitalismo contra la primera dictadura proletaria habida en el mundo. Cuando señores como los Adler y Bauer, los Wels y Levi, los Longuet y Blum difaman al "régimen soviético", ensalzando la "democracia" parlamentaria, quieren decir con ello que luchan y seguirán luchando en pro de la restauración del orden capitalista en la U.R.S.S., en pro del mantenimiento de la esclavitud capitalista en los Estados "civilizados".

La actual ideología socialdemócrata es el puntal ideológico del capitalismo. Lenin tenía mil veces razón al decir que los actuales políticos socialdemócratas son "verdaderos agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero, lugarte nientes obreros de la clase de los capitalistas" y que, en "la guerra civil entre el proletariado y la burguesía", se colocarán inevitablemente "al lado de los 'versalleses' contra los 'comuneros'".

No se puede acabar con el capitalismo sin acabar con el socialdemocratismo en el movimiento obrero. Por eso, la era de la agonía del capitalismo es, al mismo tiempo, la era de la agonía del socialdemocratismo en el movimiento obrero.

La gran importancia de la Revolución de Octubre reside, entre otras cosas, en que anuncia el triunfo inevitable del leninismo sobre el socialdemocratismo en el movimiento obrero mundial.

Ha terminado la era de la dominacion de la II Internacional del socialdemocratismo en el movimiento obrero.

Ha comenzado la era de la dominación del leninismo y de la III Internacional.




Publicado el 6 y el 7 de noviem-
bre de 1927 en el num. 255 de
Pravda.

DIE ÄUSSERE UND INNERE SITUATION WÄHREND
DER OKTOBERREVOLUTION

Drei Umstände äußerer Natur waren bestimmend für die verhältnismäßige Leichtigkeit, mit der es der proletarischen Revolution in Rußland gelungen ist, die Ketten des Imperialismus zu sprengen und so die Macht der Bourgeoisie zu stürzen.

Erstens der Umstand, dass die Oktoberrevolution in der Periode des verzweifelten Kampfes der beiden grundlegenden imperialistischen Gruppen, der englisch-französischen und der österreichisch-deutschen, ihren Anfang nahm, als diese Gruppen, durch den gegenseitigen Kampf auf Tod und Leben in Anspruch genommen, weder Zeit noch Mittel hatten, dem Kampf gegen die Oktoberrevolution ernsthafte Aufmerksamkeit zuzuwenden. Dieser Umstand war für die Oktoberrevolution von gewaltiger Bedeutung, denn er gab ihr die Möglichkeit, die schweren Zusammenstöße innerhalb des Imperialismus zur Festigung und Organisierung ihrer Kräfte auszunutzen.

Zweitens der Umstand, dass die Oktoberrevolution während des imperialistischen Krieges begann, als die durch den Krieg erschöpften und nach Frieden lechzenden werktätigen Massen durch die innere Logik der Dinge an die proletarische Revolution als den einzigen Ausweg aus dem Kriege herangeführt wurden. Dieser Umstand hatte für die Oktoberrevolution überaus große Bedeutung, denn er gab ihr die mächtige Waffe des Friedens in die Hand, erleichterte es ihr, den Sowjetumsturz mit der Beendigung des verhassten Krieges zu verbinden, und verschaffte ihr damit Massensympathien sowohl im Westen, unter den Arbeitern, als auch im Osten, unter den unterdrückten Völkern.

Drittens der Umstand, dass es in Europa eine mächtige Arbeiterbewegung gab, und die Tatsache, dass im Westen und im Osten eine revolutionäre Krise heranreifte, hervorgerufen durch die lange Dauer des imperialistischen Krieges. Dieser Umstand war für die Revolution in Rußland von unschätzbarer Bedeutung, denn er sicherte ihr in ihrem Kampf gegen den Weltimperialismus treue Verbündete außerhalb Rußlands.

Aber neben den Umständen äußerer Natur gab es für die Oktoberrevolution noch eine ganze Reihe innerer günstiger Bedingungen, die ihr den Sieg erleichterten.

Als die wichtigsten dieser Bedingungen sind die folgenden zu betrachten.

Erstens fand die Oktoberrevolution bei der übergroßen Mehrheit der Arbeiterklasse Rußlands die aktivste Unterstützung.

Zweitens fand sie die unzweifelhafte Unterstützung der armen Bauernschaft und der Mehrheit der Soldaten, die nach Frieden und Land lechzten.

Drittens hatte sie an ihrer Spitze, als führende Kraft, eine so erprobte Partei wie die Partei der Bolschewiki, stark nicht nur durch ihre Erfahrung und durch eine in langen Jahren herausgearbeitete Disziplin, sondern auch durch ihre gewaltigen Verbindungen mit den werktätigen Massen.

Viertens standen der Oktoberrevolution so verhältnismäßig leicht überwindbare Feinde gegenüber wie die mehr oder weniger schwache russische Bourgeoisie, die durch die Bauern"revolten" vollends demoralisierte Klasse der Gutsbesitzer und die im Verlauf des Krieges vollständig bankrott gegangenen Paktiererparteien (die Parteien der Menschewiki und Sozialrevolutionäre).

Fünftens verfügte sie über das ungeheure Gebiet des jungen Staates, auf dem sie frei manövrieren, sich, wenn die Umstände es erforderten, zurückziehen, Atem schöpfen, Kräfte sammeln konnte usw.

Sechstens konnte die Oktoberrevolution in ihrem Kampf gegen die Konterrevolution auf eine genügende Menge von Nahrungsmitteln, Brenn- und Rohstoffen innerhalb des Landes rechnen.

Das Zusammentreffen dieser äußeren und inneren Umstände ergab jene eigenartige Situation, die für die verhältnismäßige Leichtigkeit des Sieges der Oktoberrevolution bestimmend war.

Das bedeutet natürlich nicht, dass die Oktoberrevolution, was die äußere und innere Situation betraf, nicht auch negative Momente hatte. Wie schwer wiegt schon ein solches Minus wie die bekannte Tatsache, dass die Oktoberrevolution vereinzelt blieb, dass es neben ihr und in ihrer Nachbarschaft kein anderes Sowjetland gab, auf das sie sich hätte stützen können? Zweifellos würde sich die nächste Revolution, zum Beispiel in Deutschland, in dieser Hinsicht in einer vorteilhafteren Lage befinden, denn sie hätte in ihrer Nachbarschaft ein seiner Stärke nach so ernst zu nehmendes Sowjetland wie unsere Sowjetunion. Ich spreche schon gar nicht von einem solchen Minus der Oktoberrevolution wie dem Fehlen einer proletarischen Mehrheit im Lande.

Aber diese negativen Momente lassen lediglich die gewaltige Bedeutung jener eigenartigen inneren und äußeren Bedingungen der Oktoberrevolution, von denen oben die Rede war, umso schärfer hervortreten.

Diese Eigenart darf man keinen Augenblick vergessen. An sie muss besonders gedacht werden bei der Analyse der deutschen Ereignisse im Herbst 1923. An sie müsste vor allem Trotzki denken, der summarisch eine Analogie zwischen der Oktoberrevolution und der Revolution in Deutschland zieht und hemmungslos die deutsche Kommunistische Partei wegen ihrer wirklichen und angeblichen Fehler geißelt.

"Für Rußland war es", sagt Lenin, "in der konkreten, historisch außerordentlich eigenartigen Situation von 1917 leicht, die sozialistische Revolution zu beginnen, während es für Rußland schwerer als für die europäischen Länder sein wird, sie fortzusetzen und zu Ende zu führen. Bereits zu Beginn des Jahres 1918 musste ich auf diesen Umstand hinweisen, und die spätere zweijährige Erfahrung hat die Richtigkeit dieser Erwägung vollauf bestätigt. Solche spezifische Bedingungen wie: 1. die Möglichkeit, den Sowjetumsturz mit der dank diesem Umsturz herbeigeführten Beendigung des imperialistischen Krieges zu verbinden, der die Arbeiter und Bauern aufs äußerste erschöpft hatte; 2. die Möglichkeit, eine gewisse Zeit lang den auf Tod und Leben geführten Kampf der beiden weltbeherrschenden Gruppen imperialistischer Räuber auszunutzen, der beiden Gruppen, die sich nicht gegen die Sowjets, ihren Feind, vereinigen konnten; 3. die Möglichkeit - teilweise dank der ungeheuren Ausdehnung des Landes und den schlechten Verkehrsmitteln -, einen verhältnismäßig langwierigen Bürgerkrieg auszuhalten; 4. das Vorhandensein einer so tiefgehenden bürgerlich-demokratischen revolutionären Bewegung unter der Bauernschaft, dass die Partei des Proletariats die revolutionären Forderungen von der Partei der Bauern (der Sozialrevolutionäre, einer Partei, die in ihrer Mehrheit dem Bolschewismus ausgesprochen feindlich gegenüberstand) übernehmen und sie dank der Eroberung der politischen Macht durch das Proletariat unverzüglich verwirklichen konnte - solche spezifische Bedingungen sind jetzt in Westeuropa nicht vorhanden, und die Wiederkehr solcher oder ähnlicher Bedingungen ist nicht allzu leicht möglich. Deshalb übrigens ist es, neben einer Reihe anderer Gründe, für Westeuropa schwerer, als es für uns war, die sozialistische Revolution zu beginnen." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 31, 5.45146 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd.II, S.710].)

Diese Worte Lenins darf man nicht vergessen.


II
ÜBER ZWEI BESONDERHEITEN
DER OKTOBERREVOLUTION, ODER DER OKTOBER
UND TROTZKIS THEORIE DER,,PERMANENTEN"
REVOLUTION

Es gibt zwei Besonderheiten der Oktoberrevolution, die vor allem klargestellt werden müssen, um den inneren Sinn und die historische Bedeutung dieser Revolution zu begreifen.

Was sind das für Besonderheiten?

Das ist erstens die Tatsache, dass die Diktatur des Proletariats bei uns als eine Macht ins Leben trat, die auf der Grundlage des Bündnisses des Proletariats und der werktätigen Massen der Bauernschaft entstand, wobei letztere vom Proletariat geführt wurden. Das ist zweitens die Tatsache, dass die Diktatur des Proletariats bei uns verankert wurde als Ergebnis des Sieges des Sozialismus in einem, kapitalistisch wenig entwickelten Lande, während in den anderen, kapitalistisch entwickelteren Ländern der Kapitalismus weiter bestehen blieb. Das bedeutet natürlich nicht, dass die Oktoberrevolution keine anderen Besonderheiten hat. Doch sind für uns jetzt gerade diese beiden Besonderheiten wichtig, nicht nur deshalb, weil sie das Wesen der Oktoberrevolution deutlich zum Ausdruck bringen, sondern auch deshalb, weil sie die opportunistische Natur der Theorie der "permanenten Revolution" vortrefflich aufdecken.

Betrachten wir kurz diese Besonderheiten.

Die Frage der werktätigen Massen des städtischen und ländlichen Kleinbürgertums, die Frage der Gewinnung dieser Massen für das Proletariat ist eine höchst wichtige Frage der proletarischen Revolution. Wen das werktätige Volk in Stadt und Land im Kampfe um die Macht unterstützen wird, die Bourgeoisie oder das Proletariat, wessen Reserve es bilden wird, die Reserve der Bourgeoisie oder die Reserve des Proletariats - davon hängt das Schicksal der Revolution und die Festigkeit der Diktatur des Proletariats ab. Die Revolutionen von 1848 und 1871 in Frankreich sind hauptsächlich deswegen zugrunde gegangen, weil die bäuerlichen Reserven auf der Seite der Bourgeoisie standen. Die Oktoberrevolution hat deswegen gesiegt, weil sie es verstand, der Bourgeoisie ihre bäuerlichen Reserven wegzunehmen, weil sie es verstand, diese Reserven für das Proletariat zu gewinnen, und weil sich das Proletariat in dieser Revolution als die einzige führende Kraft der Millionenmassen des werktätigen Volkes in Stadt und Land erwiesen hat.

