La versión oficial sobre Katyn (el guión de Goebbles) desmontada de nuevo por Grover Furr
El caso Katyn fue uno de los que a más esfuerzo de manipulacion dedicó el aparato de propaganda nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Entonces, tanto los ingleses como los norteamericanos, y el resto de los aliados, estaban convencidos de que los verdaderos asesinos de los oficiales polacos en Katyn fueron los soldados alemanes tras atacar a la URSS, después de la retirada del Ejército Rojo de los campos de prisioneros polacos en el territorio de la línea fronteriza marcada tras el final de la Primera Guerra Mundial entre Rusia y Polonia, conocida como la línea Curzon, por ser Lord Curzon el hombre de estado británico que la propuso. Durante la Guerra Civil Rusa, en realidad una agresión de 14 estados capitalistas contra la recién nacida Unión Soviética, esta perdió parte del territorio al este de esta línea (incluyendo parte del oeste de Bielorrusia y de Ucrania).

Caricatura de Goebbles, el creador de la versión oficial de Katyn
Sin embargo, y tras la incontestable victoria del Ejército Rojo en la SGM, con la toma de Berlín, los que fueron considerados también como vencedores, los aliados de la Unión Soviética que no pudieron avanzar tan rápidamente como los obreros soviéticos a pesar de que los soldados nazis les hicieron, utilizando el simil deportivo, el pasillo, no dudaron en tomar el testigo de sus supuestos enemigos militares pero hermanos ideológicos, los nazis, y además de salvar a miles de estos de la cárcel para que pasaran a trabajar en el nuevo imperio, el que podemos llamar IV Reich, se sumaron a las técnicas de propaganda de Goebbles y continuaron defendiendo sus mentiras con el fin de desprestigiar a la, ahora ya por todo el mundo reconocida como tal, poderosa Unión Soviética.

Desde entonces, las fosas comunes de Katyn pasaron de ser el principal objetivo de manipulación de los nazis a estar en el centro de la manipulación de los medios de propaganda capitalistas, y los aliados de repente asumieron la opinión defendida por Hitler y Goebbles, hasta entonces aislados, con respecto al fusilameinto de los oficiales polacos: en un dos por tres, los asesinos pasaron a ser los soviéticos. Y todo esto, faltaría más, a pesar de los miles de testimonios de campesinos de la zona, a pesar de encontrarse entre los restos de los esqueletos de la famosa fosa postales con fecha posterior a la de la invasión nazi, y, todavía mas iluistrativo, incluso habiendo leido en el diario del propio Goebbles que las acusaciones contra los sovieticos eran creacion de la propaganda nazi.

Los fascistas polacos, cuyo objetivo era recuperar el territorio que, según ellos, habían perdido tras el final de la Primera Guerra Mundial, al otro lado de la línea Curzon, fueron los principales interesados en acusar a la URSS, incluso en tiempos de la propia contienda militar, la Segunda Guerra Mundial, cuando el presidente en el exilio, Sikorski, insistía en querer divulgar la propaganda alemana, hasta provocar la ruptura de relaciones con Moscú. Esta fue la causa del comentario de Goebbles en su diario, en el que se felicitaba por haber causado ese conflicto dentro de las filas "aliadas":

"Esta ruptura supone en un ciento por ciento una victoria de la propaganda alemana y especialmente para mí personalmente… hemos sido capaces de convertir el incidente de Katyn en una importante cuestión política."

Mientras el propio jefe de propaganda nazi reconocía que Katyn era producto de una campaña diseñada por él mismo, la prensa occidental condenaba a Sikorski por su intransigencia. Por ejemplo, el diario The Timesdel 28 de abril escribió: "Es sorprendente y lamentable que los que tenían muy buenas razones para comprender la perfidia y la ingenuidad que había en la maquinaria de propaganda de Goebbels, hayan caído ellos mismos en la trampa que había creado. Era difícil que los polacos hubiesen olvidado el volumen de propaganda que se difundió ampliamente durante el primer invierno de la guerra y que describía con todo lujo de detalles unas evidencias circunstanciales, incluyendo una fotografía, que mostraban unas supuestas atrocidades polacas contra los pacíficos habitantes alemanes de Polonia."

El sentido común y la verdad histórica dejaron de tener valor alguno también en los países occidentales capitalistas tras el final de la guerra.

Soldados capitalistas nazis ejecutando prisioneros
Con la caida de la Union Sovietica la cosa fue mucho mas fácil. De repente, Gorbachov, Yeltsin, y toda la ralea de traidores que ha dirigido Rusia en los últimos años, vendiendo al pueblo soviético entregando sus riquezas a manos de mafiosos, los archivos del KGB se abrieron y comenzaron a aparecer las supuestas pruebas definitivas e incuestionables sobre todos los crímenes de los comunistas. Asi, se supone demostrado que hasta el propio Stalin mandó una nota manuscrita a Beriaapoyando su idea de quitarse de encima a todos los oficiales polacos sin juicio (eso que muchos de los que acabaron en la tumba lo hicieron con postales en sus bolsillos posteriores a la retirada del Ejército Rojo del territorio). Sin embargo, la evidencia de las mentiras ha ido demostrándose por historiadores como Furr, Sousa o Harpal Brar, aunque esto no haya sido dado a conocer, por supuesto, por los medios de propaganda de los Goebbles de hoy. Los datos, empezando por el propio reconocimiento del jefe de propaganda nazi, demuestran que se trata de una mentira. Sin embargo, el último presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, sin estudiar ni uno solo de los documentos del archivo histórico, pidió disculpas a Polonia por el fusilamiento de los polacos. Lo mismo hizo Yeltsin y, por supuesto, su heredero político, V. Putin, que no solo se disculpó, sino que transmitió una serie de documentos al gobierno de Polonia para demostrar los hechos inventados por Goebbles.

Resulta ahora que han aparecido los cuerpos de 4 oficiales polacos supuestamente fusilados en 1940 y enterrados en la fosa de Katyn por los soviéticos (aunque en el momento de su fusilamiento fuera territorio ocupado por Alemania), y lo han hecho, curiosamente, en otra fosa, esta claramente con cuerpos ejecutados por los nazis, de 1941, en Ucrania, a más de 700 km de Katyn . Entre 2011 y 2012, un equipo de arqueólogos polacos y ucranianos excavó parcialmente en una fosa común situada en la ciudad ucraniana de Volodymyr-Volynski. Los casquillos de bala encontrados demuestran que las ejecuciones tuvieron lugar después de 1941. También se encontraron las insignias de dos policías polacos que hasta el momento se pensaba que habían sido asesinados a cientos de kilómetros por los soviéticos en abril o mayo de 1940. Estos descubrimientos demuestran, todavia mas, la falsedad de la versión "oficial" de los hechos que pasaron a la historia como la Masacre de Katyn (cuyo guión fue escrito por Joseph Goebbles y asumido por las potencias capitalistas desde los años 50).

El historiador Grover furr acaba de publicar un librito en francés sobre el tema, publicado por la editorial marxista Delga, Le massacre de Katyn - Une réfutation de la version "officielle" ? todavía sin traducir al español (existe una versión en español con extractos de un articulo del autor de 2013), y ha difundido los nuevos descubrimientos, ocultados, cómo no, por la propaganda capitalista, en varios artículos que explican como la versión oficial (la nazi) de la "Masacre" de Katyn" que es, curiosamente, también la del propio gobierno y presidencia rusa actual, ha sido otra vez desmentida por nuevos datos igualmente concluyentes.

Como es habitual, por muy concluyentes que sean (ya desde el principio las pruebas demostraban contundentemente que los asesinos de los oficiales polacos fueron soldados nazis), prima el interés político, por lo que ni los medios de propaganda de los paises occidentales ni los de la Rusia capitalista van a tener en cuenta prueba alguna y van a seguir criminalizando a los soviéticos pues, en conclusión, todos ellos comparten sistema económico y un enemigo común: el comunismo y la clase trabajadora organizada y en lucha por su emancipación.









Una nueva encuesta vuelve a confirmar que los rumanos prefieren el comunismo
La mayoría de los rumanos prefieren all Partido Comunista de Rumania (PCR) que a la retahila de partidos actuales con diferentes firmas pero idéntica ideología: el neoliberalismo criminal. Así lo ha demostrado una nueva encuesta de la empresa de estudios sociológicos IRES, un nuevo intento infructuoso de que los rumanos respalden por fin a las mafias que se reparten la riqueza de Rumania en los últimos 26 años.

Hata ahora, desde el golpe de estado de diciembre de 1989, todas las encuestas realizadas por los medios de propaganda de la élite capitalista, intentando sentirse respaldados por sus víctimas y que estas apoyen o confirmen la propaganda anticomunista a la que tanto presupuesto oficial y privado se destina, les han salido rana. Todas han resultado con la pasmosa realidad de que la mayoría de los rumanos piensa que durante los años de socialismo se vivía mejor y que los políticos "comunistas" eran menos ladrones que los que campan a sus anchas por la dictadura actual.

En la encuesta actual, realizada durante el mes de febrero de esta año 2016, a la pregunta ¿Qué opinión tiene del PCR en comparación con los partidos actuales?, un 52% ha respondido que prefieren el Partido Comunista, y solo un 18% ha contestado lo contrario.  Del resto, un 22%  no sabe no contesta, y un 8% piensa que "todos son lo mismo".

En cuanto a las edades, también se ha producido algo sorprendente, y que no ha debido gustar mucho a los delincuentes que viven a costa del resto de los rumanos desde hace un cuarto de siglo: entre los que afirman que sin duda votarían al PCR si este fuera legal (en Rumania hay que recordar que los jueces del régimen rechazan todos los continuos intentos de registrar al Partido Comunista como partido político), un 60,4% tienen entre 51 y 65 años, algo normal pues fueron los que han vivido en primera persona todo el proceso desastroso que ha significado la imposición del capitalismo y la destrucción de puestos de trabajo, industria y dignidad que ha supuesto, pero, y esto es la novedad, un 40%  son jóvenes de menos de 25 años, lo que supone que el futuro se muestra inquietante para mafiosos, criminales y sus esbirros.

Por último, en cuanto a la distribución territorial, también los resultados son de lo más lógico: los que piensan que el PCR es una mejor opción que el resto de partidos liberales, socialdemocratas, conservadores o el resto de marcas aparentemente diversas de la misma ideología bárbara, el capitalismo, se consideran mayoritariamente "de izquierda", el 60%, mientras que también en su mayor parte son de las zonas más pobres del país, donde más se ha sentido el saqueo de la riqueza y la catástrofe económia y social en Rumania, es decir, en el sur (un 54%).

No hemos de olvidar, sin embargo, que, lamentablemente, la encuesta no investiga lo que representa para los rumanos esa afirmación de que el Partido Comunista es mejor considerado que los actuales de la dictadura capitalista. Pero si analizamos la evolución del comunismo en Rumania y las encuestas realizadas tras el violento golpe de estado del 89, con total seguridad lo que echan de menos los machacados rumanos es el bienestar material (un trabajo seguro y pagado para no tener problemas para llegar a final de mes, servicios sociales y de ocio accesibles, sanidad y educación relativamente gratuita, etc.), es decir, las garantias ofrecidas por el gobierno socialista frente a la inestabilidad, constante empobrecimiento y barbarie capitalista, pero ni mucho menos el hecho de la participación activa, constante y directa en las decisiones políticas de la fábrica, el barrio, la escuela o la administración política, algo que desde los años 60 dejó de fomentarse y, al contrario, se limitó con cada vez más firmeza. La separación entre partido y masas, la continua burocratización del sistema y la consiguiente constitución de un socialismo burocrático, fue, no obstante, una de las principales causas de la, por ello, inevitable restauración de la tiranía del capital.

Es decir, lo importante para los rumanos, en su anhelo del pasado socialista, son los logros económicos y las garantias sociales, no tanto el significado político del socialismo como gobierno de los que trabajan, lo que supone, un esfuerzo continuo, un sacrificio enorme y la asunción de la responsabilidad personal en la construcción del comunismo, es decir, de una sociedad justa, igualitaria y realmente libre. Pero no hay que perder la perspectiva, y aunque evidentemente el bienestar y la seguridad son condiciones irrenunciables del socialismo, si no se pone la política al frente, como enseñó el camarada Mao, nunca podremos avanzar realmente hacia el Socialismo, sino que, como ha sucedido finalmente en todos los paises que se autoconsideraban comunistas, la restauración del capitalismo acaba siendo inevitable, para beneficio de unos cuantos delincuentes y perjuicio de los trabajadores.





¿Qué es "la Izquierda"? Diez observaciones.
por Antonis (???????)




1. En Grecia, "la Izquierda" existe desde 1951, desde la fundación aquel año de la Izquierda Democrática Unida (EDA). Como categoría de pensamiento político, en el período anterior a 1950 no tenía significado en el país. El "anarquismo" era mucho más importante como término para describir la ideología del movimiento obrero griego en sus inicios de lo que lo era "la Izquierda" -sin mencionar el significado para una política antiburguesa de expresiones como "bolchevismo" y "Tercera Internacional". Estructuralmente, la condición previa para el nacimiento de "la Izquierda" era la autocensura de denominación de un sector de la población como "comunista" a consecuencia del terror de Estado. La "Izquierda" nació, bajo condiciones de represión estatal, como un cambio defensivo de denominación, como una seudo-denominación con fines de autoprotección.

2. La derrota del Ejército Democrático de Grecia (EDG), en combinación con el terror de estado y la represión, crearon las condiciones previas para que la seudo-categoría de "la Izquierda" (como una abstracción nominalista, en vez de un designador concreto de una tendencia dentro de un partido socialista de trabajadores - una utilización con una genealogía totalmente diferente- adquiriera su propio significado sustantivo. Ella creó, por decirlo sencillamente, la posibilidad de que una parte de los comunistas emprendieran realmente (y no solo superficialmente) la transición hacia la "ideología democrática", la cual en las condiciones de la inavalable denominación capitalista significa necesariamente la transición a la democracia burguesa. "La Izquierda" es el resultado de la rendición efectiva de un sector de los comunistas al victorioso estado burgués.

3. Economicamente hablando, "la Izquierda" significa la reivindicación de "una distribución más justa de la riqueza", o del "producto social". Nunca significa lucha para cambiar el modo de producción, nunca el cambio de las relaciones de producción, nunca la socialización de los medios de producción. Ya en 1875, Karl Marx mostraba en su Crítica al Programa de Gotha, cuan contradictorio es el propio concepto de una "justa distribución" de la riqueza dentro del capitalismo. El cultivo de la ilusión de que las propuestas de "la Izquierda" eran algo mas que esta vaga reivindicaciónde una "distribución más justa" fue consecuencia de la coexistencia forzosa de socialdemócratas y comunistas bajo el régimen de terror de estado del decenio de 1950. Esta coexistencia fue utilizada para promover confusión y generar placebos agradables para un movimiento desarmado y derrotado.

4. Ya que la suprema reivindicación de "la Izquierda" es "una distribución más justa" de la riqueza capitalista acumulada, la "Izquierda", por definición está del lado de la Reforma contra la Revolución.

5. Puesto que la crisis financiera del capitalismo reduce extremadamente los márgenes para satisfacer la demanda de la "distribución más justa", "la Izquierda" no puede tener contenido económico diferente al de los partidos burgueses en tales períodos. Solo puede adquirir tal contenido en períodos de desarrollo económico de las tasas de acumulación capitalista, siempre bajo la condición previa de haber tenido la perspicacia de desarrollar medios de ejercer presión, de tal modo que pueda presentarse como una "proveedora" para la clase trabajadora y como una "negociadora" en interés de ésta. Pero la desaparición del socialismo real ha puesto en evidencia que tales medios no existen, tanto durante las crisis financieras como durante los períodos de desarrollo capitalista. Consecuentemente, no se puede esperar que "la Izquierda" llegue a formular en sus programas un contenido económico que la diferencie de cualquier formación política burguesa en el futuro próximo.

6. Dada la ausencia de un contenido económico distinto en la categoría de "la Izquierda", tanto en Grecia como en el extranjero, el término evolucionó a partir de las décadas de los 60 y 70, a una categoría de la superestructura.

7. La primera esfera fundamental dentro de la que "la Izquierda" obtuvo un contenido fue la estética, en todas sus formas. Por esta razón, hoy es más facil localizar "la Izquierda" en el cine, poesía, plástica, retórica,.. que en un programa económico que sea diferente de la generalidad de los programas económicos burgueses. Después del decenio de 1960, "la Izquierda" se tornó predominantemente una categoría estética, una propuesta para una estética.

8. La segunda esfera fundamental en la cual "la Izquierda" obtuvo un contenido, durante el mismo período y mientras estaba siendo diseminada en el terreno de la estética, fueron lo "derechos sociales" concebidos como derechos individuales basados en la "diferencia". Estos, inevitablemente, son derechos que presuponen una norma que simultaneamente cuestionan. Todos los movimientos sociales de "la Izquierda" creados desde el decenio de 1950 están determinados por esta contradicción, entre el no-cuestionamiento de la existencia de una norma -la aceptación del modo de producción capitalista- y su cuestionamiento a nivel ideológico y retórico, entre el rechazo de la normatividad como tal y el esfuerzo por hacerla mas "inclusiva" de lo que lo fuera en el pasado.

9. En períodos de recesión, las victorias de los "nuevos movimientos sociales" no solo desaparecen sino que se revelan como espejismos. Como no es posible desviación alguna de las necesidades de acumulación capitalista, los "derechos sociales" o son vaciados de sustancia, o son absolutamente "seguros" para el sistema social, aún en períodos de represión social. Este es el momento en que el matrimonio "gay" puede ser percibido como una revindicación mucho menos radical que el derecho a una vivienda o a cuidados médicos porque estos últimos tienen un coste para el capital mientras que aquél solo exige un "ajuste ideológico" en el estado burgués.

10. "La Izquierda" es el aspecto social y orgánico de "La Gran Ilusión" de un importante sector de los estratos medios y bajos. Estos estratos extrajeron conclusiones erradas en cuanto a la naturaleza del sistema capitalista al limitar sus observaciones al período en el cual los ritmos de desarrollo económico y la presión hecha posible por el socialismo real permitió que la revindicación de una "distribución más justa del producto social" tuviera algunas limitadas consecuencias prácticas para la calidad de la vida cotidiana en las sociedades occidentales. Hoy la única utilidad de "la Izquierda" es fomentar la confusión respecto a la naturaleza real de una categoría que históricamente es mucho más importante y sustantiva -la Socialdemocracia- y apoyarla en la reproducción de las élites intelectuales y tecnocráticas que la utilizan para ganar legitimidad popular, llevándola por tanto a su, cada vez mayor, deslegitimación a los ojos de los estratos populares, con todas las graves consecuencias políticas que esto puede tener para la conversión de éstas a la Reacción. No es preciso decir que todo el debate, en Grecia y en el exterior, en cuanto a lo que es "la Izquierda" y ala carencia de contenido económico real en lo que ese sector político expresa, es desorientador en términos funcionales. El único propósito de tal debate es la perpetuación de la parálisis política y de la impotencia de los estratos sociales mas bajos.

Antonis (???????), para Lenin Reloaded
Resistir.info (en portugués)
Ares Vreas (traductor del portugués al castellano)

La Revolucion de los claveles: Entrevista al General Vasco Golcalves
Hoy se cumple un nuevo aniversario de la interesadamente poco recordada Revolucion de los Claveles del 25 de abril de 1974 en Portugal, que sería traicionada después por la socialdemocracia, como tantas otras luchas revolucionarias.

Néstor Kohan entrevistó en 2004 a Vasco Goncalves, el hoy fallecido general que fuera uno de los conductores de la movilización, que se autodeclaraba abiertamente marxista y citaba con familiaridad a Lenin. Ademas, y frente a la propaganda mediática que suele desvincularlos, no dudaba en señalar que capitalismo, fascismo y colonialismo eran tras caras del mismo monstruo.

En aquellos días que pasaron a la historia de la lucha popular, la vecina Portugal tuvo el mérito de derrocar a sus propios dictadores, al contrario que España, que contemplativamente los dejó morir dejándolo todo atado y bien atado tras su muerte y hasta la actualidad. Sin embargo,  es cierto que ellos también tuvieron su propio P$OE (el partido financiado por la CIA y la socialdemocracia alemana para traicionar la lucha de los antifranquistas y para reconducir la "democracia" hacia el "buen puerto" que convenia a los intereses de EEUU, Europa y del Movimiento Nacional); en su caso el partido de Mario Soares y de Durao Barroso, el adalid del neoliberalismo actual de la Unión Europea.

En fin, para recordar esta revolución que puso patas arriba la estabilidad que habia impuesto Washington durante la Guerra Fria en Europa Occidental, y que provocó la inquietud en La Casa Blanca y en el resto de sus sucursales europeas por miedo a que Portugal se convirtiera en una especie de Cuba del viejo continente, compartimos  a continuación un fragmento de la entrevista de Nestor Cohan a Vasco Goncalves, uno de los dirigentes de la revolución que rompió el guión pactado allende el Atlántico para las dictaduras ibéricas.
Precisamente cuando en el resto de los países europeos se abrían las flores mustias del eurocomunismo y la socialdemocracia (corrientes que renunciaban a toda rebelión radical, no por una debilidad de fuerzas momentánea sino por principios políticos) la Revolución portuguesa fue, en palabras de Vasco Goncalves, "en Europa Occidental y después de la Comuna de París, la mayor ofensiva hecha contra el sistema capitalista".  El pueblo portugués ponía a la orden del día la cuestión de la toma del poder., en plena crisis capitalista (1973-1974), cuando el dólar y el petróleo sufrieron un temblor mundial, liquidando el keynesianismo de posguerra y abriendo camino al neoliberalismo.

Hay que recordar, para terminar, que el fascismo reaccionó tras el triunfo de la Revolución de los Claveles y la llegada al poder de los militares comunistas dirigidos por Vasco Goncalves, y con el apoyo y complicidad de la socialdemocracia portuguesa de Mario Soares y Durao Barroso, EEUU derrocó al gobierno revolucionario con un golpe de estado un año y medio después. Así el Imperio y su extesión, la Unión Europea, y por supuesto, el genocida Franco, pudieron respirar tranquilos y seguir aplicando la hoja de ruta que el pueblo portugués habia intentado cambiar con su heroica e inolvidable Revolución de los Claveles.

En todo caso, y sin olvidar  que en todo proceso revolucionario hay aciertos y errores, conviene recordar las palabras con las que el general Vasco Goncalves, años después del golpe que lo derrocó para reinstaurar los planes diseñados por Washington durante la dictadura, apunta el papel dañino de la socialdemocracia y el reformismo para el desarrollo y triunfo del Socialismo, para la emancipación de la clase obrera y su camino hacia la libertad: "Yo pienso que hoy no hay espacio para una "tercera vía". La experiencia del pasado y del presente nos demuestra que la "tercera vía" camina siempre para la derecha, camina siempre hacia un rumbo reformista del capitalismo, hacia la idea de una supuesta "reforma del capital". No se trata de alcanzar un capitalismo reformado sino de superar el capitalismo. El capitalismo no es reformable, porque las relaciones sociales en las que se basa y sin las cuales no puede sobrevivir son intrínsecamente injustas y de explotación del hombre por el hombre".


"Entrevista a Vasco Goncalves

Néstor Kohan: ¿Cómo recuerda usted hoy la revolución del 25 de abril de 1974?

General Vasco Goncalves: La revolución que se extendió entre abril de 1974 y noviembre de 1975 fue el momento más importante de mi vida, desde el punto de vista personal. Participar de la revolución fue la mayor alegría que me tocó vivir. Pienso en muchas cosas, en lo cotidiano, en la voluntad de las personas, en el espíritu reivindicativo y de lucha...

N.K.: ¿Cómo fue el proceso de la revolución?
Gral. Vasco Goncalves: A partir de que se produce el levantamiento contra el fascismo en abril de 1974 nuestra revolución va profundizando en sus conquistas, en la modificación de las estructuras últimas que caracterizan el sistema. A medida que se suceden las transformaciones, la lucha de clases se va agravando. Pienso que en esa situación no estábamos preparados, no teníamos un grado de maduración político y social capaz de defender y consolidar la revolución. No teníamos este grado de maduración. En los primeros tiempos, en los primeros meses, hubo un gran entusiasmo popular. Después, en la medida en que las conquistas se fueron profundizando, ya empezaron las nacionalizaciones y expropiaciones, la reforma agraria; la fuerza política de los trabajadores fue ascendiendo. Los trabajadores conquistaron mucho desde el punto de vista político y social, en las relaciones de trabajo, en las relaciones entre patrones y asalariados y eso hizo que se agravasen muchas cosas. Fundamentalmente se agudizó la lucha de clases.