Wer das nicht begriffen hat, der wird niemals den Charakter der Oktoberrevolution noch das Wesen der Diktatur des Proletariats, noch die Eigenart der Innenpolitik unserer proletarischen Macht begreifen.

Die Diktatur des Proletariats ist nicht einfach eine Regierungsspitze, die von der sorgsamen Hand eines "erfahrenen Strategen" "geschickt" "ausgewählt" wurde und sich auf diese oder jene Schichten der Bevölkerung "vernünftig stützt". Die Diktatur des Proletariats ist ein Klassenbündnis des Proletariats und der werktätigen Massen der Bauernschaft zum Sturz des Kapitals, zum endgültigen Siege des Sozialismus, unter der Bedingung, dass die führende Kraft in diesem Bündnis das Proletariat ist. Es handelt sich hier also nicht darum, dass man die revolutionären Möglichkeiten der Bauernbewegung "ein klein wenig" unterschätzt oder "ein klein wenig" überschätzt, wie manche diplomatische Verteidiger der "permanenten Revolution" sich jetzt mit Vorliebe auszudrücken pflegen.

Es handelt sich um das Wesen des neuen proletarischen Staates, der infolge der Oktoberrevolution entstanden ist. Es handelt sich um den Charakter der proletarischen Macht, um die Grundlagen der Diktatur des Proletariats selbst.

"Die Diktatur des Proletariats", sagt Lenin, "ist eine besondere Form des Klassenbündnisses zwischen dem Proletariat, der Avantgarde der Werktätigen, und den zahlreichen nichtproletarischen Schichten der Werktätigen (Kleinbürgertum, Kleineigentümer, Bauernschaft, Intelligenz usw.) oder deren Mehrheit, eines Bündnisses gegen das Kapital, eines Bündnisses zum Zwecke des völligen Sturzes des Kapitals, der völligen Unterdrückung des Widerstands der Bourgeoisie und ihrer Restaurationsversuche, eines Bündnisses zum Zwecke der endgültigen Errichtung und Festigung des Sozialismus." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 29, S. 350/351, russ.)

Und weiter:

"Diktatur des Proletariats bedeutet, wenn man diesen lateinischen, wissenschaftlichen, historisch-philosophischen Ausdruck in eine einfachere Sprache übersetzt:

Nur eine bestimmte Klasse, nämlich die städtischen Arbeiter und überhaupt die Fabrikarbeiter, die Industriearbeiter, ist imstande, die ganze Masse der Werktätigen und Ausgebeuteten zu führen im Kampf für das Abwerfen des kapitalistischen Jochs, im Verlauf des Abwerfens selbst, im Kampfe um die Sicherung und die Festigung des Sieges, bei der Schaffung der neuen, der sozialistischen Gesellschaftsordnung, in dem ganzen Kampfe für die völlige Aufhebung der Klassen." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 29, S.387 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S. 5701.)

Das ist die Theorie der Diktatur des Proletariats, wie sie von Lenin gegeben wurde.

Eine der Besonderheiten der Oktoberrevolution besteht darin, dass diese Revolution die klassische Verwirklichung der Leninschen Theorie der Diktatur des Proletariats ist.

Manche Genossen sind der Auffassung, diese Theorie sei eine rein "russische" Theorie, die lediglich auf die russische Wirklichkeit Bezug habe. Das ist falsch. Das ist ganz und gar falsch. Wenn Lenin von den vom Proletariat geführten werktätigen Massen der nichtproletarischen Klassen spricht, so meint er nicht allein die russischen Bauern, sondern auch die werktätigen Elemente der Randgebiete der Sowjetunion, die noch vor kurzem russische Kolonien darstellten. Lenin wiederholte unermüdlich, dass das Proletariat Rußlands ohne ein Bündnis mit diesen Massen der anderen Nationalitäten nicht siegen kann. In seinen Aufsätzen über die nationale Frage und in seinen Reden auf den Kongressen der Kommunistischen Internationale sagte Lenin wiederholt, dass der Sieg der Weltrevolution unmöglich ist ohne ein revolutionäres Bündnis, ohne einen revolutionären Block des Proletariats der fortgeschrittenen Länder mit den unterdrückten Völkern der versklavten Kolonien. Aber was sind denn Kolonien anderes als wiederum die unterdrückten werktätigen Massen, und vor allem die werktätigen Massen der Bauernschaft? Wer wüsste nicht, dass die Befreiung der Kolonien im Grunde genommen eine Frage der Befreiung der werktätigen Massen der nichtproletarischen Klassen von der Unterdrückung und Ausbeutung durch das Finanzkapital ist?

Daraus folgt aber, dass die Leninsche Theorie der Diktatur des Proletariats keine rein "russische" Theorie ist, sondern eine für alle Länder unbedingt gültige Theorie. Der Bolschewismus ist keine ausschließlich russische Erscheinung. "Der Bolschewismus", sagt Lenin, ist ein "Vorbild der Taktik für alle" (siehe 4. Ausgabe, Bd. 28, S. 270 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S. 471]).

Das sind die charakteristischen Züge der ersten Besonderheit der Oktoberrevolution.

Wie verhält es sich nun vom Standpunkt dieser Besonderheit der Oktoberrevolution mit Trotzkis Theorie der "permanenten Revolution"?

Wir wollen uns nicht über die Stellung Trotzkis im Jahre 1905 verbreiten, als er die Bauernschaft als revolutionäre Kraft "einfach" vergaß und die Losung "Weg mit dem Zaren, her mit der Arbeiterregierung", das heißt die Losung einer Revolution ohne die Bauernschaft, aufstellte. Sogar Radek, dieser diplomatische Verteidiger der "permanenten Revolution", ist jetzt gezwungen zuzugeben, dass die "permanente Revolution" im Jahre 1905 einen "Luftsprung" von der Wirklichkeit weg bedeutete. Jetzt erkennen offenbar alle an, dass es nicht lohnt, sich mit diesem "Luftsprung" weiter abzugeben.

Wir wollen uns auch nicht weiter über die Stellung Trotzkis während des Krieges verbreiten, sagen wir im Jahre 1915, als er in seinem Artikel "Der Kampf um die Macht", davon ausgehend, dass "wir in der Epoche des Imperialismus leben", dass der Imperialismus "nicht die bürgerliche Nation dem alten Regime, sondern das Proletariat der bürgerlichen Nation gegenüberstellt", zu dem Schluss gelangte, dass sich die revolutionäre Rolle der Bauernschaft verringern müsse, dass die Losung der Konfiskation des Bodens nicht mehr die Bedeutung habe, die ihr früher zukam. Bekanntlich hat Lenin damals, in einer Kritik an diesem Artikel Trotzkis, ihn der "Negierung" der "Rolle der Bauernschaft" bezichtigt, indem er sagte, dass "Trotzki in Wirklichkeit den liberalen Arbeiterpolitikern in Rußland hilft, die unter der ´Negierung´ der Rolle der Bauernschaft den mangelnden ‘Willen verstehen, die Bauern zur Revolution aufzurütteln!" (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 21, S. 382, russ.)

Wir wollen uns lieber den späteren Schriften Trotzkis über diese Frage zuwenden, den Schriften aus der Periode, in der die proletarische Diktatur sich bereits gefestigt hatte und Trotzki die Möglichkeit besaß, seine Theorie der "permanenten Revolution" an Hand der Praxis zu überprüfen und seine Fehler zu korrigieren. Nehmen wir das im Jahre 1922 geschriebene "Vorwort" Trotzkis zu dem Buch "Das Jahr 1905". Trotzki sagt in diesem "Vorwort" über die "permanente Revolution":

"Gerade in der Zeitspanne zwischen dem 9. Januar und dem Oktoberstreik 1905 haben sich bei dem Verfasser die Ansichten über den Charakter der revolutionären Entwicklung Rußlands herausgebildet, die die Bezeichnung Theorie der ´permanenten Revolution´ erhielten. Diese hochgelehrte Bezeichnung brachte den Gedanken zum Ausdruck, dass die russische Revolution wohl unmittelbar vor bürgerlichen Zielen steht, jedoch bei ihnen nicht wird stehen bleiben können. Die Revolution wird ihre nächsten bürgerlichen Aufgaben nicht anders lösen können als dadurch, dass sie das Proletariat an die Macht bringt. Dieses aber wird, nachdem es die Macht erobert hat, sich nicht auf den bürgerlichen Rahmen der Revolution beschränken können. Im Gegenteil, gerade zur Sicherung ihres Sieges wird die proletarische Avantgarde schon in der ersten Zeit ihrer Herrschaft tiefstgehende Eingriffe nicht nur in das feudale, sondern auch in das bürgerliche Eigentum vornehmen müssen. Hierbei wird sie in feindliche Zusammenstöße nicht nur mit allen Gruppierungen der Bourgeoisie geraten, die sie im Anfang ihres revolutionären Kampfes unterstützt haben, sondern auch mit den breiten Massen der Bauernschaft, mit deren Beihilfe sie zur Macht gekommen ist. Die Widersprüche in der Stellung der Arbeiterregierung in einem rückständigen Lande mit einer erdrückenden Mehrheit bäuerlicher Bevölkerung werden nur im internationalen Maßstab, in der Arena der Weltrevolution des Proletariats ihre Lösung finden können."‘

So spricht Trotzki über seine "permanente Revolution".

Man braucht nur dieses Zitat mit den oben angeführten Zitaten aus den Werken Lenins über die Diktatur des Proletariats zu vergleichen, um die ganze Kluft zu erkennen, die die Leninsche Theorie der Diktatur des Proletariats von Trotzkis Theorie der "permanenten Revolution" trennt. Lenin spricht von dem Bündnis des Proletariats und der werktätigen Schichten der Bauernschaft als der Grundlage der Diktatur des Proletariats. Bei Trotzki dagegen ergeben sich "feindliche Zusammenstöße" der "proletarischen Avantgarde" mit den "breiten Massen der Bauernschaft". Lenin spricht von der Führung der werktätigen und ausgebeuteten Massen durch das Proletariat. Bei Trotzki dagegen ergeben sich "Widersprüche in der Stellung der Arbeiterregierung in einem rückständigen Lande mit einer erdrückenden Mehrheit bäuerlicher Bevölkerung".

Nach Lenin schöpft die Revolution ihre Kräfte vor allem unter den Arbeitern und Bauern Rußlands selbst. Bei Trotzki dagegen ergibt sich, dass man die notwendigen Kräfte nur "in der Arena der Weltrevolution des Proletariats" schöpfen kann.

Wie aber, wenn es der internationalen Revolution beschieden sein sollte, mit Verspätung einzutreffen? Gibt es da irgendeinen Lichtblick für unsere Revolution? Bei Trotzki gibt es keinen Lichtblick, denn "die Widersprüche in der Stellung der Arbeiterregierung... werden nur... in der Arena der Weltrevolution des Proletariats ihre Lösung finden können". Nach diesem Plan verbleibt unserer Revolution nur die eine Perspektive: in ihren eigenen Widersprüchen fortzuvegetieren und in Erwartung der Weltrevolution auf dem Halm zu verfaulen.

Was ist die Diktatur des Proletariats nach Lenin?

Die Diktatur des Proletariats ist eine Macht, die sich auf das Bündnis des Proletariats und der werktätigen Massen der Bauernschaft stützt, um "das Kapital völlig niederzuwerfen", um "den Sozialismus endgültig zu errichten und zu festigen".

Was ist die Diktatur des Proletariats nach Trotzki?

Die Diktatur des Proletariats ist eine Macht, die mit "den breiten Massen der Bauernschaft" in "feindliche Zusammenstöße" gerät und die Lösung der "Widersprüche" lediglich "in der Arena der Weltrevolution des Proletariats" sucht.