N.K.: ¿Qué falló en el proceso revolucionario? ¿Por qué no pudo consolidarse y triunfar?

Gral. Vasco Goncalves: En Portugal no hubo de hecho fuerzas suficientes porque en las masas populares terminó predominante ese espíritu pequeñoburgués tradicional, el miedo a las transformaciones, el miedo al comunismo, la supervivencia del anticomunismo, la acusación de que nosotros queríamos llevar el país hacia el comunismo... todos esos mensajes reaccionarios y propagandísticos tuvieron cierta receptividad entre nuestra población. Y por lo tanto, el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) fue dividido. Hubo militares que se pusieron en contra de las conquistas de la revolución, en lugar de defenderlas. Los propios vencedores del golpe contrarrevolucionario del 25 de noviembre de 1975 que fue realizado contra los militares ubicados más a la izquierda, contra los militares progresistas y revolucionarios -un golpe que fue protagonizado por una fracción de militares que habían participado en el levantamiento del 25 de abril de 1974- paradójicamente aceptaban conquistas del socialismo. Algunos de estos militares que protagonizaron el golpe de derecha de 1975 estaban convencidos de que nosotros, los militares de izquierda, queríamos implantar una nueva dictadura en Portugal, que ahora sería una dictadura comunista. Pero en realidad esta creencia provenía de una propaganda de la reacción. Así se dividió el MFA y a la propia población.

Entonces, hasta los mismos vencedores del golpe contrarrevolucionario de fines de 1975 aprobaron una ley constitucional que decía que la misión de las Fuerzas Armadas era garantizar la vía pacífica y pluralista para la democracia y para el socialismo. El preámbulo de la Constitución de la República también propiciaba: "abrir el camino para una sociedad socialista, en el respeto de la voluntad del pueblo portugués, teniendo en vista la construcción de un país más libre, más justo y más fraterno". ¡Precisamente lo que nosotros queríamos! Ellos, los que nos derrocaron, estaban convencidos de que nosotros íbamos a implantar una nueva dictadura, ahora comunista, y entonces hicieron esa ley en defensa del socialismo. Ellos estuvieron en contra nuestra, en contra de nuestros camaradas militares, en contra de los que apoyábamos las reivindicaciones populares y queríamos precisamente consolidar esas reivindicaciones que habían sido alcanzadas.

N.K.: Usted habla de propaganda reaccionaria y anticomunista destinada a dividir el proceso político. Los latinoamericanos conocemos muy bien eso. ¿La CIA estaba metida en Portugal?

Gral. Vasco Goncalves: ¡La CIA estaba metida! ¡Sí! Junto con la CIA también estaban metidos los servicios de inteligencia británicos, en particular el MI6, en la preparación del golpe contrarrevolucionario del 25 de noviembre de 1975. En cuanto a la CIA, es bien conocido el caso del ex embajador norteamericano en Portugal en tiempos de la revolución, Frank Carlucci, quien luego de su actuación en Portugal fue ascendido en Estados Unidos a vice-director de la CIA. También son bien conocidos los elogios mutuos que se han dirigido Mario Soares, jefe del Partido Socialista y apoyo civil de la contrarrevolución, y Frank Carlucci. Soares llegó a enaltecer recientemente y en forma pública el gran papel de este hombre de la CIA en "la instauración de la democracia en Portugal!"... Después de esas declaraciones, ¿qué más se puede agregar?...

N.K.: ¿La CIA también estaba infiltrada dentro de las Fuerzas Armadas?

Gral. Vasco Goncalves: Sí, estaban metidos en todos lados. Sin embargo, las condiciones que vivimos
en Portugal no fueron las mismas que se vivieron en Chile en 1973 donde la CIA tenía mayor poder. Aquí se logró dividir a las Fuerzas Armadas, tuvieron consigo a la dirección del Partido Socialista y también al Partido Popular Democrático. Es decir que aquí hicieron la contrarrevolución por una vía casi "pacífica", a diferencia de Chile. No fue completamente pacífica porque también hubo un levantamiento militar e incluso algunas acciones terroristas en la preparación del golpe contrarrevolucionario.

N.K.: ¿Cuál sería entonces el balance?

Gral. Vasco Goncalves: A la hora de hacer un balance de las causas por las cuales fuimos derrocados, yo pienso que la supervivencia y permanencia de la ideología pequeñoburguesa y burguesa entre la mayoría de las masas trabajadoras y entre la mayoría de los militares posibilitaron que la derecha y la dirección del Partido Socialista golpearan contra la dirección de la revolución. De este modo la dirección del Partido Socialista se esforzó por definir a los militares revolucionarios y al Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) como comunistas. Nos decían que éramos todos comunistas, para así poder acusarnos, aislarnos y rechazarnos. Eso fue lo que la dirección del Partido Socialista logró conseguir. De allí en adelante, desde 1976 hasta nuestros días, a Portugal lo gobernó y lo gobierna la derecha.

N.K.: ¿Usted era en ese entonces comunista?

Gral. Vasco Goncalves: Yo era entonces marxista y lo sigo siendo.

N.K.: ¿Cómo se formó? ¿Cómo llegó al marxismo dentro de las Fuerzas Armadas?

Gral. Vasco Goncalves: En los tiempos de estudiante.

N.K.: ¿Usted qué estudiaba?

Gral. Vasco Goncalves: Yo estaba en la Facultad de Ciencias. Estudiaba ingeniería militar.

N.K.: ¿Era una universidad civil?

Gral. Vasco Goncalves: Sí, era una universidad civil. Para entrar en la escuela militar estudié en un curso de ingeniería que se seguía durante tres años en la Facultad de Ciencias. Allí nos vinculamos con amigos, que eran estudiantes, y con otro gran amigo, un profesor que nos llevó a comprender las relaciones sociales.

N.K.: ¿Eran muchos los estudiantes marxistas?

Gral. Vasco Goncalves: No, en realidad no eran muchos. De unos cuarenta, por ejemplo, sólo cuatro o cinco se interesaban por cuestiones políticas y tenían una gran politización. Estos grupos propiciaban la resistencia a la dictadura fascista que perseguía a las personas, que censuraba los libros, que censuraba los periódicos y la prensa. ¡Por entonces todo era censurado! Nos faltaba la libertad. Esa profunda falta de libertad de nuestro pueblo le dio sentido al levantamiento militar y a la revuelta popular contra la dictadura y contra la falta de libertad, contra las posiciones patronales, contra la explotación de los trabajadores. Entonces el Partido Comunista tenía una gran influencia en la población y en la implementación de esa revuelta. Era prácticamente el único partido organizado que luchaba contra el régimen fascista [el Partido Socialista recién se formó en 1973 y fuera de Portugal, en Alemania occidental. Nota de N.K.]. El Partido Comunista contaba con una considerable influencia entre los trabajadores de las fábricas.

En ese momento los trabajadores portugueses eran principalmente trabajadores agrícolas, porque Portugal era esencialmente un país agrícola. Eso influyó para que predominara entre la mayoría de los trabajadores la ideología pequeñoburguesa y hasta burguesa, casi tradicional. Portugal tenía una influencia muy fuerte de la Iglesia y pesaba mucho la tradición. Esa debilidad en el desarrollo capitalista de Portugal y su atraso desde el punto de vista industrial contribuye a explicar que entre los trabajadores predominara de hecho la ideología de la clase dominante. Como usted sabe, las ideas dominantes son las ideas de la clase dominante. La población luchaba contra el fascismo. Comenzó entonces la guerra colonial, que tuvo una gran influencia en la maduración de la conciencia política de un número determinado de los militares que protagonizaron el levantamiento del 25 de abril de 1974.

N.K.: ¿Cuánto duró la guerra colonial de Portugal con sus colonias?

Gral. Vasco Goncalves: La guerra duró 13 (trece) años, desde 1961 hasta 1974. Durante la guerra colonial los militares fueron comprendiendo que esa guerra no tenía solución por la vía de las armas. El problema colonial tenía que ser resuelto reconociendo el derecho de los pueblos a la autonomía y a la independencia.

N.K.: ¿Cuáles eran esas guerras coloniales de Portugal?

Gral. Vasco Goncalves: La guerra colonial se desenvolvió en África: en Angola, Mozambique y en Guinea-Bissau. A partir de 1964 había tres frentes simultáneos. En esas tres colonias había tres campañas militares.

N.K. ¿Usted participó en las guerras coloniales?

Gral. Vasco Goncalves: Sí, he participado.

N.K.: ¿Dónde?

Gral. Vasco Goncalves: Estuve en Angola y en Mozambique.

N.K.: En esa época Francia educaba a sus militares en la doctrina de la guerra contrainsurgente que aplicó en Argelia e Indochina. Estados Unidos también, tal como lo aplicó en Vietnam. En América latina esa doctrina de la guerra contrarrevolucionaria se difundió mucho gracias a Francia y Estados Unidos. ¿A ustedes también los educaron en ese tipo de guerra contrarrevolucionaria?

Gral. Vasco Goncalves: Cuando comenzó la guerra colonial vinieron a nuestro país oficiales del ejército francés de Argelia. Ellos nos hablaron de las operaciones. No era una enseñanza o una instrucción formal. Daban conferencias sobre la guerra de Argelia, sobre las operaciones militares y sobre el modo en que había que enfrentar a los guerrilleros.

N.K.: ¿En qué año esos instructores dieron sus conferencias?

Gral. Vasco Goncalves: Yo calculo que fue en 1961, 1962, 1963. Fueron al principio del desencadenamiento de la guerra colonial. En esas conferencias hablaban desde un punto de vista operacional-militar, desde el punto de vista de las operaciones anti-guerrilla y también desde el punto de vista de la acción psico-social: ¿cómo conquistar a las poblaciones cuando había movimientos de liberación, movimientos de guerrilla anticolonial? ¿Cómo conquistar las ideas de la poblaciones? Eso era llamado "Acción psico-social".

N.K.: ¿Cómo percibían los militares portugueses las guerras coloniales y la resistencia de los pueblos oprimidos?

Gral. Vasco Goncalves: Los militares de Portugal fueron percibiendo que la solución no podía ser militar, que la guerra no se ganaría. Además, el malestar de las colonias condujo a la politización. Quiero decir que los movimientos de liberación de las colonias portuguesas aportaron una gran contribución para nuestra propia liberación del fascismo y del colonialismo en Portugal. Los militares portugueses fueron reconociendo que cada lucha de cada uno de estos pueblos era una lucha justa; en cambio, nuestra guerra, desde el punto de vista de Portugal, era una guerra injusta. La guerra colonial no era una guerra sentida ni querida por las propias masas portuguesas. Desde el punto de vista moral los militares portugueses estábamos derrotados en la guerra colonial. También por eso entre los oficiales y los cuadros militares permanentes surgió el descontento y la oposición contra la guerra colonial. Entre ellos, una minoría constituyó el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA). Esto significa que una cosa es el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) y otra cosa son las Fuerzas Armadas. El MFA estaba constituido por una pequeña parte de los oficiales de carrera y cuadros permanentes que eligieron como profesión la vida militar. Las Fuerzas Armadas también estaban constituidas por los milicianos, quienes luego de pasar por el servicio militar obligatorio volvían a la vida civil. Estos últimos eran militares sólo eventualmente.
N.K.: ¿Qué importancia tuvo la existencia de estos milicianos?

Gral. Vasco Goncalves: La participación de milicianos en nuestras fuerzas era cada vez mayor porque no se podía mantener tres frentes de batalla al mismo tiempo. Esa gran participación de milicianos condujo también a la concientización de los cuadros permanentes y los oficiales de carrera. Esa fue su importancia. Además de la lucha de los pueblos coloniales y del descontento de los militares portugueses existía una gran efervescencia en el movimiento estudiantil. Todo esto confluyó.

N.K.: ¿El Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) sólo agrupaba a los militares y cuadros permanentes o también incluía a los milicianos?

Gral. Vasco Goncalves: Incluía a ambos. Fue la propia guerra colonial la que condujo a que los cuadros permanentes contactaran inmediatamente con los cuadros milicianos. De manera que ambos grupos hacían la misma vida, corrían los mismos riesgos en la guerra, entonces eso influyó en que hubiera intercambio de ideas y de opiniones entre los cuadros profesionales permanentes y los militares milicianos. Ellos, los milicianos, estaban mejor preparados políticamente que nosotros, los militares profesionales, porque en las universidades civiles había una discusión ideológica, política y social que no existía en las escuelas militares. Entonces los militares milicianos estaban mejor preparados ideológicamente. Eso condujo a crear mejores condiciones de maduración en la concientización política de los militares y cuadros permanentes.

N.K.: ¿El Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) tenía una orientación marxista?

Gral. Vasco Goncalves: No, de ninguna manera. El MFA no era un movimiento revolucionario. Era un movimiento que pretendía poner fin a la guerra colonial y resolver el problema de la independencia de las colonias portuguesas que era, en verdad, la causa de la guerra colonial. El fascismo y el colonialismo no podían conceder la autonomía y la independencia a los pueblos coloniales. Nosotros lo que pretendíamos era encontrar una solución política para la guerra colonial. Y la única solución política tenía que consistir en el reconocimiento de la autonomía y la independencia de todos los pueblos coloniales. Ese era nuestro objetivo fundamental. En ese objetivo la gran mayoría de los militares estaba de acuerdo, pero los más audaces, los más activos, los que tuvieron más coraje en intentar lograr ese objetivo fueron aquellos que constituyeron el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA).

N.K.: ¿Con cuántos integrantes contaban ustedes en el MFA?

Gral. Vasco Goncalves: Alrededor de 300 ó 400 militares, aproximadamente, mientras que el conjunto de oficiales permanentes de las Fuerzas Armadas eran en total nos 7.000 u 8.000.

N.K.: ¿El MFA operaba en la clandestinidad?

Gral. Vasco Goncalves: Sí, éramos clandestinos. En ese momento el gobierno fascista ya estaba muy deteriorado y en Portugal había una gran contestación contra el fascismo en el seno de las masas populares y trabajadoras. Por eso las reivindicaciones del Movimiento tuvieron gran receptividad.

N.K.: ¿En qué año nació el MFA?

Gral. Vasco Goncalves: En 1973. El dictador Salazar ya había muerto y sus sucesores pretendían hacer una política que aparentemente era más "suave", pretendían dar una cara más "liberal" al fascismo. Nuestra situación se estaba agravando día a día. La guerra colonial estaba empeorando a cada momento. Poco a poco, el Movimiento de las Fuerzas Armadas fue planteando sus reivindicaciones a cielo abierto. Las reuniones de discusiones del Movimiento sobre el futuro de las Fuerzas Armadas y de Portugal no se hacían abiertas porque existía una policía política fascista llamada PIDE que también estaba metida dentro de las Fuerzas Armadas. Se llegó entonces a una situación en la cual el gobierno ya no tenía poder suficiente para imponer su voluntad y nosotros, los oficiales, ya no estábamos dispuestos a aceptar todas las órdenes. Se comenzaban a dar las condiciones subjetivas necesarias e imprescindibles para una revolución.

N.K.: ¿Usted está pensando en el análisis de Lenin sobre una situación revolucionaria?

Gral. Vasco Goncalves: Sí, por supuesto. Estoy pensando exactamente en eso. Por lo tanto estas múltiples circunstancias iban conformando las condiciones subjetivas para el triunfo de la revolución.

N.K.: ¿Cómo fue el vínculo entre el ascenso de las masas trabajadoras y la propia dinámica del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA)?

Gral. Vasco Goncalves: Aunque las Fuerzas Armadas en Portugal no tenían un objetivo de revolución social, queríamos una democracia política, mejores condiciones de vida para los trabajadores, mejores condiciones para el desarrollo de la cultura en Portugal... En el conjunto, como Movimiento -repito y subrayo las palabras "como Movimiento"- no estaba entre nuestros objetivos hacer una revolución socialista. Después, con el impulso del movimiento popular y de las reivindicaciones populares, y con el impulso de la justicia de estas reivindicaciones, la lucha de clases nos llevó al proyecto de la revolución socialista. Así se explica el proceso iniciado el 25 de abril de 1974.
Alguna vez un intelectual brasilero dijo que nunca había visto en el mundo un movimiento popular en las calles como lo había visto en Portugal. Un movimiento en las calles con sus reivindicaciones... existía la enorme influencia entre los trabajadores del Partido Comunista que era el único partido organizado políticamente que había combatido al fascismo. Una influencia que se extendía a los trabajadores rurales. De manera que se fue desenvolviendo un proceso de reivindicaciones populares que eran justas y que eran consideradas como justas por los propios militares. Era entonces natural que ese proceso desembocara por su propio desarrollo en una lucha por el socialismo. Aquellos militares que estaban de verdad identificados con los intereses populares y con la razón de las masas trabajadoras dominaron las relaciones de fuerzas dentro del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA). Este último era un movimiento unitario. Tenía como base la necesidad de la solución política del problema colonial. En eso estábamos todos de acuerdo, desde la derecha hasta la izquierda y eso nos llevó a la conclusión de que para solucionar el problema colonial era preciso derrocar al gobierno fascista.

Al comienzo muchos pensaban, dentro de nuestros camaradas militares, que se podía imponer al gobierno fascista otra solución al problema colonial sin necesidad de derribarlo, pero eso no funcionó. Pero luego la propia formación del Movimiento de las Fuerzas Armadas, desde el verano de 1973 hasta abril de 1974, fue haciendo madurar las ideas de los militares. Esto permitió hacer madurar las condiciones subjetivas, las condiciones ideológicas, las condiciones del factor subjetivo para derribar al gobierno fascista. Nosotros concluimos que con aquel gobierno no era posible llegar a una solución política del problema colonial. Se tornaba necesario derribar, tirar abajo al gobierno fascista para recién entonces solucionar el problema colonial conversando con los movimientos de liberación, como por ejemplo el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA).

Por lo tanto el gobierno fascista fue derrocado a través de una gran acción popular. En esa acción popular existió una gran orientación del Partido Comunista; los militares más progresistas apoyaban las reivindicaciones populares y cualquier fuerza que el pueblo necesitaba. Nosotros dominamos las relaciones de fuerza dentro del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), pues el MFA estaba tensionado desde la derecha y desde la izquierda. El MFA constituyó una Junta de Salvación Nacional que fundamentalmente estaba formada y constituida por oficiales generales que eran gente de derecha pero que también acordaba con la solución del problema colonial por vía pacífica y a través de una solución política.

N.K.: ¿La izquierda del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) tenía por objetivo el proyecto de la revolución socialista?

Gral. Vasco Goncalves: En ese momento todavía no. Había algunas personas que tenían ideas auténticas y verdaderas sobre el socialismo y el marxismo, pero pensaban que no había condiciones en Portugal para hacer una revolución socialista. Pero a lo largo del proceso revolucionario surgió una vía de transición hacia el socialismo a través de la realización de las diversas y sucesivas conquistas populares. Por ejemplo, la nacionalización de la banca, la nacionalización de los seguros, la nacionalización de los principales centros básicos de la producción industrial, la nacionalización de las principales empresas de transporte y comunicaciones, la reforma agraria basadas en unidades colectivas, el control obrero, los derechos cívicos, sindicales, laborales y políticos de los trabajadores.
Todas estas conquistas y derechos se fueron ganando y se fueron modificando las estructuras económicas. Cuando se nacionalizan la banca y las finanzas, los seguros y los centros básicos de la producción, se comienza a caminar por una vía de transición al socialismo. ¡Es posible conquistar y hacer el socialismo con el conjunto de estas fuerzas! La vía de transición al socialismo fue surgiendo del mismo proceso de las luchas de clase. Lo importante que hay que destacar es que lo que surge como un golpe y un levantamiento militar contra el fascismo y el colonialismo se va transformando en una revolución social.

N.K.: Al describir aquel proceso revolucionario del cual actualmente se cumplen 30 años usted destaca la perspectiva del socialismo. Sin embargo, hoy en día, tres décadas después, algunos teóricos proponen reemplazar el proyecto del socialismo por una supuesta "tercera vía". ¿A partir de su experiencia política, qué opina usted de la "tercera vía"?

Gral. Vasco Goncalves: Yo pienso que hoy no hay espacio para una "tercera vía". La experiencia del pasado y del presente nos demuestra que la "tercera vía" camina siempre para la derecha, camina siempre hacia un rumbo reformista del capitalismo, hacia la idea de una supuesta "reforma del capital". No se trata de alcanzar un capitalismo reformado sino de superar el capitalismo. El capitalismo no es reformable, porque las relaciones sociales en las que se basa y sin las cuales no puede sobrevivir son intrínsecamente injustas y de explotación del hombre por el hombre. La "tercera vía" no persigue conquistas profundas en las estructuras económicas y sociales. Hay que fijarse en Inglaterra, en Francia y en Alemania para corroborarlo. Jospin en Francia, Schoeder en Alemania y Blair en Gran Bretaña adoptaron en la práctica políticas neoliberales y de privatizaciones. Todos los que pretenden colocarse entre el capitalismo y el socialismo al final terminan adoptando políticas neoliberales".










Cómo ayuda la Unión Soviética a España, Harry Gannes (Primera Parte)
Harry Gannes (1900 - 1941), fue un periodista norteamericano editor del diario Daily Worker en los años 30. Fue uno de los fundadores de la Liga de Jóvenes Comunistas, de la que sería también Secretario General. Visitó  China durante algunos años en tiempo de la revolución, relato que contaría en su libro When China Unites An Interpretive History Of The Chinese Revolution, en 1937; igualmente dedicaría gran parte de su trabajo a denunciar el movimiento de No Intervención creado por las potencias capitalistas, Inglaterra y Francia, para beneficio de los rebeldes fascistas y sus sostendedores y amos, Alemania e Italia, y que dejó a la España Republicana aislada internacionalmente, con el único apoyo efectivo de la Unión Soviética.

En este último contexto escribiría en 1936 por encargo de la Internacional Comunista el libro que Cuestionatelotodo, está traduciendo a nuestra lengua. en vista de que hasta ahora nunca había sido publicado en español: How the Soviet Union Helps to Spain, Cómo ayuda la Unión Soviética a España.

A continuación, publicamos la primera entrega:
*******


CÓMO AYUDA LA UNIÓN SOVIÉTICA A ESPAÑA (I)

Geográficamente, España es el país de Europa más alejado de la Unión Soviética. Sin embargo, en la batalla contra el fascismo, por la democracia, la libertad y la paz mundial, la Rusia soviética y la España democrática y revolucionaria están inseparablemente la una al lado de la otra.

Cuando se desencadenó en España la salvaje guerra civil para derrocar al gobierno democrático legalmente elegido, simultáneamente, recayeron sobre la Unión Soviética las más acerbas calumnias.

Siendo como es el más activo adalid de la libertad de España, la URSS se convirtió en el blanco principal de los ataques de Hitler y Mussolini.

Relataremos aquí la gloriosa ejecutoria de la Unión Soviética en ayuda de la España democrática y contra la actuación conjunta de las potencias fascistas del mundo.

El vendaval belicista desatado en el ámbito diplomático y propagandístico por los enemigos de la clase obrera, la democracia y la paz mundial contra el más leal amigo de España, la Unión Soviética, no amainó ni por un instante. Pero, sola entre todas las naciones en su valerosa defensa de España contra sus poderosos agresores fascistas de dentro y fuera, la URSS no fue únicamente el blanco exclusivo de las potencias fascistas.
También los hubo, entre quienes se hacen llamar amigos de España e incluso "revolucionaristas", que criticaron a la Unión Soviética, si bien cada vez con menos fuerza.

Algunos no supieron ver la peligrosa situación que, de intento, habían creado las potencias fascistas, las vacilaciones del Reino Unido y Francia, así como la indecisión y la desastrosa política errática de la Internacional Obrera y Socialista, la dirigencia del Partido Laborista y del Primer Ministro francés Leon Blum. Otros creyeron quiméricamente que, por arte de birlibirloque, la Unión Soviética podría modificar todos los factores políticos, geográficos y militares de Europa y desplazar a España el gran dispositivo defensivo que había erigido en el interior de sus propias fronteras para emplearlo contra la colusión de los dictadores fascistas y contra otras potencias que los toleran y alientan.

Cuando los dictadores fascistas y sus apologistas, como William Randolph Hearst, acusan a la Unión Soviética de "instigar" los sangrientos acontecimientos de España, deberían tener presentes dos hechos fundamentales:

En primer lugar, ¿por qué habría de elegir la URSS al país de Europa que está más alejado de ella, al menos accesible a su ayuda militar, para lo que los fascistas llaman su "vil complot"?