Wodurch unterscheidet sich diese "Theorie der permanenten Revolution" von der bekannten Theorie des Menschewismus, die die Idee der Diktatur des Proletariats verneint?

Im Grunde genommen durch gar nichts.

Zweifel sind unmöglich. Die "permanente Revolution" ist keine einfache Unterschätzung der revolutionären Möglichkeiten der Bauernbewegung. Die "permanente Revolution" ist eine Unterschätzung der Bauernbewegung, die zur Verneinung der Leninschen Theorie der Diktatur des Proletariats führt.

Die "permanente Revolution" Trotzkis ist eine Abart des Menschewismus.

So verhält es sich mit der ersten Besonderheit der Oktoberrevolution. Welches sind die charakteristischen Züge der zweiten Besonderheit der Oktoberrevolution?

Beim Studium des Imperialismus, besonders während des Krieges, gelangte Lenin zu dem Gesetz der Ungleichmäßigkeit, der Sprunghaftigkeit der ökonomischen und politischen Entwicklung der kapitalistischen Länder. Diesem Gesetz zufolge vollzieht sich die Entwicklung der Betriebe, Truste, Industriezweige und einzelnen Länder nicht gleichmäßig, nicht in einer feststehenden Reihenfolge, nicht so, dass ein Trust, ein Industriezweig oder ein Land die ganze Zeit hindurch vorangeht, während die anderen Truste oder Länder der Reihe nach eins hinter dem andern zurückbleiben, sondern sprunghaft, mit Unterbrechungen in der Entwicklung der einen Länder und mit Sprüngen vorwärts in der Entwicklung anderer Länder. Dabei hat das "durchaus berechtigte" Streben der zurückbleibenden Länder, ihre alte Positionen zu behaupten, und das ebenso "berechtigte" Streben der vorausgeeilten Länder, neue Positionen an sich zu reißen, zur Folge, dass kriegerische Zusammenstöße der imperialistischen Länder zur unvermeidlichen Notwendigkeit werden. So war es zum Beispiel mit Deutschland, das vor einem halben Jahrhundert im Vergleich zu Frankreich und England ein zurückgebliebenes Land war. Dasselbe gilt von Japan im Vergleich zu Rußland. Es ist jedoch bekannt, dass schon zu Beginn des 20. Jahrhunderts Deutschland und Japan einen so großen Sprung vorwärts taten, dass es Deutschland gelang, Frankreich zu überholen, und dass es England auf dem Weltmarkt zu bedrängen begann, während Japan das gleiche gegenüber Rußland gelang. Diesen Widersprüchen entsprang denn auch bekanntlich der jüngste imperialistische Krieg.

Dieses Gesetz geht von folgendem aus:

1. "Der Kapitalismus ist zu einem Weltsystem kolonialer Unterdrückung und finanzieller Abwürgung der übergroßen Mehrheit der Bevölkerung der Erde durch eine Handvoll ´fortgeschrittener´ Länder geworden." (Siehe Vorwort zur französischen Ausgabe des "Imperialismus" von Lenin, 4. Ausgabe, Bd. 22, S. 179 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. I, S.771}.)

2. "In diese ´Beute´ teilen sich zwei, drei weltbeherrschende, bis an die Zähne bewaffnete Räuber (Amerika, England, Japan), die die ganze Welt in ihren Krieg um die Teilung ihrer Beute mit hineinreißen." (Ebenda.)

3. Das Anwachsen der Widersprüche innerhalb des Weltsystems finanzieller Unterdrückung und die Unvermeidlichkeit kriegerischer Zusammenstöße führen dazu, dass die Weltfront des Imperialismus durch die Revolution leicht verwundbar und die Durchbrechung dieser Front seitens einzelner Länder wahrscheinlich wird.

4. Dieser Durchbruch kann am wahrscheinlichsten an jenen Punkten und in jenen Ländern vor sich gehen, wo die Kette der imperialistischen Front am schwächsten, das heißt, wo der Imperialismus am wenigsten gerüstet ist und die Revolution sich am leichtesten entfalten kann.

5. Infolgedessen ist der Sieg des Sozialismus in einem Lande, selbst wenn dieses Land kapitalistisch weniger entwickelt ist, bei Fortbestehen des Kapitalismus in den anderen Ländern, selbst wenn diese Länder kapitalistisch entwickelter sind, durchaus möglich und wahrscheinlich.

Das sind in wenigen Worten die Grundlagen der Leninschen Theorie der proletarischen Revolution.

Worin besteht die zweite Besonderheit der Oktoberrevolution?

Die zweite Besonderheit der Oktoberrevolution besteht darin, dass diese Revolution ein Musterbeispiel praktischer Anwendung der Leninschen Theorie der proletarischen Revolution ist.

Wer diese Besonderheit der Oktoberrevolution nicht begriffen hat, wird weder das internationale Wesen dieser Revolution noch ihre kolossale internationale Wirkungskraft, noch die Eigenart ihrer Außenpolitik jemals begreifen.

"Die Ungleichmäßigkeit der ökonomischen und politischen Entwicklung", sagt Lenin, "ist ein unbedingtes Gesetz des Kapitalismus. Hieraus folgt, dass der Sieg des Sozialismus ursprünglich in wenigen kapitalistischen Ländern oder sogar in einem einzeln genommenen Lande möglich ist. Das siegreiche Proletariat dieses Landes würde sich nach Enteignung der Kapitalisten und nach Organisierung der sozialistischen Produktion im eigenen Lande der übrigen, der kapitalistischen Welt entgegenstellen und würde die unterdrückten Klassen der anderen Länder auf seine Seite ziehen, in ihnen den Aufstand gegen die Kapitalisten entfachen und im Notfall sogar mit Waffengewalt gegen die Ausbeuterklassen und ihre Staaten vorgehen." Denn "die freie Vereinigung der Nationen im Sozialismus ist unmöglich ohne einen mehr oder weniger langwierigen, hartnäckigen Kampf der sozialistischen Republiken gegen die rück-ständigen Staaten." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 21, S. 311 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. I, S.753].)

Die Opportunisten aller Länder behaupten, dass die proletarische Revolution nur in den industriell entwickelten Ländern beginnen könne - wenn sie ihrer Theorie zufolge überhaupt irgendwo beginnen sollte -, dass, je entwickelter in industrieller Hinsicht diese Länder sind, um so mehr Aussicht auf den Sieg des Sozialismus bestehe, wobei sie die Möglichkeit des Sieges des Sozialismus in einem Lande, und noch dazu in einem kapitalistisch schwach entwickelten Lande, als etwas völlig Unwahrscheinliches ausschließen. Lenin stellte schon während des Krieges, gestützt auf das Gesetz der ungleichmäßigen Entwicklung der imperialistischen Staaten, den Opportunisten seine Theorie der proletarischen Revolution entgegen, die Theorie des Sieges des Sozialismus in einem Lande, selbst wenn dieses Land kapitalistisch weniger entwickelt ist.

Bekanntlich hat die Oktoberrevolution die Richtigkeit der Leninschen Theorie der proletarischen Revolution vollauf bestätigt.

Wie verhält es sich nun mit der "permanenten Revolution" Trotzkis vom Standpunkt der Leninschen Theorie des Sieges der proletarischen Revolution in einem Lande?

Nehmen wir die Broschüre Trotzkis "Unsere Revolution" (1906). Trotzki schreibt:

"Ohne direkte staatliche Unterstützung durch das europäische Proletariat wird die Arbeiterklasse Rußlands nicht imstande sein, die Macht zu behaupten und ihre zeitweilige Herrschaft in eine dauernde sozialistische Diktatur zu verwandeln. Daran darf man nicht einen Augenblick zweifeln."

Was besagt dieses Zitat? Es besagt, dass der Sieg des Sozialismus in einem Lande, im vorliegenden Falle in Rußland, unmöglich ist "ohne direkte staatliche Unterstützung durch das europäische Proletariat", das heißt vor der Machteroberung durch das europäische Proletariat.

Was hat diese "Theorie" mit dem Satze Lenins von der Möglichkeit des Sieges des Sozialismus "in einem einzeln genommenen kapitalistischen Lande" gemein?

Es ist klar, dass es hier nichts Gemeinsames gibt.

Aber angenommen, diese Broschüre Trotzkis, die 1906 erschien, als es schwer war, den Charakter unserer Revolution zu bestimmen, enthalte unwillkürliche Irrtümer und entspreche nicht ganz den Ansichten Trotzkis in einer späteren Periode. Betrachten wir eine andere Broschüre Trotzkis, sein "Friedensprogramm", die vor der Oktoberrevolution 1917 erschien und jetzt (1924) in dem Buch "1917" neu herausgegeben wurde. In dieser Broschüre kritisiert Trotzki die Leninsche Theorie der proletarischen Revolution, die Theorie des Sieges des Sozialismus in einem Lande und stellt ihr die Losung der Vereinigten Staaten von Europa entgegen. Er behauptet, dass der Sieg des Sozialismus in einem Lande unmöglich sei, dass der Sieg des Sozialismus nur möglich sei als Sieg in mehreren ausschlaggebenden Ländern Europas (England, Rußland, Deutschland), die sich zu den Vereinigten Staaten von Europa zusammenschließen, oder er sei überhaupt unmöglich. Er sagt unumwunden, dass "eine siegreiche Revolution in Rußland oder England undenkbar ist ohne eine Revolution in Deutschland und umgekehrt".

"Das einzige einigermaßen konkrete historische Argument", sagt Trotzki, "gegen die Losung der Vereinigten Staaten wurde im schweizerischen ´Sozialdemokrat´ (dem damaligen Zentralorgan der Bolschewiki. J. St.) in folgendem Satz formuliert: ´Die Ungleichmäßigkeit der ökonomischen und politischen Entwicklung ist ein unbedingtes Gesetz des Kapitalismus.´ Daraus zog der ´Sozialdemokrat´ den Schluss, dass der Sieg des Sozialismus in einem Lande möglich sei und dass es deshalb nicht notwendig sei, die Diktatur des Proletariats in jedem einzelnen Staat von der Schaffung der Vereinigten Staaten von Europa abhängig zu machen. dass die kapitalistische Entwicklung der verschiedenen Länder ungleichmäßig ist, ist ein völlig unbestreitbares Argument. Aber diese Ungleichmäßigkeit selbst ist überaus ungleichmäßig. Das kapitalistische Niveau Englands, Österreichs, Deutschlands oder Frankreichs ist nicht ein und dasselbe. Aber im Vergleich zu Afrika und Asien stellen alle diese Länder das kapitalistische ´Europa´ dar, das für die soziale Revolution reif ist. dass kein einziges Land in seinem Kampfe auf die anderen ,warten´ soll, ist ein elementarer Gedanke, den zu wiederholen nützlich und notwendig ist, damit nicht die Idee der parallelen internationalen Tat durch die Idee der abwartenden internationalen Untätigkeit ersetzt werde. Ohne auf die anderen zu warten, beginnen wir den Kampf auf nationalem Boden und setzen ihn hier fort, in der vollen Überzeugung, dass unsere Initiative dem Kampf in den anderen Ländern einen Anstoß geben wird; wenn das aber nicht geschehen sollte, dann wäre es aussichtslos, zu glauben - davon zeugen sowohl die geschichtlichen Erfahrungen als auch theoretische Erwägungen -, dass zum Beispiel ein revolutionäres Rußland einem konservativen Europa gegenüber sich behaupten oder ein sozialistisches Deutschland in der kapitalistischen Welt isoliert bleiben könnte."

Wie man sieht, haben wir dieselbe Theorie des gleichzeitigen Sieges des Sozialismus in den ausschlaggebenden Ländern Europas vor uns, als eine Regel, die die Leninsche Revolutionstheorie des Sieges des Sozialismus in einem Lande ausschließt.