Y en segundo lugar, ¿pueden explicar los fascistas y sus partidarios por qué "Moscú" habría de desear una guerra civil en un país en el que el Frente Popular antifascista había resultado vencedor; en una tierra en la que un levantamiento cruento sólo podría despertar infames esperanzas en el corazón sanguinario de los fascistas españoles e inflamar las mentes calenturientas de los belicistas fascistas de otros países?
Los enemigos exteriores de España son, esencialmente, los adversarios de la Unión Soviética. Desde su mismo inicio, la guerra civil en España no fue un asunto "nacional". En su fase embrionaria, conspirativa, también se trató de antisovietismo. A sabiendas de que no podrían derrotar o esclavizar a la mayoría del pueblo español, que en las elecciones de 16 de febrero de 1936 había expulsado a la camarilla gobernante monárquico-fascista-feudal de los Lerroux, Gil Robles y Calvo Sotelo, los militaristas y reaccionarios españoles recurrieron, antes de nada, a la ayuda extranjera para derrocar al gobierno constitucionalmente elegido. Desde el primer momento de la conspiración, la guerra civil española fue un asunto internacional. Y sólo puede resolverse como cuestión internacional que es.

Los verdaderos conspiradores para aplastar la democracia española fueron los dictadores Hitler, Mussolini y Salazar. Para Hitler en especial, los preparativos de la guerra civil en España formaban parte de sus planes bélicos contra Francia, Checoslovaquia y la Unión Soviética. Para Mussolini, se trataba de un paso importante para arrebatar a Inglaterra el control del Mediterráneo.

No nos proponemos en estas páginas ahondar en hechos ampliamente conocidos, como la complicidad fascista extranjera en los planes de la conspiración para derrocar al legítimo gobierno español, ni investigar en profundidad el hecho, sobre el que ha dado abundante testimonio la prensa burguesa, de que el general Franco y su junta de fascistas y secuaces monárquicos, terratenientes y capitalistas hubieran prometido a Hitler y a Mussolini cuantiosas concesiones coloniales y bases militares en diversas posesiones españolas, en islas del Mediterráneo y el Atlántico, y en la propia península ibérica.

Tan sólo es necesario recalcar una cuestión innegable en este momento: el objetivo de las potencias fascistas en España era consolidar los preparativos bélicos contra Francia, apoderarse de colonias africanas y en otros continentes, destruir la Unión Soviética y extender el fascismo a los países democráticos.

Desde el primer momento, pues, la Unión Soviética empleó hasta la última gota de su energía, de su poder, de sus posibilidades de acción mundial y de su enorme capacidad para movilizar y dirigir a los trabajadores del mundo y a todas las fuerzas del socialismo y el progreso, para ayudar a España a derrotar al fascismo y a los pirómanos de una nueva guerra mundial.

El principio rector de la URSS en defensa de la España revolucionaria y su gobierno legal y democrático quedó expresado en las encendidas palabras de José Stalin al Comité Central del Partido Comunista de España en los días en que se libraba la más decisiva batalla por Madrid.

El 16 de octubre el camarada Stalin telegrafió el siguiente mensaje a José Díaz, Secretario del Partido Comunista de España:

"Los trabajadores de la Unión Soviética, al prestar toda su ayuda a las masas revolucionarias de España, no hacen otra cosa que cumplir meramente con su deber. Están persuadidos de que liberar a España de la opresión de los fascistas reaccionarios no es un deber que corresponde solamente a los españoles sino una tarea común que atañe a toda la humanidad avanzada y progresista".

Armas y fascismo

Los primeros disparos que realizaron los fascistas en la guerra civil española fueron efectuados con fusiles suministrados previamente por Hitler y Mussolini. Los conspiradores que querían asesinar la democracia española recibieron un contundente revés y fueron inicialmente derrotados. En Barcelona, Madrid y la Sierra de Guadarrama, fueron repelidos los primeros recios ataques de los experimentados militaristas fascistas, armados con pertrechos de muerte alemanes e italianos.

Los rebeldes españoles dieron un grito de alarma en demanda de ayuda a sus protectores alemanes e italianos. Necesitaban más armas. El pueblo oponía una resistencia que jamás llegaron a imaginar. La lucha iba a ser más encarnizada y se iba a prolongar en el tiempo más de lo inicialmente previsto. El pueblo había perdido el miedo a sus antiguos amos.

Se produjo entonces una terrible decisión contra la democracia española adoptada por el gobierno tory inglés con el respaldo de la política acomodaticia del Primer Ministro socialista francés, Blum.

Mientras las potencias fascistas enviaban todo tipo de armas y municiones a los rebeldes españoles, que se encontraban contra las cuerdas y en riesgo cierto de caer derrotados, el gobierno británico, secundado por el socialista Leon Blum, cortó el suministro de armas al pueblo español.

En julio y agosto, el Primer Ministro Leon Blum, con el propósito, según pensaba, de evitar una guerra mundial, consiguió levantar en realidad un bloqueo contra el legítimo gobierno español, privándolo de un derecho jamás desmentido por las normas internacionales, a saber, el de comprar armas para defenderse de una insurrección. Ni que decir tiene que, hasta ese momento, los gobiernos reaccionarios habían ejercido siempre ese derecho para defenderse de los levantamientos populares revolucionarios. Sin embargo, en el momento en que el pueblo, representado por el legítimo gobierno español, intentó adquirir armas para defenderse de una rebelión fascista, fue el Primer Ministro socialista Leon Blum quien sentó las bases para crear lo que posteriormente se conoció como la farsa de la "no intervención".

Al mismo tiempo, los fascistas que estaban al corriente de la fecha de la rebelión fijada por sus conmilitones en España acusaron también a la Unión Soviética de enviar armas al legítimo gobierno español, a pesar de que, a todas luces, los fascistas contaron con el efecto sorpresa y la ventaja geográfico-militar.

El 1 de agosto, los gobiernos británico y francés acordaron colaborar para establecer lo que más tarde se llamó el Comité Internacional para la Aplicación del Acuerdo de No Intervención en España.

El Reino Unido insistió en la participación de Alemania, Portugal, Rusia e Italia.

Blum dio su visto bueno de inmediato. Los fascistas italianos y, en especial, los alemanes, pusieron en marcha a partir de ese momento las típicas maniobras dilatorias que les caracterizan.

Francia finalmente fijó la fecha de 17 de agosto como plazo de adhesión al pacto de neutralidad. Las dos potencias fascistas no respetaron la fecha tope; aun así, Blum no permitió que los cargamentos de armas llegaran al gobierno constitucional de España. Siguió negociando con Roma y Berlín hasta el 24 de agosto, día en que Hitler anunció un "embargo" en Alemania de armas para España.

Entretanto, las potencias fascistas, como condición para su adhesión al acuerdo de "no intervención", exigieron la de la Unión Soviética.

La URSS y la "no intervención"

La Unión Soviética era absolutamente contraria a un acuerdo de "no intervención". Si hubiera contado con la ayuda necesaria de los partidos socialistas, de los movimientos obrero y antifascista de todo el mundo, además del apoyo de los partidos comunistas, la URSS habría podido parar en seco el movimiento por la "no intervención". Maxim Litvinov, comisario soviético de Asuntos Exteriores, en su alocución de 28 de septiembre a la Asamblea de la Sociedad de Naciones, expresó con toda firmeza las posiciones de la Unión Soviética contra la "neutralidad" y la "no intervención" como formas de ayuda a los agresores fascistas.

La actuación inicial de Blum a instancias de Londres no sólo creó un peligroso precedente; también contribuyó a enredar y complicar las relaciones, poniendo a la Unión Soviética en una situación difícil y comprometida.

Distinguirse en solitario contra el pacto de "no intervención" en las condiciones creadas por el gobierno francés, encabezado por el socialista Blum, y el gobierno tory británico que dirigía el conservador Stanley Baldwin, era en ese momento lo que precisamente deseaban los fascistas. La URSS dejó clara cuál era su postura.

Para la Unión Soviética no se trataba de que el proyecto de "no intervención" fuera justo o útil para España, si bien consideraba que, de detener efectivamente los envíos de armas de Alemania e Italia a los rebeldes españoles, el pueblo español podría ajustarles las cuentas a sus agresores.

La Unión Soviética no podía enfrentarse directamente a Blum por el pacto de "no intervención", pues tal decisión habría significado hacer el juego a Hitler y a la facción pronazi del gobierno tory de Londres, que estaba tratando de provocar justamente ese estado de cosas.

De este modo, para enviar armamento a España en las difíciles condiciones creadas, la Unión Soviética dependía del grado de apoyo que se pudiera recabar del Partido Laborista Británico, del Congreso de Sindicatos Británicos, del Partido Socialista francés y de la Internacional Socialista, es decir, de todas las fuerzas antifascistas en unidad de acción con los comunistas. De haber actuado sola, con el movimiento laborista inglés y la Internacional Socialista comprometidos en apoyo del acuerdo de "no intervención", la URSS no habría estado en condiciones de doblegar a los fascistas en una pugna abierta de envío de armas a España.

Estaba claro que ni el Reino Unido ni Francia habrían participado en el suministro de armas al gobierno legítimo y democrático de España.

El resultado habría terminado siendo una carrera desenfrenada entre la Unión Soviética, por un lado, e Italia, Alemania y Portugal, por otro.

Alemania e Italia no sólo están mejor situadas para suministrar cargamentos de armas a España, sino que también controlan las dos únicas rutas que unen la Unión Soviética con dicho país: Alemania, la del norte, e Italia, la del sur. Además, las armadas de ambos países, construidas para la conquista imperialista, dan a esas dos potencias fascistas una más que considerable superioridad en caso de zafarrancho de envío de armas como el que se habría desatado entre la URSS, sola, y dichas potencias, de consuno.

Cuando el Primer Ministro socialista Leon Blum decretó el acuerdo de "no intervención", privó a España de la fuente natural de armas y suministros más inmediata y amplia de que disponía para defenderse.

La política británica en España

Entre las potencias imperialistas, el Reino Unido está sumamente interesado en el futuro de España. Cuando los dictadores fascistas planearon instaurar el fascismo en la península ibérica, al Reino Unido se le plantearon una serie de cuestiones contradictorias:

¿Suponía ello una mayor amenaza para su control del Mediterráneo?

¿Cómo afectaría una victoria del Frente Popular en España a las maquinaciones de la política británica de equilibrio de poderes en Europa y al estímulo dado por el gobierno tory al rearme de Hitler?

Si Mussolini se hacía con el control de España y Portugal, ¿qué pasaría con el secular dominio inglés de esas zonas?

Si los antifascistas vencieran a los rebeldes españoles y a sus valedores alemanes e italianos, ¿cómo afectaría ello a las maniobras de los tories para crear un frente reaccionario europeo basado en su propio modelo?

¿No sería cierto que una victoria contra el fascismo en España no sólo consolidaría a las fuerzas de la democracia sino que aumentaría también la influencia de la Unión Soviética en la lucha por la paz y la marcha hacia el socialismo?

Fue principalmente el imperialismo británico el que decidió respaldar al bando de la reacción en España y bloquear los esfuerzos de la URSS por preservar la democracia en ese país.

Preocupado por la posición británica en el Mediterráneo occidental y con la perspectiva de un futuro fortalecimiento de su vieja alianza con la antigua camarilla gobernante en España, el gobierno de Baldwin supeditó su acción internacional a obtener la buena disposición de los venideros dictadores fascistas de España. Al mismo tiempo, los tories ingleses adoptaron medidas para impedir una victoria del Frente Popular que le diera acceso al gobierno legal de España sobre los fascistas.

Una ojeada a las líneas dominantes de la política imperialista británica, trazada por el sector profascista mayoritario del gobierno de Baldwin, explica por qué los tories ingleses lograron convencer a Leon Blum, Primer Ministro socialista de Francia, de plantear la cuestión de la "neutralidad" como un soborno a los fascistas.

Los tories británicos demostraron que estaban dispuestos a sacrificar la paz y la democracia en Europa y aun a poner en peligro sus propios intereses nacionales debido a su posición reaccionaria y profascista, que conllevaba el apoyo encubierto al general Franco.

El examen de los acontecimientos acaecidos desde el estallido de la guerra civil en España pone de relieve que el espíritu que ha inspirado la política dominante del gobierno británico hacia España se basa, principalmente, en los siguientes objetivos:

1. Los tories están empeñados en la derrota a toda costa del gobierno español del Frente Popular. Aunque no son partidarios de una dictadura respaldada en exclusiva por las bayonetas alemanas e italianas, consideran tal posibilidad un mal menor.

2. La abundante información publicada en los periódicos ingleses, franceses y de los Estados Unidos permite afirmar que el Reino Unido ha llegado a un acuerdo particular con Franco, sobre cuyo alcance concreto sólo cabe especular.

3. Cualesquiera sean las concesiones que los fascistas españoles hayan hecho a Roma y Berlín, los tories ingleses dan por seguro que a ellos se las harán mayores.

4. A juicio del gobierno inglés, la prolongación de los combates -aun cuando los fascistas españoles terminaran resultando vencedores- dejaría a España en tal situación de postración económica, que habría de recurrir a los créditos ingleses para sostener su dictadura. Las dos potencias fascistas, Alemania e Italia, no estarían en condiciones de proporcionar a Franco el dinero que éste pudiera necesitar. A cambio de esos créditos, los gobernantes británicos dan por hecho que podrán revocar algunas concesiones ya otorgadas y perjudiciales para sus intereses.

5. Los tories saben perfectamente que una victoria del gobierno del Frente Popular en España no sólo impulsaría el frente popular antifascista en todo el mundo, sino que daría tal ímpetu a las fuerzas de la paz y el socialismo, que debilitaría rápidamente en sus respectivos países a Hitler y Mussolini y desbarataría el juego tory de contar con Hitler como "estabilizador" del continente.

No obstante, una actuación rápida del Partido Laborista y del Congreso de Sindicatos Británicos equivaldría a ponerle gruesos palos en las ruedas a la maquinaria profascista tory.

Blum, convencido de que estaba impidiendo a los dictadores alemán e italiano enviar armas a los insurgentes españoles, consiguió tan sólo, en una decisión sin precedentes, privar al gobierno legal del derecho reconocido a comprar armas para su defensa, que era la defensa de la democracia mundial, de la paz en Francia y de la paz en el mundo.

So color de apaciguar a la facción derechista del Partido Radical Socialista, integrado el Frente Popular francés, que sostenía que el "aislamiento" de la guerra civil española era el mejor medio para preservar la paz, Blum cayó en la trampa que le tendieron los imperialistas británicos.

Londres estimó oportuno que Blum inaugurara el acuerdo de no agresión por muchas buenas razones, las más importantes de las cuales eran las siguientes:

Francia era el país mejor situado para suministrar las armas y municiones necesarias al gobierno constitucional de España. Si Francia llevaba la iniciativa de la "no intervención", ella misma, en especial, se ataba de pies y manos.

Leon Blum, como dirigente socialista y Primer Ministro de un gobierno apoyado por el Frente Popular, podía influir sobre los dirigentes del Partido Laborista Británico y del Congreso de Sindicatos Británicos, así como de la Internacional Obrera y Socialista y de la Federación Internacional de Sindicatos para que apoyaran la política oficial del imperialismo británico.

De este modo, los británicos pudieron ocultar sus maniobras de ayuda a los fascistas españoles y continuar sus negociaciones secretas con Hitler, Mussolini, Salazar y el general Franco.

Debido al pacto franco-soviético de asistencia mutua, factor de paz tan importante, Blum pudo presionar para que la URSS participara en el acuerdo de "no intervención".



Cómo ayuda la Unión Soviética a España, Harry Gannes (Segunda Parte)
Harry Gannes (1900 - 1941), fue un periodista norteamericano editor del diario Daily Worker en los años 30. Fue uno de los fundadores de la Liga de Jóvenes Comunistas, de la que sería también Secretario General. Visitó  China durante algunos años en tiempo de la revolución, relato que contaría en su libro When China Unites An Interpretive History Of The Chinese Revolution, en 1937; igualmente dedicaría gran parte de su trabajo a denunciar el movimiento de No Intervención creado por las potencias capitalistas, Inglaterra y Francia, para beneficio de los rebeldes fascistas y sus sostendedores y amos, Alemania e Italia, y que dejó a la España Republicana aislada internacionalmente, con el único apoyo efectivo de la Unión Soviética.

En este último contexto escribiría en 1936 por encargo de la Internacional Comunista el libro que Cuestionatelotodo, está traduciendo a nuestra lengua. en vista de que hasta ahora nunca había sido publicado en español: How the Soviet Union Helps to Spain, Cómo ayuda la Unión Soviética a España.

A continuación, publicamos la Segunda entrega. La primera se puede consultar aquí.
*******


España recurre a la Unión Soviética

Así, mientras los cargueros y las cañoneras de Hitler y Mussolini pululaban por el Mediterráneo y el Golfo de Vizcaya cargados hasta las bordas con armas para los fascistas españoles, Blum se dedicaba en cuerpo y alma a perfilar su acuerdo de no intervención.

Gabriel Péri, el comentarista de política internacional de l'Humanité, órgano del Partido Comunista Francés, parafraseó certeramente en su artículo de 9 de octubre los motivos más sólidos que Blum podía ofrecer en nombre de Francia:

Leon Blum y Anthony Eden, adalides del simulacro del Pacto
de No Intervención, realizado en apoyo  a los fascistas  agresores del pueblo
español
"Francia decía: mi intención es evitar los suministros a los rebeldes. Para conseguirlo, sitúo al mismo nivel, sin duda, a la República y a los facciosos. Pero, como contrapartida, dificulto la ayuda que estos últimos esperan recibir del fascismo internacional. Cuanto antes se adhieran a mi iniciativa las potencias amigas de la República española y de la paz, tanto mayor será la garantía de que obtendré ese resultado. Con todo, es necesario que ninguna potencia pacífica dé con su abstención una excusa para la espantada de Alemania e Italia.

Cabe imaginar, pues, a qué censuras se habría enfrentado la URSS si hubiera rechazado su adhesión."

Harry Pollitt, Secretario del Partido Comunista Británico, fue un poco más lejos aún cuando declaró:

"Blum había forzado al gobierno soviético a una política de neutralidad, presionándolo con el futuro del pacto franco-soviético."

Dados la interacción de los objetivos fascistas, el acicate del imperialismo británico y la transigencia de la política errónea del Primer Ministro socialista francés, Léon Blum, la cuestión a que se enfrentaba la Unión Soviética de una eventual abstención a la adhesión al acuerdo de no intervención era sumamente compleja.

El gobierno soviético, como señaló el camarada Pollitt, se estaba adentrando por un terreno extremadamente complicado en el que un solo paso en falso llevaría a una ruptura diplomática abierta, seguida de la actuación militar de los fascistas y de otras potencias reaccionarias.

La Unión Soviética sabía también que en aquel momento el gobierno tory espoleaba a Hitler y que habría aprovechado ampliamente cualquier negativa soviética a participar en el acuerdo de no intervención. Era tanto el deseo nazi de que se impusiera la política del gobierno tory, que el corresponsal en Berlín de The New York Times cablegrafió lo siguiente el 2 de septiembre:

"Alemania es partidaria de delegar las tareas de verificación de la no intervención a una única potencia y recomienda que la dirección se le asigne al Reino Unido."

En lugar de permitir la colusión entre los nazis y los ministros tories en contra de España, la URSS procuró hacer todo lo posible en el seno del comité de no intervención para evitar el envío de armamento de los fascistas a España, así como alentar la acción internacional contra los fascistas y destruir la farsa de la "neutralidad" y la "no intervención" en la primera ocasión propicia.

Una vez firmado por los 27 países el acuerdo de no intervención, el fascismo alemán e italiano recurrió a nuevos planes para enviar armas a los fascistas.

Mientras el general Mola, comandante en jefe fascista del Ejército del Norte, cortaba a toda prisa el acceso ferroviario desde Francia a España por Irún, Salazar, el dictador portugués, abría todos los puertos de Portugal a los cargamentos de armas para el general Franco.

De hecho, toda la estrategia de los generales fascistas españoles, tras el revés inicial sufrido en la Sierra de Guadarrama y Barcelona, consistió en abrirse camino hacia Badajoz, en la frontera hispano-portuguesa, por el río Tajo, para, con los pertrechos recibidos de Alemania e Italia, vía Portugal, avanzar a sangre y fuego hacia Madrid.

Los partidos comunistas de todos los países dieron la alarma de inmediato.

Pravda, órgano central del Partido Comunista de la Unión Soviética, se expresaba con toda claridad:

"Los trabajadores del mundo no pueden permanecer indiferentes y en silencio mientras se decide el destino del pueblo libre de España al que los mercenarios de Franco tratan de aniquilar por medio de las bayonetas, las balas, las bombas y el hambre.

El valeroso pueblo español vuelve sus ojos hacia la Unión Soviética. En nuestra lucha por el socialismo el pueblo español encuentra su fuerza, inspiración y energía."[1]

Por primera vez en su historia -durante esta feroz guerra civil en que la reacción está tratando de derrocar al gobierno legítimo-, España y la Unión Soviética intercambiaron embajadores. En ambos países, los representantes fueron recibidos entre muestras de alegría y entusiasmo, y firmes promesas de estrechar aún más las relaciones e incrementar una cooperación inquebrantable.

En Francia, tras asumir la dirección de la lucha contra la "neutralidad" y el proyecto de no intervención para tratar de lograr una movilización de masas capaz de torcer el desastroso rumbo de Blum, Maurice Thorez, Secretario del Partido Comunista de Francia, dirigió una carta abierta a Paul Faure, dirigente socialista. En nombre de los comunistas franceses, Thorez instaba a unirse a los partidos socialista y comunista para exigir el levantamiento del embargo de armas impuesto contra España.


¡Armas para España!

Mientras la Unión Soviética se preparaba, a la primera oportunidad que tuviera, bien para forzar la completa adhesión a una interrupción total de los envíos de armas a España en el marco del acuerdo de no intervención, bien para restituir al legítimo gobierno de España en su derecho a comprar armas, los comunistas de todo el mundo encabezaban la lucha contra la vergüenza de la neutralidad.

Extraordinaria fue la enorme manifestación, en que participaron 100.000 personas, organizada por el Partido Comunista de Francia el 4 de septiembre en contra de la no intervención. El 7 de septiembre, la huelga del sindicato obrero del metal sacó a las calles a 225.000 trabajadores franceses cuyas reivindicaciones retumbaron por toda Francia: "¡Armas para España! ¡Aviones para España! ¡Abajo el embargo impuesto a España! ¡Ayudemos a nuestros hermanos españoles!"

En lugar de rectificar su política de no intervención presionado por la abrumadora mayoría de las masas de Francia, Blum defendió airadamente su posición. La adhesión inflexible de Blum a la errónea política de no intervención animó a los dirigentes reaccionarios del Partido Laborista Británico a seguir un camino parecido y dio una excusa a la Internacional Obrera y Socialista para, de momento, abstenerse de todo acto contrario a la política toryo independiente de ella.

De hecho, los principales portavoces socialistas se convirtieron en un primer momento en los más fervientes defensores del acuerdo de no intervención. Debido a su férreo apoyo a los planes que inicialmente había promovido el gobierno tory de Londres, pusieron en dificultades al gobierno español para defender su causa ante los foros internacionales y entre los trabajadores y antifascistas de todo el mundo.

Por ejemplo, mientras el Partido Comunista de Francia exigía poner fin a la farsa de la política de neutralidad y los fascistas enviaban armas a toda prisa a los rebeldes españoles, no era infrecuente toparse con muestras de los típicos planteamientos de la burocracia socialista inglesa y del ala derecha socialdemócrata de Francia y Estados Unidos, como la contenida en un editorial del periódico socialista judío Forward, publicado en Nueva York.

Rara vez la dañina falsía del acuerdo de no intervención y las contraproducentes ilusiones que alentó se pusieron al descubierto de modo tan inconsciente y manifiesto como en el siguiente editorial de Forward de 8 de septiembre:

"Ahora que todos los gobiernos se han comprometido a no suministrar armas a ninguno de los dos bandos enfrentados y que ninguno de ellos ha vulnerado por el momento el pacto, el gobierno español está en condiciones de ocuparse por sí solo de
los fascistas…

Gracias a su sagacidad política y a su perspectiva auténticamente socialista de la guerra civil española, Léon Blum no sólo ha salvado a Europa de una nueva guerra, sino que ha impedido que Hitler y Mussolini ayuden a los asesinos fascistas a ahogar en sangre la España republicana y el movimiento obrero español."

El mismo editorial proseguía criticando a los comunistas franceses y de otros países por exigir el final de la no intervención, acusándoles de que tal exigencia "suena a provocación".

Si ésta fuera exclusivamente la posición de Forward, no sería tan lesiva como, de hecho, ha resultado ser. Pero lo cierto es que dieron igualmente su apoyo a la postura de Blum (astutamente promovida en sus comienzos por los tories británicos) los dirigentes del Partido Laborista Británico hasta el Congreso de Edimburgo de principios de octubre, casi un mes después. Y también la respaldaron la dirección del Congreso de Sindicatos Británicos, así como la Internacional Obrera y Socialista, y las dirigencias de sus diferentes secciones en todos los países.