Es erübrigt sich zu sagen, dass zum vollständigen Siege des Sozialismus, zu einer vollständigen Garantie gegen die Wiederherstellung der alten Ordnung die gemeinsamen Anstrengungen der Proletarier mehrerer Länder notwendig sind. Es erübrigt sich zu sagen, dass das Proletariat Rußlands ohne die Unterstützung unserer Revolution durch das Proletariat Europas dem allgemeinen Ansturm nicht hätte widerstehen können, ebenso wie ohne Unterstützung der revolutionären Bewegung im Westen durch die Revolution in Rußland diese Bewegung sich nicht in dem Tempo hätte entwickeln können, mit dem es sich nach der proletarischen Diktatur in Rußland zu entwickeln begann. Es erübrigt sich zu sagen, dass wir Unterstützung brauchen. Aber was bedeutet die Unterstützung unserer Revolution durch das westeuropäische Proletariat? Die Sympathie der europäischen Arbeiter für unsere Revolution, ihre Bereitschaft, die Interventionspläne der Imperialisten zu durchkreuzen - ist das alles eine Unterstützung, eine ernste Hilfe? Unbedingt. Ohne diese Unterstützung, ohne diese Hilfe nicht allein von Seiten der europäischen Arbeiter, sondern auch von Seiten der kolonialen und abhängigen Länder hätte es die proletarische Diktatur in Rußland recht schwer gehabt. Reichten bisher diese Sympathie und diese Hilfe, im Verein mit der Macht unserer Roten Armee und der Bereitschaft der Arbeiter und Bauern Rußlands, das sozialistische Vaterland mit Leib und Leben zu verteidigen - reichte das alles aus, um die Angriffe der Imperialisten abzuwehren und die notwendigen Vorbedingungen für eine ernsthafte Aufbauarbeit zu erkämpfen? Ja, es reichte aus. Wächst diese Sympathie an oder ebbt sie ab? Sie wächst unbedingt an. Sind somit bei uns günstige Bedingungen nicht nur dafür vorhanden, das Werk der Organisierung der sozialistischen Wirtschaft voranzutreiben, sondern auch dafür, unserseits sowohl die westeuropäischen Arbeiter als auch die unterdrückten Völker des Ostens zu unterstützen? Ja, sie sind vorhanden. Davon spricht in beredter Weise die siebenjährige Geschichte der proletarischen Diktatur in Rußland. Kann man leugnen, dass bei uns ein mächtiger Arbeitsaufschwung bereits begonnen hat? Nein, das kann man nicht leugnen.

Welche Bedeutung kann nach alledem die Erklärung Trotzkis haben, dass ein revolutionäres Rußland einem konservativen Europa gegenüber sich nicht behaupten könnte?

Sie kann nur eine Bedeutung haben: Erstens, Trotzki fühlt nicht die innere Macht unserer Revolution; zweitens, Trotzki begreift nicht die unschätzbare Bedeutung der moralischen Unterstützung, die die Arbeiter des Westens und die Bauern des Ostens unserer Revolution erweisen; drittens, Trotzki merkt nicht jenes innere Siechtum, von dem der Imperialismus jetzt zerfressen wird.

Im Eifer seiner Kritik an der Leninschen Theorie der proletarischen Revolution hat Trotzki in seiner Broschüre "Das Friedensprogramm", die 1917 erschien und 1924 neu herausgegeben wurde, sich unversehens selbst den Kopf eingerannt.

Aber vielleicht ist auch diese Broschüre Trotzkis veraltet und entspricht aus irgendeinem Grunde nicht mehr seinen heutigen Ansichten? Nehmen wir die späteren Schriften Trotzkis, die nach dem Siege der proletarischen Revolution in einem Lande, in Rußland, geschrieben worden sind. Nehmen wir zum Beispiel das "Nachwort" Trotzkis zur neuen Auflage der Broschüre "Das Friedensprogramm", das 1922 geschrieben wurde. In diesem "Nachwort" schreibt er:

"Die im ´Friedensprogramm´ sich mehrere Male wiederholende Behauptung, dass die proletarische Revolution im nationalen Rahmen nicht siegreich zu Ende geführt werden kann, wird wohl manchen Lesern durch die fast fünf-jährige Erfahrung unserer Sowjetrepublik als widerlegt erscheinen. Eine solche Schlussfolgerung wäre aber unbegründet. Die Tatsache, dass der Arbeiterstaat sich in einem, und zwar überdies rückständigen Lande gegen die ganze Welt behaupten konnte, zeugt von der kolossalen Macht des Proletariats, die in anderen, fortgeschritteneren, zivilisierteren Ländern fähig sein wird, wahrhaft Wunder zu vollbringen. Aber wenn wir uns politisch und militärisch als Staat behauptet haben, so sind wir doch noch nicht zur Schaffung einer sozialistischen Gesellschaft gekommen, ja nicht einmal an sie herangekommen... Solange in den übrigen europäischen Staaten die Bourgeoisie an der Macht steht, sind wir gezwungen, im Kampf gegen die ökonomische Isolierung eine Verständigung mit der kapitalistischen Welt zu suchen; gleichzeitig kann mit Bestimmtheit gesagt werden, dass diese Verständigung uns bestenfalls helfen kann, die einen oder die anderen ökonomischen Wunden zu heilen, den einen oder den anderen Schritt vorwärts zu tun, dass aber ein wirklicher Aufschwung der sozialistischen Wirtschaft in Rußland erst nach dem Siegel des Proletariats in den wichtigsten Ländern Europas möglich sein wird."

So spricht Trotzki, der sich offenkundig an der Wirklichkeit versündigt und sich hartnäckig bemüht, die "permanente Revolution" vor dem endgültigen Zusammenbruch zu retten.

Es kommt also heraus, dass wir, man mag sich drehen und wenden, wie man will, zur Schaffung der sozialistischen Gesellschaft nicht nur "nicht gekommen", sondern an sie "nicht einmal herangekommen" sind. So mancher hat also auf eine "Verständigung mit der kapitalistischen Welt" gehofft, aber auch aus dieser Verständigung kommt nichts heraus, wie sich erweist, denn, man mag sich drehen und wenden, wie man will, einen "wirklichen Aufschwung der sozialistischen Wirtschaft" wird es nicht geben, solange das Proletariat "in den wichtigsten Ländern Europas" nicht gesiegt hat.

Da aber nun im Westen der Sieg noch nicht da ist, so bleibt der Revolution in Rußland nur die "Wahl": entweder auf dem Halm zu verfaulen oder zu einem bürgerlichen Staat zu entarten.

Nicht von ungefähr spricht Trotzki schon seit zwei Jahren von der "Entartung" unserer Partei.

Nicht von ungefähr prophezeite Trotzki im vorigen Jahr den "Untergang" unseres Landes.

Wie soll man diese seltsame "Theorie" mit Lenins Theorie vom "Siege des Sozialismus in einem Lande" in Einklang bringen?

Wie soll man diese seltsame "Perspektive" mit der Perspektive Lenins in Einklang bringen, dass die Neue Ökonomische Politik uns die Möglichkeit geben wird, "das Fundament der sozialistischen Ökonomik zu errichten"?

Wie soll man diese "permanente" Hoffnungslosigkeit zum Beispiel mit folgenden Worten Lenins in Einklang bringen:

"Der Sozialismus ist jetzt bereits keine Frage der fernen Zukunft oder irgendeines abstrakten Schemas oder irgendeines Heiligenbildes. Hinsichtlich der Heiligenbilder sind wir bei der alten, sehr schlechten Meinung geblieben. Wir haben den Sozialismus in das Alltagsleben einbezogen, und hier müssen wir uns zurechtfinden. Das eben ist die Aufgabe unserer Tage, das eben ist die Aufgabe unserer Epoche. Gestatten Sie mir, mit dem Ausdruck der Überzeugung zu schließen, dass wir, so schwer diese Aufgabe auch sein mag, so neu sie im Vergleich zu unserer früheren Aufgabe auch ist und so viele Schwierigkeiten sie uns auch bereiten mag - dass wir alle zusammen nicht morgen, wohl aber in einigen Jahren diese Aufgabe um jeden Preis lösen werden, so dass aus dem Rußland der NÖP das sozialistische Rußland werden wird." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 33, 5.405, russ.)

Wie soll man diese "permanente" Aussichtslosigkeit Trotzkis zum Beispiel mit folgenden Worten Lenins in Einklang bringen:

"In der Tat, die Verfügungsgewalt des Staates über alle großen Produktionsmittel, die Staatsmacht in den Händen des Proletariats, das Bündnis dieses Proletariats mit den vielen Millionen Klein- und Zwergbauern, die Sicherung der Führerstellung dieses Proletariats gegenüber der Bauernschaft usw. - ist das nicht alles, was notwendig ist, um aus den Genossenschaften, allein aus den Genossenschaften, die wir früher geringschätzig als Krämerei behandelt haben und die wir in gewisser Hinsicht jetzt, unter der NÖP, ebenso zu behandeln berechtigt sind, ist das nicht alles, was notwendig ist, um die vollendete sozialistische Gesellschaft zu errichten? Das ist noch nicht die Errichtung der sozialistischen Gesellschaft, aber es ist alles, was zu dieser Errichtung notwendig und hinreichend ist." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 33, S.428 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S. 989].)

Es ist klar, dass es hier keinen Einklang gibt noch geben kann. Die "permanente Revolution" Trotzkis ist die Verneinung der Leninschen Theorie der proletarischen Revolution und umgekehrt - die Leninsche Theorie der proletarischen Revolution ist die Verneinung der Theorie der "permanenten Revolution".

Unglaube an die Kräfte und Fähigkeiten unserer Revolution, Unglaube an die Kräfte und Fähigkeiten des russischen Proletariats - das ist die Grundlage der Theorie der "permanenten Revolution".

Bisher wurde gewöhnlich eine Seite der Theorie der "permanenten Revolution" betont - der Unglaube an die revolutionären Möglichkeiten der Bauernbewegung. Jetzt muss, der Gerechtigkeit halber, diese Seite durch eine andere Seite ergänzt werden - durch den Unglauben an die Kräfte und Fähigkeiten des Proletariats Rußlands.

Wodurch unterscheidet sich die Theorie Trotzkis von der gewöhnlichen Theorie des Menschewismus, dass der Sieg des Sozialismus in einem, und noch dazu in einem rückständigen Lande ohne den vorausgehenden Sieg der proletarischen Revolution "in den ausschlaggebenden Ländern Westeuropas" unmöglich ist?

Im Grunde genommen durch gar nichts.

Zweifel sind unmöglich. Trotzkis Theorie der "permanenten Revolution" ist eine Abart des Menschewismus.

In letzter Zeit sind in unserer Presse faule Diplomaten aufgetaucht, die sich bemühen, die Theorie der "permanenten Revolution" als etwas mit dem Leninismus Vereinbares einzuschmuggeln. Gewiss, sagen sie, habe sich diese Theorie im Jahre 1905 als untauglich erwiesen. Aber der Fehler Trotzkis bestehe darin, dass er damals vorausgeeilt sei, da er versucht habe, auf die Situation von 1905 etwas anzuwenden, was damals nicht angewandt werden konnte. Aber später, sagen sie, zum Beispiel im Oktober 1917, als die Revolution vollständig herangereift war, habe sich die Theorie Trotzkis als durchaus angebracht erwiesen. Es ist nicht schwer zu erraten, dass die Hauptperson unter diesen Diplomaten Radek ist. Man höre doch:

"Der Krieg hat eine Kluft zwischen der Bauernschaft, die den Grund und Boden erkämpfen wollte und nach Frieden strebte, und den kleinbürgerlichen Parteien aufgerissen; der Krieg brachte die Bauernschaft unter die Führung der Arbeiterklasse und ihrer Avantgarde, der Partei der Bolschewiki. Möglich wurde nicht die Diktatur der Arbeiterklasse und der Bauernschaft, sondern die Diktatur der sich auf die Bauernschaft stützenden Arbeiterklasse. Was Rosa Luxemburg und Trotzki im Jahre 1905 gegen Lenin vorbrachten (das heißt die "permanente Revolution". J. St.), erwies sich in Wirklichkeit als zweite Etappe der historischen Entwicklung."

Hier ist jedes Wort eine Verdrehung.

Es ist nicht wahr, dass während des Krieges "nicht die Diktatur der Arbeiterklasse und der Bauernschaft, sondern die Diktatur der sich auf die Bauernschaft stützenden Arbeiterklasse möglich wurde". In Wirklichkeit war die Februarrevolution 1917 die Verwirklichung der Diktatur des Proletariats und der Bauernschaft in eigenartiger Verflechtung mit der Diktatur der Bourgeoisie.

Es ist nicht wahr, dass die Theorie der "permanenten Revolution", die Radek schamhaft verschweigt, im Jahre 1905 von Rosa Luxemburg und Trotzki vorgebracht wurde. In Wirklichkeit wurde diese Theorie von Parvus und Trotzki vorgebracht. Jetzt, nach zehn Monaten, korrigiert sich Radek und hält es für notwendig, Parvus wegen der "permanenten Revolution" zu schelten. Aber die Gerechtigkeit verlangt von Radek, dass auch der Kompagnon von Parvus, Trotzki, gescholten werde.

Es ist nicht wahr, dass die "permanente Revolution", die durch die Revolution von 1905 über Bord geworfen wurde, sich in der "zweiten Etappe der historischen Entwicklung", das heißt während der Oktoberrevolution, als richtig erwiesen habe. Der ganze Verlauf der Oktoberrevolution, ihre ganze Entwicklung haben den völligen Bankrott der Theorie der "permanenten Revolution", ihre völlige Unvereinbarkeit mit den Grundlagen des Leninismus offenbart und bewiesen.

Mit süßlichen Reden und fauler Diplomatie lässt sich der klaffende Abgrund zwischen der Theorie der "permanenten Revolution" und dein Leninismus nicht verdecken.


III
ÜBER EINIGE BESONDERHEITEN DER TAKTIK DER
BOLSCHEWIKI IN DER PERIODE DER VORBEREITUNG
DES OKTOBER

Um die Taktik der Bolschewiki während der Periode der Vorbereitung des Oktobers zu verstehen, muss man sich wenigstens über einige besonders wichtige Besonderheiten dieser Taktik klar werden. Dies ist umso notwendiger, als in den zahlreichen Broschüren über die Taktik der Bolschewiki gerade diese Besonderheiten nicht selten übergangen werden.

Was sind das für Besonderheiten?

Erste Besonderheit. Wenn man Trotzki hört, könnte man meinen, in der Geschichte der Vorbereitung des Oktober gebe es im ganzen zwei Perioden, die Periode der Erkundung und die Periode des Aufstands, und was darüber ist, das ist vom Übel. Was ist die Aprilmanifestation des Jahres 1917? "Die Aprilmanifestation, die einen ´linkeren´ Kurs einschlug als angezeigt war, war ein Erkundungsvorstoß zur Prüfung der Stimmung der Massen und des gegenseitigen Verhältnisses zwischen ihnen und der Mehrheit in den Sowjets." Und was war die Julidemonstration des Jahres 1917? Nach der Meinung Trotzkis "lief die Sache im Grunde genommen auch diesmal auf eine neue, umfassendere Erkundung in einer neuen, höheren Etappe der Bewegung hinaus". Es erübrigt sich zu sagen, dass die Junidemonstration des Jahres 1917, die auf Verlangen unserer Partei veranstaltet wurde, nach der Auffassung Trotzkis erst recht als "Erkundung" bezeichnet werden muss.

Demnach hätten die Bolschewiki schon im März 1917 über eine fertige politische Armee aus Arbeitern und Bauern verfügt, und wenn sie diese weder im April noch im Juni, noch im Juli zum Aufstand einsetzten, sondern sich lediglich mit "Erkundung" beschäftigten, so sei dies einzig und allein aus dem Grunde geschehen, weil die "Ergebnisse der Erkundung" damals keine günstigen "Anhaltspunkte" geliefert hätten.

Es erübrigt sich zu sagen, dass diese versimpelte Vorstellung von der politischen Taktik unserer Partei nichts anderes ist als eine Verwechslung der gewöhnlichen militärischen Taktik mit der revolutionären Taktik der Bolschewiki.

In Wirklichkeit waren alle diese Demonstrationen in erster Linie das Ergebnis des elementaren Drucks der Massen, das Ergebnis der auf die Straße drängenden Empörung der Massen gegen den Krieg.

In Wirklichkeit bestand hier die Rolle der Partei darin, die elementar ausbrechenden Aktionen der Massen im Sinne der revolutionären Losungen der Bolschewiki zu gestalten und zu leiten.

In Wirklichkeit hatten die Bolschewiki im März 1917 keine fertige politische Armee und konnten sie auch nicht haben. Die Bolschewiki schufen eine solche Armee erst während der Kämpfe und Zusammenstöße der Klassen von April bis Oktober 1917 (und haben sie auch schließlich kurz vor dem Oktober 1917 geschaffen), sie schufen sie sowohl durch die Aprilmanifestation wie durch die Juni- und die Julidemonstration, durch die Wahlen zu den Bezirks- und Stadtdumas wie durch den Kampf gegen den Kornilowputsch und durch die Eroberung der Sowjets. Eine politische Armee ist etwas anderes als eine militärische Armee. Während die militärische Leitung den Krieg erst beginnt, wenn sie bereits eine fertige Armee in Händen hat, muss die Partei ihre Armee im Verlauf des Kampfes selbst, im Verlauf der Klassenzusammenstöße schaffen, in dem Maße, wie sich die Massen selbst durch ihre eigene Erfahrung von der Richtigkeit der Losungen der Partei, von der Richtigkeit ihrer Politik überzeugen.

Gewiss beleuchtete jede dieser Demonstrationen gleichzeitig auch in einem gewissen Maße die dem Auge verborgenen Kräfteverhältnisse, war eine gewisse Erkundung, aber die Erkundung war hier nicht der Beweggrund zur Demonstration, sondern ihr natürliches Ergebnis.

Bei der Analyse der Ereignisse vor dem Oktoberaufstand und bei ihrem Vergleich mit den Ereignissen von April bis Juli sagte Lenin:

"Die Dinge liegen eben nicht so wie vor dem 20. und 21. April, dem 9. Juni, dem 3. Juli, denn damals gab es eine elementare Erregung, die wir als Partei entweder nicht aufzufangen verstanden (20. April) oder zurückdämmten und zu einer friedlichen Demonstration gestalteten (9. Juni und 3. Juli). Denn wir wussten damals sehr gut, dass die Sowjets noch nicht in unseren Händen sind, dass die Bauern noch an den Weg der Liberdan-Tschernow und nicht an den bolschewistischen Weg (den Aufstand) glauben, dass folglich die Mehrheit des Volkes nicht hinter uns stehen kann, dass folglich der Aufstand verfrüht ist." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 26, 5.179, russ.)

Es ist klar, dass man da mit "Erkundung" allein nicht weit kommt.

Es handelt sich offensichtlich nicht um "Erkundung", sondern um folgendes:

1. Die Partei stützte sich während der ganzen Periode der Vorbereitung des Oktober in ihrem Kampfe unentwegt auf den elementaren Aufschwung der revolutionären Massenbewegung;

2. gestützt auf den elementaren Aufschwung, behauptete sie die ungeteilte Führung der Bewegung;

3. durch diese Führung der Bewegung wurde der Partei die Formierung einer politischen Massenarmee für den Oktoberaufstand erleichtert;

4. diese Politik musste dazu führen, dass sich die ganze Vorbereitung des Oktober unter Führung einer Partei, der Partei der Bolschewiki, vollzog;

5. diese Vorbereitung des Oktobers führte ihrerseits dazu, dass die Staatsgewalt infolge des Oktoberaufstands in die Hände einer Partei, der Partei der Bolschewiki, gelangte.

Also ungeteilte Führung durch eine Partei, die Partei der Kommunisten, als grundlegendes Moment bei der Vorbereitung des Oktobers - das ist der kennzeichnende Zug der Oktoberrevolution, das ist die erste Besonderheit der Taktik der Bolschewiki in der Periode der Vorbereitung des Oktobers.

Es braucht wohl kaum nachgewiesen zu werden, dass der Sieg der Diktatur des Proletariats unter den Bedingungen des Imperialismus ohne diese Besonderheit der Taktik der Bolschewiki unmöglich gewesen wäre.

Dadurch unterscheidet sich die Oktoberrevolution vorteilhaft von der Revolution des Jahres 1871 in Frankreich, wo sich zwei Parteien in die Führung der Revolution teilten, von denen keine als eine kommunistische Partei bezeichnet werden kann.

Zweite Besonderheit. Die Vorbereitung des Oktober vollzog sich somit unter Führung einer Partei, der Partei der Bolschewiki. Wie aber wurde von der Partei diese Führung bewerkstelligt, auf welcher Linie vollzog sie sich? Diese Führung vollzog sich auf der Linie der Isolierung der Paktiererparteien als der gefährlichsten Gruppierungen in der Periode, da die Revolution ihrer Entscheidung entgegenging, auf der Linie der Isolierung der Sozialrevolutionäre und Menschewiki.

Worin besteht die grundlegende strategische Regel des Leninismus? Sie besteht in der Erkenntnis:

1. dass die gefährlichste soziale Stütze der Feinde der Revolution in der Periode der herannahenden revolutionären Entscheidung die Paktiererparteien sind;

2. dass es ohne Isolierung dieser Parteien unmöglich ist, den Feind (den Zarismus oder die Bourgeoisie) zu stürzen;

3. dass infolgedessen in der Periode der Vorbereitung der Revolution die Hauptschläge darauf gerichtet sein müssen, diese Parteien zu isolieren und die breiten werktätigen Massen von ihnen loszulösen.

In der Periode des Kampfes gegen den Zarismus, in der Periode der Vorbereitung der bürgerlich-demokratischen Revolution (1905 bis 1916) war die liberal-monarchistische Partei, die Partei der Kadetten, die gefährlichste soziale Stütze des Zarismus. Warum? Weil sie eine Paktiererpartei war, eine Partei des Paktierens zwischen dem Zarismus und der Mehrheit des Volkes, das heißt der Bauernschaft als Ganzem. Es ist natürlich, dass die Partei damals die Hauptschläge gegen die Kadetten richtete, denn ohne die Kadetten isoliert zu haben, war es unmöglich, auf den Bruch der Bauernschaft mit dem Zarismus zu rechnen, ohne aber diesen Bruch herbeigeführt zu haben, war es unmöglich, auf den Sieg der Revolution zu rechnen. Viele begriffen damals nicht diese Besonderheit der bolschewistischen Strategie und warfen den Bolschewiki übermäßigen "Kadettenhass" vor, sie behaupteten, der Kampf gegen die Kadetten "überschatte" bei den Bolschewiki den Kampf gegen den Hauptfeind, den Zarismus. Diese jeder Grundlage entbehrenden Vorwürfe offenbarten jedoch direktes Unverständnis für die bolschewistische Strategie, die die Isolierung der Paktiererpartei fordert, um den Sieg über den Hauptfeind zu erleichtern und zu beschleunigen.

Es braucht wohl kaum nachgewiesen zu werden, dass die Hegemonie des Proletariats in der bürgerlich-demokratischen Revolution ohne diese Strategie unmöglich gewesen wäre.