Hasta que la Unión Soviética no soltó el bombazo en el seno del comité de no intervención, este planteamiento no se fue al traste.

El propio Primer Ministro Blum, en un mitin del Partido Socialista a mediados de septiembre, declaró gratuitamente que no existía ni la más mínima prueba de que Italia y Alemania hubiesen enviado armas a España tras la conclusión del acuerdo de neutralidad.

Ante semejante actitud del Primer Ministro socialista francés, Léon Blum, que procedía de consuno con el ministro de Asuntos Exteriores británico, y antes de que el gobierno español hubiese presentado las pruebas que había reunido a la Sociedad de Naciones, la Unión Soviética no podía comprometerse a actuar con eficacia contra el crimen de la no intervención.

Sin embargo, durante todo ese tiempo, la ayuda exterior fascista estaba llegando al general Franco.


España protesta

El 15 de septiembre, el gobierno español hizo llegar una nota a la Sociedad de Naciones que contenía pruebas innegables y cuantiosas de envíos de armas a los fascistas españoles desde Alemania e Italia, vía Portugal y las Islas Baleares, con destino a puertos del norte y sur de España. Esta nota, sin embargo, no se publicó hasta el 30 de septiembre y ante la insistencia de la Unión Soviética y España.

A principios de septiembre, el general Queipo de Llano, capitoste fascista de Sevilla, anunció por la radio que había enviado una delegación oficial a Lisboa a felicitar, en su propio nombre, al dictador Salazar y a agradecer al gobierno portugués la ayuda dada al "único gobierno que puede y debe gobernar España"[2].

Franco, el hombre de Hitler en España
Los cables periodísticos de todo el mundo no paraban de referirse a las escandalosas noticias de incesantes envíos de armamento, cada vez más abundantes y descarados, de Italia y Alemania a los fascistas españoles.

Un ejemplo lo constituye el siguiente encabezamiento de un cablegrama para The New York Times (14 de septiembre), remitido desde Lisboa, capital de Portugal:

"Lisboa hace llegar ayuda a los rebeldes españoles. Aquí los funcionarios consienten que Portugal siga siendo un pasillo de tránsito de abundantes suministros a los rebeldes españoles."

Otra muestra de The New York Times:

"Los rebeldes usan Lisboa como vía de suministro y punto de compra. La embajada insurgente allí adquiere abiertamente gasolina, camiones y alimentos."

En septiembre, un Comité de Encuesta sobre las Violaciones del Derecho Internacional relativas a la No-Intervención en España[3], no oficial, se reunió en Londres y recopiló pruebas de los envíos de armas italianos y alemanes a los fascistas.

Del comité formaban parte Eleanor F. Rathbone, diputada independiente por las universidades inglesas; J. B. Trend, catedrático de español de la Universidad de Cambridge; Lord Faringdon; John Jagger, del International Union of Distributive and Allied Workers,diputado laborista en el parlamento; R. McKinnon Wood; E. L. Mollalieu y dos secretarios del comité: John Langdon-Davies, que era corresponsal del News Chronicle en España, y Geoffrey Bing.

Con las pruebas reunidas por este comité se podría elaborar un grueso volumen.

Reseñables entre las conclusiones extraídas por el ilustre comité, a cuyas sesiones asistían de incógnito funcionarios del ministerio de Asuntos Exteriores británico, son las siguientes frases:

"Hemos tenido así acceso a nuevas pruebas y estudiado toda una serie de nuevas revelaciones que confirman nuestras conclusiones previas en el sentido de que, desde la fecha del pacto de no intervención, Italia y Portugal han prestado ayuda a los rebeldes en forma de armas y personal técnico, así como otras formas de colaboración…"

"Disponemos, además, de numerosos elemento de prueba que confirman la ayuda alemana antes y después del 3 de agosto de 1936, fecha en que el gobierno alemán informó al francés de que ni se había enviado material de guerra a los rebeldes españoles ni se les enviaría."

Obsérvese bien, en especial, la declaración final de dicho comité:

"Una circunstancia adicional que plantea un grave problema es que, de acuerdo con nuestra información, el gobierno británico conoce, por personas a su servicio, de la existencia de violaciones del acuerdo de no-intervención."

Desde un principio, el gobierno tory conocía a través de sus numerosos agentes secretos en Portugal y sus representantes consulares y diplomáticos en Sevilla, Cádiz, La Coruña y otros lugares de España bajo control fascista que los rebeldes estaban recibiendocontinuamente desde Italia y Alemania todas las armas que necesitaban, en flagrante violación del acuerdo de no intervención.

Durante más de 200 años, la política exterior portuguesa se había decidido en Londres. Bajo la dictadura de Salazar, Portugal se había convertido, más que nunca, en una auténtica marioneta del imperio británico. De hecho, en Portugal no se podía tomar ninguna decisión política de calado sin contar con los intereses comerciales británicos, el consentimiento de sus agentes diplomáticos en Lisboa y la aprobación del gobierno Baldwin.


Las masas soviéticas en acción

Mientras tanto, los trabajadores soviéticos prestaban "toda la ayuda que podían a las masas revolucionarias españolas".

Nunca desde la Revolución de Octubre habían estado tan entregadas las masas rusas, habían sido tan conscientes del peligro para el pueblo español y la paz mundial.

Hitler y Mussolini, así como el Reino Unido, han acusado a la URSS de enviar armas en secreto a España. Sin embargo, no hay ni una sola prueba de ello. Cierto es que las masas soviéticas organizaron gigantescas manifestaciones por España en las que se recaudaron cantidades enormes de dinero. Hicieron cuanto estaba a su alcance para ayudar a España a derrotar al fascismo. Antes del 2 de octubre, los trabajadores soviéticos habían colectado diez millones de dólares para España. Las mujeres de la URSS habían enviado dos millones de dólares en comida y ropa a las mujeres y niños españoles. Se mandaron abiertamente varios cargamentos de alimentos por barco.

El heroico pueblo español, privado de armas, contuvo a los fascistas como pudo. El general Franco, advertido de que la Unión Soviética preparaba un formidable ataque contra el pacto de no intervención a fin de detener los envíos de armas a los rebeldes, dio órdenes de lanzar una brutal ofensiva. Llegado ese momento, ya con decenas y decenas de tanques italianos, con más de cien aviones de caza y bombarderos, y más armas y municiones de las que podían emplear sus hordas de tropas alemanas, italianas y moras, habría sitiado Madrid.

Inmediatamente después de que entrase en Madrid, Franco contaba con la promesa de que Alemania e Italia reconocerían la dictadura fascista española, lo cual liquidaría definitivamente y a su favor la farsa de la no intervención. Ése fue el motivo de que siguiera adelante aún con mayor vesania.

Fue entonces cuando el gobierno español tomó las primeras medidas que permitieron crear las condiciones favorables para la posterior acción de la Unión Soviética.

Plenamente al tanto por sus informadores alemanes, italianos y británicos de la inminente actuación de la Unión Soviética y del gobierno español, el general Franco dio la orden de tomar Madrid a toda costa y lo antes posible.

El gobierno español había enviado a la Sociedad de Naciones su nota, que incluía numerosos pruebas del apoyo exterior fascista a los rebeldes españoles, el 15 de septiembre. Pero no fue hasta finales de ese mes cuando Álvarez del Vayo, ministro de Asuntos Exteriores de Madrid, pudo, con la ayuda de la Unión Soviética, conseguir la publicación y análisis de las pruebas.

Se trataba de un paso preliminar necesario para que la Unión Soviética pudiera refutar todo el montaje ante el comité de no intervención de Londres.

Ni que decir tiene que el general Franco se dio cuenta de que la acción de la Unión Soviética ponía en grave peligro a su junta fascista, así que no perdió ni un minuto en su avance sobre Madrid.

A veces surge la pregunta de por qué "esperó" la URSS a que el general Franco estuviera a las puertas mismas de Madrid, antes de conmocionar al mundo con una nota como la de 7 de octubre en la que se desenmascaraba la ayuda exterior fascista a los insurgentes reaccionarios españoles.

La Unión Soviética jamás perdió un solo momento, una sola ocasión, ni la más mínima posibilidad, de dar la mayor ayuda al pueblo español. Sabedor de ello y precisamente por ello, el general Franco y sus valedores fascistas llevaron su ofensiva hasta un punto de ruptura.

Si se tienen presentes los principales factores, ya indicados, de la relación de la URSS con España, el análisis de las fechas y acontecimientos posteriores a la actuación del propio gobierno español mostrará la rapidez, pertinencia y máxima efectividad de las acciones de la Unión Soviética.

La primera oportunidad que España tuvo de hacer oír su voz ante la Sociedad de Naciones en relación con la criminal ayuda fascista exterior a los rebeldes españoles fue a finales de septiembre.

De haber iniciado una acción diplomática semejante, la Unión Soviética se habría arrogado el derecho a suplir y usurpar la iniciativa del gobierno legal de España. Cuando el gobierno español dio efectivamente el paso, la URSS actuó con rapidez y extraordinarios resultados no sólo en los ámbitos diplomáticos, sino también, y aún más importante, en el seno del movimiento obrero y antifascista mundial.

El 25 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores español, Álvarez del Vayo, en una crítica demoledora de las potencias que apoyaban a los fascistas españoles, fue el primero en exigir el fin de la farsa de la no intervención.

Con palabras ardientes, del Vayo declaró:

"Cada defensor español de la República y la libertad que cae en el frente por el fuego de estas armas importadas de la manera más cínica y en cantidad mayor, a pesar del Acuerdo de la No Intervención, es una demostración irrefutable del crimen que se comete contra el pueblo español."

Fue ésta la primera salva diplomática que estremeció al movimiento obrero mundial.

Más tarde, el 28 de septiembre, Maxim Litvinov, comisario soviético de Asuntos Exteriores, acometió la lucha, una lucha que los imperialistas británicos trataron de echar por tierra, pero que fueron incapaces de sofocar, una lucha que produjo los resultados más inmediatos en el movimiento obrero internacional y en los círculos antifascistas.

"El gobierno soviético considera inaplicable el principio de neutralidad a una guerra declarada por rebeldes contra su gobierno legítimo", insistió Litvinov, "antes al contrario, considera que es una violación de los principios del derecho internacional"[4].
La ayuda fascista, desenmascarada

La primera noticia extraordinaria que recibió la opinión pública sobre la exigencia soviética planteada al comité de no intervención de Londres se produjo el 7 de octubre.

"En realidad", escribió el 8 de octubre Ferdinand Kuhn Jr., corresponsal de The New York Times en Londres, "Rusia ha presentado dos notas, no una, al comité. La primera, que se adelantó en una semana al bombazo de ayer, fue entregada por escrito el pasado miércoles por Samuel Kagan, encargado de negocios soviético en Londres."

En la primera nota, la URSS exigía dos cosas: (1) que un comité imparcial se desplazase a la frontera hispano-portuguesa para investigar la cuestión de los envíos de armas. (2) que, en lo sucesivo, algunos miembros de este comité quedaran asignados a tareas de verificación del cumplimiento del acuerdo de no intervención.

El gobierno británico fue ampliamente informado de las violaciones del acuerdo de no intervención llevadas a cabo por las potencias fascistas, en especial de la cínica ostentación con que su marioneta portuguesa transgredía el acuerdo. El Sr. Kuhn dice lo siguiente: "La nota se distribuyó a algunos miembros del comité de no intervención, entre ellos los británicos, que se mostraron ciertamente preocupados por las evidencias de mala fe de alemanes e italianos y estimaron oportuno el envío de un grupo imparcial que investigue sobre el terreno."

Pero lo que hicieron los británicos, en realidad, fue tratar de neutralizar los esfuerzos de la Unión Soviética.

Fue en ese momento cuando la URSS hizo pública su nota, más enérgica, de 7 de octubre, que no "se distribuyó a  los miembros del comité de no intervención" sino que se dio a conocer desde Moscú a las masas del mundo.
Un chato soviético

Samuel Kagan, en nombre del embajador soviético Ivan Maisky, hizo entrega de esa nota -que provocó una acalorada sesión del comité de intervención- a Lord Plymouth, presidente británico del comité.

La situación en la que la URSS adoptó esta drástica medida era extremadamente complicada. Por ejemplo:

El Congreso de Sindicatos Británicos acababa de votar recientemente a favor del acuerdo de no intervención que, por intermedio de Blum, había promovido el gobierno tory inglés.