In der Periode der Vorbereitung des Oktobers verschob sich das Schwergewicht der kämpfenden Kräfte auf eine neue Ebene. Es gab keinen Zaren mehr. Die Partei der Kadetten hatte sich aus einer paktierenden Kraft in die regierende, in die herrschende Kraft des Imperialismus verwandelt. Der Kampf ging nicht mehr zwischen Zarismus und Volk, sondern zwischen Bourgeoisie und Proletariat. In dieser Periode waren die klein-bürgerlichen demokratischen Parteien, die Parteien der Sozialrevolutionäre und der Menschewiki, die gefährlichste soziale Stütze des Imperialismus. Warum? Weil diese Parteien damals Paktiererparteien waren, Parteien des Paktierens zwischen dem Imperialismus und den werktätigen Massen. Es ist natürlich, dass die Hauptschläge der Bolschewiki damals gegen diese Parteien gerichtet wurden, denn ohne diese Parteien isoliert zu haben, war es unmöglich, auf den Bruch der werktätigen Massen mit dem Imperialismus zu rechnen, ohne aber diesen Bruch herbeigeführt zu haben, war es unmöglich, auf den Sieg der Sowjetrevolution zu rechnen. Viele begriffen damals nicht diese Besonderheit der bolschewistischen Taktik und warfen den Bolschewiki "übermäßigen Hass" gegen die Sozialrevolutionäre und Menschewiki sowie "Außerachtlassung" des Hauptziels vor. Doch zeugt die ganze Periode der Vorbereitung des Oktobers in beredter Weise davon, dass die Bolschewiki nur durch diese Taktik den Sieg der Oktoberrevolution sicherstellen konnten.

Der kennzeichnende Zug dieser Periode ist die weitere Revolutionierung der werktätigen Massen der Bauernschaft, ihre Enttäuschung über die Sozialrevolutionäre und Menschewiki, ihre Abkehr von diesen Parteien, ihre Hinwendung zum direkten Zusammenschluss um das Proletariat als der einzigen restlos revolutionären Kraft, die fähig war, das Land zum Frieden zu führen. Die Geschichte dieser Periode ist die Geschichte des Kampfes der Sozialrevolutionäre und Menschewiki auf der einen und der Bolschewiki auf der anderen Seite um die werktätigen Massen der Bauernschaft, um die Gewinnung dieser Massen. Das Schicksal dieses Kampfes wurde entschieden durch die Koalitionsperiode, durch die Kerenskiperiode, durch die Weigerung der Sozialrevolutionäre und Menschewiki, das Land der Gutsbesitzer zu konfiszieren, durch den Kampf der Sozialrevolutionäre und Menschewiki für die Fortführung des Krieges, durch die Junioffensive an der Front, durch die Todesstrafe für die Soldaten, durch den Kornilowaufstand. Und all das entschied dieses Schicksal ausschließlich zugunsten der bolschewistischen Strategie. Denn ohne Isolierung der Sozialrevolutionäre und Menschewiki war es unmöglich, die Regierung der Imperialisten zu stürzen, ohne den Sturz dieser Regierung aber war es unmöglich, sich aus dem Kriege herauszureißen. Die Politik der Isolierung der Sozialrevolutionäre und Menschewiki erwies sich als die einzig richtige Politik.

Also Isolierung der Parteien der Menschewiki und Sozialrevolutionäre als Grundlinie der Führung bei der Vorbereitung des Oktobers - das ist die zweite Besonderheit der Taktik der Bolschewiki.

Es braucht wohl kaum nachgewiesen zu werden, dass das Bündnis der Arbeiterklasse und der werktätigen Massen der Bauernschaft ohne diese Besonderheit der Taktik der Bolschewiki in der Luft gehangen hätte.

Es ist bezeichnend, dass Trotzki in seinen "Lehren des Oktober" von dieser Besonderheit der bolschewistischen Taktik gar nichts oder nahezu gar nichts sagt.

Dritte Besonderheit. Die Führung der Partei bei der Vorbereitung des Oktober vollzog sich also auf der Linie der Isolierung der Parteien der Sozialrevolutionäre und Menschewiki, auf der Linie der Loslösung der breiten Massen der Arbeiter und Bauern von diesen Parteien. Wie wurde aber diese Isolierung durch die Partei konkret verwirklicht, in welcher Form, unter welcher Losung? Sie wurde verwirklicht in der Form der revolutionären Bewegung der Massen für die Macht der Sowjets, unter der Losung "Alle Macht den Sowjets!", auf dem Wege des Kampfes für die Umwandlung der Sowjets aus Organen zur Mobilisierung der Massen in Organe des Aufstands, in Organe der Staatsmacht, in den Apparat des neuen, des proletarischen Staatswesens.

Weshalb griffen die Bolschewiki gerade nach den Sowjets als dem wichtigsten organisatorischen Hebel, der die Isolierung der Menschewiki und Sozial-revolutionäre erleichtern konnte, der geeignet war, die Sache der proletarischen Revolution voranzutreiben, und berufen war, die Millionenmassen der Werktätigen zum Siege der Diktatur des Proletariats zu führen?

Was sind die Sowjets?

"Die Sowjets", sagte Lenin schon im September 1917, "sind der neue Staatsapparat, der erstens die bewaffnete Macht der Arbeiter und Bauern schafft, wobei diese Macht nicht wie die Macht des alten stehenden Heeres vom Volke losgelöst, sondern aufs engste mit ihm verbunden ist; in militärischer Hinsicht ist diese Macht unvergleichlich stärker als die früheren; in revolutionärer Hinsicht ist sie durch nichts anderes zu ersetzen. Zweitens schafft dieser Apparat eine so enge, untrennbare, leicht zu kontrollierende und zu erneuernde Verbindung mit den Massen, mit der Mehrheit des Volkes, wie sie beim früheren Staatsapparat nicht einmal andeutungsweise vorhanden war. Drittens ist dieser Apparat dank der Wählbarkeit und Absetzbarkeit seines Personalbestands, die ohne bürokratische Formalitäten nach dem Willen des Volkes verwirklicht werden, viel demokratischer als die früheren Apparate. Viertens schafft er eine feste Verbindung mit den mannigfachsten Berufen, wodurch er es erleichtert, die verschiedensten Reformen von einschneidender Bedeutung ohne Bürokratie durchzuführen. Fünftens schafft er eine Organisationsform der Vorhut, das heißt des bewusstesten, energischsten und fortgeschrittensten Teils der unterdrückten Klassen, der Arbeiter und der Bauern, und stellt auf diese Weise einen Apparat dar, mit dessen Hilfe die Vorhut der unterdrückten Klassen die ganze gigantische Masse dieser Klassen, die bisher völlig außerhalb des politischen Lebens, außerhalb der Geschichte stand, zu heben, zu erziehen, zu schulen und zu führen vermag. Sechstens ermöglicht er es, die Vorteile des Parlamentarismus mit den Vorteilen der unmittelbaren und direkten Demokratie zu vereinigen, das heißt in der Person der gewählten Volksvertreter sowohl die gesetzgebende Funktion als auch den Vollzug der Gesetze zu vereinigen. Im Vergleich mit dem bürgerlichen Parlamentarismus ist das in der Entwicklung der Demokratie ein Fortschritt, der von welthistorischer Bedeutung ist...

Hätte die schöpferische Volkskraft der revolutionären Klassen nicht die Sowjets hervorgebracht, so wäre die proletarische Revolution in Rußland eine hoffnungslose Sache; denn mit dem alten Apparat würde das Proletariat die Macht zweifellos nicht behaupten können, ein neuer Apparat aber kann nicht auf einmal geschaffen werden." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 26, S. 79/80, russ.)

Das war der Grund, weshalb die Bolschewiki nach den Sowjets als dem wichtigsten organisatorischen Kettenglied griffen, das die Organisierung der Oktoberrevolution und die Schaffung des neuen, mächtigen Apparats eines proletarischen Staatswesens erleichtern konnte.

Die Losung "Alle Macht den Sowjets!" durchlief vom Standpunkt ihrer inneren Entwicklung zwei Stadien: das erste (bis zur Juliniederlage der Bolschewiki, während der Doppelherrschaft) und das zweite (nach der Niederlage des Kornilowaufstands).

Im ersten Stadium bedeutete diese Losung die Sprengung des Blocks der Menschewiki und Sozialrevolutionäre mit den Kadetten, die Bildung einer Sowjetregierung aus Menschewiki und Sozialrevolutionären (denn die Sowjets waren damals sozialrevolutionär-menschewistisch), das Recht der freien Agitation für die Opposition (das heißt für die Bolschewiki) und den freien Kampf der Parteien innerhalb der Sowjets, darauf berechnet, dass es den Bolschewiki durch diesen Kampf gelingen werde, die Sowjets zu erobern und die Zusammensetzung der Sowjetregierung auf dem Wege einer friedlichen Entwicklung der Revolution zu ändern. Dieser Plan bedeutete natürlich nicht die Diktatur des Proletariats. Doch erleichterte er zweifellos die Schaffung der zur Sicherung der Diktatur notwendigen Voraussetzungen, denn dieser Plan hätte dadurch, dass er die Menschewiki und Sozialrevolutionäre an die Macht gebracht und gezwungen hätte, ihre antirevolutionäre Plattform in die Tat umzusetzen, die Entlarvung des wahren Wesens dieser Parteien, ihre Isolierung, ihre Loslösung von den Massen beschleunigt. Die Juliniederlage der Bolschewiki unterbrach jedoch diese Entwicklung, denn sie gab der Konterrevolution der Generale und Kadetten das Übergewicht und trieb die Sozialrevolutionäre und Menschewiki der Konterrevolution in die Arme. Dieser Umstand zwang die Partei, vorübergehend die Losung "Alle Macht den Sowjets!" zurückzuziehen, um sie bei einem neuen Aufschwung der Revolution erneut aufzustellen.

Die Niederlage des Kornilowaufstands leitete das zweite Stadium ein. Die Losung "Alle Macht den Sowjets!" wurde erneut auf die Tagesordnung gesetzt. Aber jetzt bedeutete diese Losung schon nicht mehr dasselbe wie im ersten Stadium. Ihr Inhalt hatte sich von Grund aus geändert. Jetzt bedeutete diese Losung den völligen Bruch mit dem Imperialismus und den Übergang der Macht an die Bolschewiki, denn die Sowjets waren bereits in ihrer Mehrheit bolschewistisch. Jetzt bedeutete diese Losung, dass die Revolution auf dem Wege des Aufstands unmittelbar an die Diktatur des Proletariats heranrückte. Mehr noch, jetzt bedeutete diese Losung die Organisierung und staatliche Gestaltung der Diktatur des Proletariats.

Der unschätzbare Wert der Taktik der Umwandlung der Sowjets in Organe der Staatsmacht bestand darin, dass sie die Millionenmassen der Werktätigen vom Imperialismus loslöste, die Parteien der Menschewiki und Sozialrevolutionäre als Werkzeuge des Imperialismus entlarvte und diese Massen sozusagen auf direktem Wege an die Diktatur des Proletariats heranführte.

Somit bildet die Politik der Umwandlung der Sowjets in Organe der Staatsmacht als wichtigste Vorbedingung für die Isolierung der Paktiererparteien und für den Sieg der Diktatur des Proletariats die dritte Besonderheit der Taktik der Bolschewiki in der Periode der Vorbereitung des Oktobers.

Vierte Besonderheit. Das Bild wäre unvollständig, wenn wir uns nicht mit der Frage befassten, wie und warum es den Bolschewiki gelang, ihre Parteilosungen in Losungen für die Millionenmassen zu verwandeln, in Losungen, die die Revolution vorantrieben, wie und warum es ihnen gelang, nicht nur die Avantgarde und nicht nur die Mehrheit der Arbeiterklasse, sondern auch die Mehrheit des Volkes von der Richtigkeit ihrer Politik zu überzeugen.

Die Sache ist die, dass für den Sieg der Revolution, falls diese Revolution wirklich eine Volksrevolution ist, die Millionenmassen erfasst, die Richtigkeit der Parteilosungen allein nicht genügt. Für den Sieg der Revolution ist noch eine Vorbedingung erforderlich, und zwar: dass die Massen sich selbst durch ihre eigene Erfahrung von der Richtigkeit dieser Losungen überzeugen. Nur dann werden die Losungen der Partei zu Losungen der Massen selbst. Nur dann wird die Revolution zu einer wirklichen Volksrevolution. Eine der Besonderheiten der Taktik der Bolschewiki in der Periode der Vorbereitung des Oktober besteht darin, dass sie es verstanden hat, richtig die Wege und Wendungen zu bestimmen, die die Massen in natürlicher Weise an die Losungen der Partei, sozusagen direkt an die Schwelle der Revolution heranführen, und es ihnen auf diese Weise erleichterte, die Richtigkeit dieser Losungen an Hand ihrer eigenen Erfahrung zu fühlen, zu prüfen, zu erkennen. Mit anderen Worten, eine der Besonderheiten der Taktik der Bolschewiki besteht darin, dass sie die Aufgabe, die Partei zu führen, nicht mit der Aufgabe, die Massen zu führen, verwechselt, dass sie klar den Unterschied zwischen der Führung der ersten Art und der Führung der zweiten Art sieht, dass sie somit die Wissenschaft nicht nur von der Führung der Partei, sondern auch von der Führung der Millionenmassen der Werktätigen ist.

Ein anschauliches Beispiel dafür, wie sich diese Besonderheit der bolschewistischen Taktik äußerte, sind die Erfahrungen mit der Einberufung und Auseinanderjagung der Konstituierenden Versammlung.

Es ist bekannt, dass die Bolschewiki die Losung der Republik der Sowjets schon im April 1917 aufgestellt hatten. Es ist bekannt, dass die Konstituierende Versammlung ein bürgerliches Parlament war, dessen ganzes Wesen den Grundlagen einer Republik der Sowjets widersprach. Wie konnte es geschehen, dass die Bolschewiki, die die Republik der Sowjets anstrebten, gleichzeitig von der Provisorischen Regierung die sofortige Einberufung der Konstituierenden Versammlung forderten? Wie konnte es geschehen, dass die Bolschewiki nicht nur an den Wahlen teilnahmen, sondern auch selbst die Konstituierende Versammlung einberiefen? Wie konnte es geschehen, dass die Bolschewiki einen Monat vor dem Aufstand, beim Übergang vom Alten zum Neuen, eine vorübergehende Kombination der Republik der Sowjets und der Konstituierenden Versammlung für möglich hielten?

Es "geschah" dies aus folgenden Gründen:

1. Die Idee der Konstituierenden Versammlung war unter den breiten Massen der Bevölkerung eine der populärsten Ideen;

2. die Losung der sofortigen Einberufung der Konstituierenden Versammlung erleichterte die Entlarvung des konterrevolutionären Wesens der Provisorischen Regierung;

3. um der Idee der Konstituierenden Versammlung in den Augen der Volksmassen den Nimbus zu nehmen, war es notwendig, diese Massen mit ihren Forderungen nach Land, Frieden und Sowjetmacht an die Schwelle der Konstituierenden Versammlung heranzuführen und sie auf diese Weise mit der wirklichen und lebendigen Konstituierenden Versammlung zusammenprallen zu lassen;

4. nur auf diese Weise konnte man es den Massen erleichtern, sich durch ihre eigene Erfahrung von dem konterrevolutionären Wesen der Konstituierenden Versammlung und von der Notwendigkeit ihrer Auseinanderjagung zu überzeugen;

5. all dies setzte naturgemäß die Möglichkeit voraus, dass eine vorübergehende Kombination der Republik der Sowjets und der Konstituierenden Versammlung zugelassen wird als eins der Mittel zur Überwindung der Konstituierenden Versammlung;

6. eine solche Kombination, falls sie beim Übergang der ganzen Macht an die Sowjets verwirklicht worden wäre, konnte lediglich die Unterordnung der Konstituierenden Versammlung unter die Sowjets, ihre Verwandlung in ein Anhängsel der Sowjets, ihr schmerzloses Absterben bedeuten.

Es braucht wohl kaum nachgewiesen zu werden, dass die Auseinanderjagung der Konstituierenden Versammlung ohne diese Politik der Bolschewiki nicht so glatt vor sich gegangen wäre und dass die nachfolgenden Aktionen der Sozialrevolutionäre und Menschewiki unter der Losung "Alle Macht der Konstituierenden Versammlung!" nicht so schmählich zusammengebrochen wären.

"Wir haben uns", sagt Lenin, "im September-November 1917 an den Wahlen zum bürgerlichen Parlament Rußlands, zur Konstituierenden Versammlung, beteiligt. War unsere Taktik richtig oder nicht?... Hatten wir russischen Bolschewiki im September-November 1917 nicht mehr als jeder beliebige Kommunist im Westen das Recht, anzunehmen, dass der Parlamentarismus in Rußland sich politisch überlebt habe? Natürlich hatten wir es, denn es kommt ja nicht darauf an, ob die bürgerlichen Parlamente lange oder kurze Zeit bestehen, sondern darauf, wieweit die breiten Massen der Werktätigen (ideologisch, politisch, praktisch) dazu bereit sind, die Sowjetordnung anzuerkennen und das bürgerlich-demokratische Parlament auseinanderzujagen (oder seine Auseinanderjagung zuzulassen). dass in Rußland im September-November 1917 die Arbeiterklasse der Städte, die Soldaten und die Bauern infolge einer Reihe von besonderen Umständen für die Anerkennung der Sowjetordnung und die Auseinanderjagung selbst des demokratischsten bürgerlichen Parlaments außerordentlich gut vorbereitet waren, das ist eine ganz unbestreitbare und durchaus feststehende historische Tatsache. Und trotzdem haben die Bolschewiki die Konstituierende Versammlung nicht boykottiert, sondern haben sich sowohl vor als auch nach der Eroberung der politischen Macht durch das Proletariat an den Wahlen beteiligt." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 31, S.41 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S.705/706])

Warum haben sie nun die Konstituierende Versammlung nicht boykottiert? Weil, wie Lenin sagt,

"sogar einige Wochen vor dem Siege der Sowjetrepublik, ja sogar nach diesem Siege die Beteiligung am bürgerlich-demokratischen Parlament dem revolutionären Proletariat nicht nur nicht schadet, sondern es ihm erleichtert, den rückständigen Massen zu beweisen, weshalb solche Parlamente es verdienen, auseinandergejagt zu werden, es ihm erleichtert, sie mit Erfolg auseinanderzujagen, und dazu beiträgt, dass der bürgerliche Parlamentarismus sich ,politisch überlebt´." (Ebenda, S.42, russ. [S.706, deutsch].)

Es ist bezeichnend, dass Trotzki diese Besonderheit der bolschewistischen Taktik nicht begreift und über die "Theorie" der Kombination der Konstituierenden Versammlung und der Sowjets als über eine Hilferdingerei die Nase rümpft.

Er begreift nicht, dass die Zulassung einer derartigen Kombination - wenn die Losung des Aufstands gegeben und der Sieg der Sowjets wahrscheinlich ist -, verbunden mit der Einberufung der Konstituierenden Versammlung, die einzig revolutionäre Taktik ist, die mit der Hilferdingschen Taktik der Verwandlung der Sowjets in ein Anhängsel der Konstituierenden Versammlung nichts gemein hat, dass der Fehler einiger Genossen in dieser Frage ihm noch keine Berechtigung gibt, die vollkommen richtige Stellungnahme Lenins und der Partei zu einer "kombinierten Staatsform" unter gewissen Voraussetzungen (vgl. Bd. 26, S. 170) zu schmähen.

Er begreift nicht, dass es den Bolschewiki ohne ihre spezifische Politik gegenüber der Konstituierenden Versammlung nicht gelungen wäre, die Millionenmassen des Volkes für sich zu gewinnen, dass sie aber, ohne diese Massen gewonnen zu haben, den Oktoberaufstand nicht in eine tief greifende Volksrevolution hätten verwandeln können.

Es ist interessant, dass Trotzki sogar über Worte wie "Volk", "revolutionäre Demokratie" und dergleichen, die in den Artikeln der Bolschewiki anzutreffen sind, die Nase rümpft, da er sie im Munde von Marxisten für ungebührlich hält.

Trotzki vergisst offenbar, dass Lenin, zweifellos ein Marxist, sogar noch im September 1917, einen Monat vor dem Siege der Diktatur des Proletariats, schrieb, "dass die gesamte Macht sofort in die Hände der vom revolutionären Proletariat geführten revolutionären Demokratie übergehen muss" (siehe 4. Ausgabe, Bd. 26, S. 8 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S. 136]).

Trotzki vergisst offenbar, dass Lenin, zweifellos ein Marxist, als er den bekannten Brief von Marx an Kugelmann

"Siehe K. Marx und F. Engels, "Ausgewählte Briefe", 1947, S. 262-264 [deutsch in "Ausgewählte Schriften" in zwei Bänden, Bd. II, S.435/436].
(vom April 1871) zitierte, in dem es heißt, dass das Zerbrechen des bürokratisch-militärischen Staatsapparats die Vorbedingung jeder wirklichen Volksrevolution auf dem Kontinent ist, schwarz auf weiß folgende Zeilen schrieb:

"Besondere Beachtung verdient die außerordentlich tiefe Bemerkung von Marx, dass die Zerstörung der bürokratisch-militärischen Staatsmaschinerie ´die Vorbedingung jeder wirklichen ´Volksrevolution´ bilde. Dieser Begriff der ´Volks´revolution mutet im Munde von Marx sonderbar an, und die russischen Plechanowisten und Menschewiki, diese Nachfolger Struves, die als Marxisten gelten möchten, könnten am Ende diesen Ausdruck von Marx als ´falschen Zungenschlag´ hinstellen. Sie haben aus dem Marxismus ein so armselig-liberales Zerrbild gemacht, dass für sie außer der Gegenüberstellung von bürgerlicher und proletarischer Revolution nichts anderes existiert, und selbst diese Gegenüberstellung wird von ihnen unglaublich starr aufgefasst...

Auf dem europäischen Kontinent bildete 1871 das Proletariat in keinem Lande die Mehrheit des Volkes. Eine ´Volks´revolution, die tatsächlich die Mehrheit des Volkes in die Bewegung einbezieht, konnte nur dann eine solche sein, wenn sie sowohl das Proletariat als auch die Bauernschaft erfasst. Diese beiden Klassen bildeten damals eben das ´Volk´. Beide Klassen sind dadurch vereint, dass die ´bürokratisch-militärische Staatsmaschinerie´ sie knechtet, bedrückt, ausbeutet. Diese Maschinerie zu zerschlagen, sie zu zerbrechen - das verlangt das wirkliche Interesse des ´Volkes´, seiner Mehrheit, der Arbeiter und der Mehrzahl der Bauern, das ist die ,Vorbedingung´ für ein freies Bündnis der armen Bauern mit den Proletariern, ohne dieses Bündnis aber ist die Demokratie nicht von Dauer und die sozialistische Umgestaltung unmöglich." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 25, S.388 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S. 186, 187].)

Diese Worte Lenins darf man nicht vergessen.

Also die Fähigkeit, die Massen durch ihre eigenen Erfahrungen von der Richtigkeit der Parteilosungen zu überzeugen, dadurch, dass man diese Massen an die revolutionären Positionen heranführt, als wichtigste Vorbedingung für die Gewinnung von Millionen Werktätigen für die Partei das ist die vierte Besonderheit der Taktik der Bolschewiki in der Periode der Vorbereitung des Oktober.

Ich glaube, dass das Gesagte vollauf genügt, uni sich die kennzeichnenden Züge dieser Taktik klarzumachen.


IV
DIE OKTOBERREVOLUTION
ALS BEGINN UND VORAUSSETZUNG
DER WELTREVOLUTION

Es ist unzweifelhaft, dass die Universaltheorie des gleichzeitigen Sieges der Revolution in den ausschlaggebenden Ländern Europas, die Theorie der Unmöglichkeit des Sieges des Sozialismus in einem Lande, sich als künstliche, lebensunfähige Theorie erwiesen hat. Die siebenjährige Geschichte der proletarischen Revolution in Rußland spricht nicht für, sondern gegen diese Theorie. Diese Theorie ist nicht nur als Entwicklungsschema der Weltrevolution unannehmbar, denn sie steht im Widerspruch zu offenkundigen Tatsachen. Sie ist noch unannehmbarer als Losung, denn sie fördert nicht, sondern hemmt die Initiative der einzelnen Länder, die infolge gewisser historischer Bedingungen die Möglichkeit erhalten, die Front des Kapitals selbständig zu durchbrechen, denn sie spornt nicht zum aktiven Angriff auf das Kapital in den einzelnen Ländern an, sondern veranlasst zum passiven Abwarten des Augenblicks der "allgemeinen Entscheidung", denn sie pflegt unter den Proletariern der einzelnen Länder nicht den Geist revolutionärer Entschlossenheit, sondern den Geist Hamletscher Zweifel - "wie aber, wenn uns die anderen plötzlich im Stich lassen?". Lenin hat vollkommen Recht, wenn er sagt, dass der Sieg des Proletariats in einem Lande den "typischen Fall" darstellt, während eine "gleichzeitige Revolution in einer Reihe von Ländern" nur eine "seltene Ausnahme" sein kann. (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 28, S.232 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, 5.434].)

Die Leninsche Theorie der Revolution beschränkt sich bekanntlich jedoch nicht auf diese eine Seite der Frage. Sie ist gleichzeitig die Theorie der Entwicklung der Weltrevolution? Der Sieg des Sozialismus in einem Lande ist keine für sich allein zu nehmende Aufgabe. Die Revolution des siegreichen Landes darf sich nicht als eine sich selbst genügende Größe, sondern muss sich als Stütze, als Mittel zur Beschleunigung des Sieges des Proletariats in allen Ländern betrachten. Denn der Sieg der Revolution in einem Lande, im gegebenen Fall in Rußland, ist nicht nur das Produkt der ungleichmäßigen Entwicklung und des fortschreitenden Zerfalls des Imperialismus. Er ist zugleich der Beginn und die Voraussetzung der Weltrevolution.

Zweifellos sind die Entwicklungswege der Weltrevolution nicht so einfach, wie es früher, vor dem Siege der Revolution in einem Lande, vor dem Aufkommen des entwickelten Imperialismus, der der "Vorabend der sozialistischen Revolution" ist, scheinen mochte. Denn es ist ein neuer Faktor in Erscheinung getreten, wie das unter den Bedingungen des entwickelten Imperialismus wirkende Gesetz der ungleichmäßigen Entwicklung der kapitalistischen Länder, ein Gesetz, das von der Unvermeidlichkeit kriegerischer Zusammenstöße, von der allgemeinen Schwächung der Weltfront des Kapitals und von der Möglichkeit des Sieges des Sozialismus in einzelnen Ländern zeugt. Denn es ist ein neuer Faktor in Erscheinung getreten, wie das gewaltige Sowjetland, das zwischen West und Ost liegt, zwischen dem Zentrum der finanziellen Ausbeutung der Welt und dem Schauplatz der kolonialen Unterdrückung, ein Land, das allein durch seine Existenz die ganze Welt revolutioniert.

Das sind alles Faktoren (von anderen, weniger wichtigen sehe ich ab), die beim Studium der Wege der Weltrevolution unbedingt berücksichtigt werden müssen.

Früher glaubte man gewöhnlich, die Entwicklung der Revolution werde so vor sich gehen, dass die Elemente des Sozialismus, in erster Linie in den entwickeltsten, in den "fortgeschrittenen" Ländern, gleichmäßig "ausreifen". Jetzt bedarf diese Vorstellung wesentlicher Abänderungen.

"Es hat sich jetzt", sagt Lenin, "ein solches System internationaler Beziehungen herausgebildet, dass in Europa ein Staat von den Siegerstaaten geknechtet ist, nämlich Deutschland. Ferner befinden sich mehrere Staaten, und zwar die ältesten Staaten des Westens, infolge ihres Sieges in einer Lage, in der sie diesen Sieg dazu benutzen können, ihren unterdrückten Klassen eine Reihe unwesentlicher Zugeständnisse zu machen, Zugeständnisse, die die revolutionäre Bewegung in diesen Ländern immerhin hinauszögern und eine Art ´sozialen Friedens´ schaffen.

Gleichzeitig wurde eine ganze Reihe von Ländern: der Osten, Indien, China usw., gerade infolge des letzten imperialistischen Krieges endgültig aus dem Gleis geworfen. Ihre Entwicklung hat endgültig die allgemein-europäische kapitalistische Richtung genommen. In diesen Ländern begann die gleiche Gärung wie in ganz Europa. Und es ist jetzt aller Welt klar, dass sie von einer Entwicklung erfasst sind, die zwangsläufig zu einer Krise des ganzen Weltkapitalismus führen muss."

Infolgedessen und im Zusammenhang damit "werden die westeuropäischen kapitalistischen Länder ihre Entwicklung zum Sozialismus... nicht so vollenden, wie wir es früher erwartet haben. Sie vollenden sie nicht dadurch, dass der Sozialismus in diesen Ländern gleichmäßig ´ausreift´, sondern auf dem Wege der Ausbeutung der einen Staaten durch die anderen, auf dem Wege der Ausbeutung des ersten während des imperialistischen Krieges besiegten Staates, verbunden mit der Ausbeutung des gesamten Ostens. Der Osten anderseits wurde eben infolge dieses ersten imperialistischen Krieges endgültig von einer revolutionären Bewegung erfasst und endgültig in den allgemeinen Strudel der revolutionären Weltbewegung hineingerissen." (Siehe 4. Ausgabe, Bd. 33, S. 456/457 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. 11, S. 1016/1017].)

Fügt man die Tatsache hinzu, dass nicht nur die besiegten Länder und die Kolonien von den Siegerländern ausgebeutet werden, sondern dass auch ein Teil der Siegerländer in den Bereich der finanziellen Ausbeutung durch die mächtigsten Siegerländer, Amerika und England, gerät; dass die Gegensätze zwischen allen diesen Ländern einen überaus wichtigen Faktor der Zersetzung des Weltimperialismus bilden; dass außer diesen Gegensätzen noch innerhalb jedes dieser Länder die tiefsten Gegensätze bestehen und sich entwickeln; dass alle diese Gegensätze durch die Tatsache vertieft und verschärft werden, dass neben diesen Ländern die große Republik der Sowjets existiert - zieht man das alles in Betracht, dann wird das eigenartige Bild der internationalen Lage mehr oder weniger vollständig.

Es ist am wahrscheinlichsten, dass die Weltrevolution sich auf dem Wege des revolutionären Ausscheidens einer Reihe neuer Länder aus dem imperialistischen Staatensystem entwickeln wird, wobei die Proletarier dieser Länder von dem Proletariat der imperialistischen Staaten unterstützt werden. Wir sehen, dass das erste Land, das ausgeschieden ist, das erste siegreiche Land, bereits von den Arbeitern und den werktätigen Massen der anderen Länder unterstützt wird. Ohne diese Unterstützung könnte sich dieses Land nicht behaupten. Zweifellos wird diese Unterstützung sich verstärken und zunehmen. Zweifellos aber wird auch die Entwicklung der Weltrevolution, der Prozess des Ausscheidens einer Reihe neuer Länder aus dem Imperialismus, sich um so schneller und gründlicher vollziehen, je gründlicher sich der Sozialismus in dem ersten siegreichen Lande festigt, je schneller sich dieses Land in eine Basis für die weitere Entfaltung der Weltrevolution, in einen Hebel zur weiteren Zersetzung des Imperialismus verwandelt.

Wenn der Satz richtig ist, dass der endgültige Sieg des Sozialismus in dem Lande, das sich als erstes befreit hat, ohne die gemeinsamen Anstrengungen der Proletarier mehrerer Länder unmöglich ist, so ist es ebenso richtig, dass die Weltrevolution sich um so schneller und gründlicher entfalten wird, je wirksamer die von dem ersten sozialistischen Lande den Arbeitern und werktätigen Massen aller übrigen Länder geleistete Hilfe ist.

Worin muss diese Hilfe zum Ausdruck kommen?

Sie muss erstens darin zum Ausdruck kommen, dass das siegreiche Land "ein Höchstmaß dessen durchführt, was in einem Lande für die Entwicklung, Unterstützung, Entfachung der Revolution in allen Ländern durchführbar ist" (siehe Lenin, 4. Ausgabe, Bd. 28, S. 269 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. II, S. 470]).

Sie muss zweitens darin zum Ausdruck kommen, dass das "siegreiche Proletariat" des einen Landes "sich nach Enteignung der Kapitalisten und nach Organisierung der sozialistischen Produktion im eigenen Lande der übrigen, der kapitalistischen Welt entgegenstellen würde und die unterdrückten Klassen der anderen Länder auf seine Seite ziehen, in ihnen den Aufstand gegen die Kapitalisten entfachen und im Notfall sogar mit Waffengewalt gegen die Ausbeuterklassen und ihre Staaten vorgehen würde." (Siehe Lenin, 4. Ausgabe, Bd. 21, S.311 [deutsch in "Ausgewählte Werke" in zwei Bänden, Bd. I, S.753].)

Die kennzeichnende Besonderheit dieser Hilfe von seiten des siegreichen Landes besteht nicht nur darin, dass sie den Sieg der Proletarier in den anderen Ländern beschleunigt, sondern auch darin, dass sie durch die Erleichterung dieses Sieges zugleich den endgültigen Sieg des Sozialismus in dem ersten siegreichen Lande gewährleistet.

Es ist am wahrscheinlichsten, dass im Verlauf der Entwicklung der Weltrevolution neben den Zentren des Imperialismus in Form einzelner kapitalistischer Länder und neben dem System dieser Länder in der ganzen Welt Zentren des Sozialismus in Form einzelner Sowjetländer und ein System dieser Zentren in der ganzen Welt entstehen werden, wobei der Kampf zwischen diesen beiden Systemen die Geschichte der Entfaltung der Weltrevolution ausfüllen wird.

Denn, sagt Lenin, "die freie Vereinigung der Nationen im Sozialismus ist unmöglich ohne einen mehr oder weniger langwierigen, hartnäckigen Kampf der sozialistischen Republiken gegen die rückständigen Staaten". (Ebenda.)

Die weltgeschichtliche Bedeutung der Oktoberrevolution besteht nicht nur darin, dass sie der großen Initiative eines einzelnen Landes bei der Durchbrechung des Systems des Imperialismus entsprang und die erste Heimstätte des Sozialismus im Ozean der imperialistischen Länder ist, sondern auch darin, dass sie die erste Etappe der Weltrevolution und eine mächtige Basis für ihre weitere Entfaltung bildet.

Deshalb haben nicht nur diejenigen Unrecht, die den internationalen Charakter der Oktoberrevolution vergessen und den Sieg der Revolution in einem Lande als eine rein nationale und ausschließlich nationale Erscheinung hinstellen. Unrecht haben auch diejenigen, die zwar des internationalen Charakters der Oktoberrevolution eingedenk sind, aber dazu neigen, diese Revolution als etwas Passives zu betrachten, das lediglich dazu berufen ist, Unterstützung von außen entgegenzunehmen. In Wirklichkeit braucht nicht nur die Oktoberrevolution die Unterstützung der Revolution in den anderen Ländern, sondern die Revolution in diesen Ländern braucht auch die Unterstützung der Oktoberrevolution, um die Sache der Niederwerfung des Weltimperialismus zu beschleunigen und vorwärtszubringen.

17. Dezember 1924.