En ese momento se estaba celebrando el Congreso del Partido Laborista Británico en Edimburgo, al que asistió una delegación española para solicitar el fin de la farsa de la no intervención. A pesar de la nota de la Unión Soviética, el Congreso del Partido Laborista Británico, contra los deseos de la mayoría de los delegados, recurrió al procedimiento del voto por delegación y por representación, habitual en los congresos del partido, con el resultado de 1.836.000 votos favorables a continuar dando su conformidad a la no intervención, frente a 519.000 en contra.

El Primer Ministro socialista francés Blum seguía respaldando, imperturbable, la vergüenza de la no intervención.

La Internacional Obrera y Socialista, al igual que la Federación Internacional de Sindicatos, continuaban apoyando, en ese momento, la no intervención.

Sola, enfrentada a las otras 26 naciones integradas en el pacto de no intervención, dirigido por el imperialismo británico, detrás de cuyas faldas se escondían los fascistas alemanes e italianos, la Unión Soviética entró, no obstante, en acción. La Unión Soviética presentó su nota.

En nombre de los 170 millones de ciudadanos de la URSS, la nota soviética venía a sumarse a la batalla iniciada por el gobierno español. El documento soviético rezaba así:

"En notas dirigidas el 15 de septiembre a los gobiernos de Portugal, Italia y Alemania, el gobierno español protestaba por el envío de ayuda y armamento militar por parte de esos países a los rebeldes españoles.

El gobierno español también ha remitido dichas notas a otras partes del acuerdo de no intervención, solicitándoles que adopten medidas para poner fin a una situación en la que el gobierno legal de España ha quedado sometido a un auténtico bloqueo, mientras los rebeldes, sin ningún tipo de impedimento, reciben por diferentes vías aviones y diversos tipos de armamento.

En su declaración a la Sociedad de Naciones, Julio Álvarez del Vayo (ministro español de Asuntos Exteriores) planteó esa misma cuestión ante todos los Estados miembros. El gobierno español recogió en su "Libro Blanco" y en otra documentación adicional, publicada el 3 de octubre, una larga enumeración de hechos que constituyen violaciones del acuerdo referidas al último periodo.

Basta con relatar los siguientes hechos:

El 10 de septiembre, treinta y tres vagones de mercancías cargados de cajas que contenían las piezas sin ensamblar de catorce aviones procedentes de Hamburgo llegaron a Sevilla desde Portugal.

El 20 de septiembre, doce grandes aeroplanos alemanes aterrizaron en Tetuán. Posteriormente, estos aviones se emplearon para trasladar tropas de la llamada Legión Extranjera de Tetuán a España.

El 29 de septiembre, el gobierno español recibió un informe en el que se relata que el 27 de septiembre, a través de la frontera española y procedente de Lisboa, se efectuó el envío de un cargamento de gas venenoso y de munición de guerra.

Una serie de testigos interrogados por el comité de Londres que preside la diputada inglesa Eleanor Florence Rathbone, así como numerosos corresponsales de prensa que han publicado lo que ellos mismos han visto, confirman que el suministro de armas a los rebeldes vía Portugal se sigue produciendo a gran escala.

Los rebeldes disponen de tanques y bombarderos de origen alemán e italiano de los que carecía el ejército español al principio de la sublevación.

Entre los aeroplanos derribados por las milicias había nueve de origen alemán que llevaban el distintivo de fabricación "Henkel". El traslado de las tropas rebeldes desde Marruecos se produce en aviones alemanes e italianos a través de Gibraltar.

La región fronteriza con Portugal parece ser, desde el inicio mismo de la rebelión, la base principal de los insurgentes.

En Portugal forman los rebeldes sus destacamentos y desde ese país reciben destacamentos militares. Desde la constitución de su comité, el propio gobierno soviético planteó la necesidad de investigar las actuaciones de Portugal que constituyen una flagrante violación del acuerdo y de adoptar las medidas oportunas para poner fin a tales actuaciones.

El gobierno soviético teme que una situación como la creada por la reiterada violación del pacto de no intervención de Londres haga inoperativo dicho pacto.

El gobierno soviético no puede consentir que ciertos firmantes del acuerdo de no intervención transformen tal acuerdo en una tapadera de la asistencia militar a los rebeldes contra el gobierno legal.

En consecuencia, el gobierno soviético se ve en la obligación de declarar que, si esas violaciones no cesan inmediatamente, se considera liberado de los compromisos suscritos en citado acuerdo.


John Heartfield in der Arbeiter Illustrierte Zeintug (AIZ)
James Klugmann

Stalin's Legacy

Source: Labour Monthly, Vol. XXXV, No. 4, April 1953.
Publisher: The Proprietors, Trinity Trust, 134, Ballards Lane, London, N3
Transcription/Markup: Brian Reid

AS we mourn the death of the world's greatest working-class leader, we receive a magnificent gift and guide for those fighting in Britain in the cause of socialism-the first volume, in English, of Stalin's Collected Works[1]. This is a contribution of the very first order to the publication in the English language of the classics of creative Marxism; an outstanding event in the spread of Marxist thought and teaching in Britain.

The first volume, of what is to be a series of sixteen, contains the bulk of his writings in the period of 1901 to April 1907, many available in English for the first time. These are the writings of the young Stalin who inspired and led the early Bolshevik organisations in Transcaucasia, writings most of which first appeared in the illegal Georgian Marxist journals, mainly edited and directed by Stalin himself.

This was the period when Stalin organised and led the great May Day demonstration in Tiflis in 1901, hailed by Lenin's Iskra as an event of historic importance for the whole of the Caucasus; when Brdzola (Struggle), the first illegal Marxist newspaper in Georgia was founded on Stalin's initiative, second only to Iskra itself as a Marxist newspaper in Russia. Stalin created the Marxist organisation in Batum and the Batum Committee of the Russian Social-Democratic Labour Party, himself organising and leading the famous political demonstration of the Batum workers on March 9, 1902. He led the struggle against opportunism in the Transcaucasian labour movement, fighting for the unity of the workers of different nationalities-Georgians, Armenians, Azerbaijanians and Russians. Then came his arrest, exile to Siberia and escape. Returning, illegally to the Caucasus in February, 1904, he led the huge strike of the Baku workers (December, 1904) and secured a collective agreement with the oil owners, first of its kind in the Russian working-class movement. He consistently and trenchantly fought against the Transcaucasian Mensheviks, defending and spreading the ideas and teachings of Lenin. It was the period when Stalin led the 1905 Revolution in the whole of Transcaucasia, the period when he first met Lenin, and when after the defeat of the 1905 Revolution, side by side with Lenin, brilliantly defended the theoretical foundations of Marxism in his series of articles published under the title of Anarchism or Socialism? Stalin, though still a young man, showed himself already as an outstanding Bolshevik leader combining the deepest theoretical understanding with daily concrete practical leadership of the revolutionary struggle.

The study of this first volume of Stalin's works shows how consistently he defended and spread the teachings of Lenin, how from his early revolutionary apprenticeship he emerged as the companion-in-arms of Lenin. The illegal Marxist press edited by Stalin in Transcaucasia, especially the Brdzola (Struggle) and the Proletariatis Brdzola, both edited by Stalin, carried to the Transcaucasian workers the messages of Lenin's Iskra and Proletary, most often through the pen of Stalin, many of whose articles in these papers are reproduced in this first volume. His Briefly About the Disagreements in the Party; his two Letters from Kutais and his Reply to a Social Democrat brilliantly defend Lenin's conception of a proletarian Party as put forward in his famous What is to be Done? Stalin underlines again and again the need to give a socialist consciousness to the labour movement, to combine the labour movement with socialism:

What is scientific socialism without the working-class movement?-A compass, which, if left unused, will only grow rusty and then will have to be thrown overboard.

What is the working-class movement without socialism?-A ship without a compass which will reach the other shore in any case, but would reach it much sooner and with less danger if it had a compass.

Combine the two and you will get a splendid vessel, which will speed straight towards the other shore and reach its haven unharmed.

Combine the working-class movement with socialism and you will get a Social-Democrat movement which will speed straight towards the 'promised land'.
(Briefly about the Disagreements in the Party, p. 104).

In his Proletarian Class and the Proletarian Party (January 1, 1905), Stalin discusses the first paragraph of the Party rules, supporting the organisational principles of the Party as Lenin had expounded them, and enlarging upon Lenin's ideas:

Is not our Party a fighting Party? Since it is, is it not self-evident that our Party will not be satisfied with a platonic acceptance of its program, tactics and organisational views, that it will undoubtedly demand that its members should apply the views they have accepted. Hence, whoever wants to be a member of our Party cannot rest content with merely accepting our Party's program, tactical and organisational views, but must set about applying these views, putting them into effect.

But what does applying the Party's views mean for a Party member? When can he apply these views? Only when he is fighting, when he is marching with the whole Party at the head of the proletarian army. . . . Clearly, to be a Party member one must belong to one of the Party organisations.
(The Proletarian Class and the Proletarian Party, pp. 66-67).

Throughout the period of preparation for and carrying through of the 1905 revolutionary struggle, Stalin consistently, brilliantly and very trenchantly, supported and expounded Lenin's strategy and tactics of the hegemony (leadership) of the proletariat in the bourgeois democratic revolution, the need for an armed insurrection and for the detailed preparation for such an insurrection, the aim of establishing a provisional revolutionary government. These views are brilliantly put forward in Stalin's clear, logical, powerful manner in many articles in this first volume of his works and especially in his Present Situation and the Unity Congress of the Workers' Party, published first in 1906.

Lenin himself quickly came to realise the great revolutionary capacities of the young Stalin, his deep theoretical understanding of Marxism and his brilliant powers as a practical leader of the struggle. 'Every district in Tiflis has been inundated with splendidly written leaflets in Russian, Georgian and Armenian', wrote Lenin's Iskra on September 15, 1902, referring to the activities of the Tiflis Marxists led by Stalin. Lenin often referred to the activities of the Transcaucasian Party organisation as a model of proletarian internationalism. Stalin's two Letters from Kutais of September October, 1904, were forwarded to Lenin who referred to Stalin as the 'fiery Colchian' and the translations of these letters were found amongst the correspondence of Lenin and Krupskaya with the Bolshevik organisations of Russia. Stalin's Reply to a Social Democrat which appeared in the Proletariatis Brdzola in August, 1905, was praised by Lenin for its excellent formulations. Special mention of the activities of the Bolshevik organisations in Transcaucasia, led by Stalin, was made at the Third Congress of the R.S.D.L.P. in a Resolution on 'The Events in the Caucasus' moved by Lenin himself, in which he referred to these organisations as 'the most militant in our Party'.

One of the greatest features of all Stalin's work-his combination of the most profound theoretical understanding and constant theoretical explanation with the most consistent revolutionary practice and the utmost simplicity and clarity-is reflected throughout these earliest writings of the young Stalin. Here you find him as the revolutionary leader explaining in all detail the problems of preparing insurrection, organising fighting squads, arming the workers (Armed Insurrection and our Tactics; Two Clashes; Marx and Engels on Insurrection). You find him as the moving, passionate agitator calling on the workers to struggle, producing leaflets that stir to action, full of hatred of the cruel autocracy, and deepest feelings for the suffering of the people-simple, lucid, moving, stirring, with clear slogans leading to concrete immediate action (Workers of the Caucasus, It is Time to Take Revenge; To Citizens Long Live the Red Flag; To all Workers). Here you find Stalin the brilliant expounder of dialectical materialism, of the principles of scientific socialism, confounding the Anarchists and the Mensheviks, exposing their contradictions and their opportunism and explaining in words that all can understand, startling in their simplicity, stark in their clarity, the deepest issues of philosophy, of the strategy and tactics of the working-class struggle (Anarchism or Socialism?). From the style of Stalin alone-its simplicity, its illustrations from the daily experience of the workers, its logic, its humanity and warm love for those for whom he is writing and his bitter hatred for the enemies and misleaders of the working class, how much there is to learn!

The young Stalin was full of boundless confidence in the working class. 'The revolutionary proletariat alone is destined by history to liberate mankind and bring the world happiness', he wrote in the first work printed in this first volume, in the first issue of the illegal Brdzola, in September, 1901. 'Only the working class, and the people generally, who in the struggle have nothing to lose but their chains, they, only they, constitute a genuine revolutionary force', he writes in No. 2-3 of the same paper. 'But in order to be able to play this leading role the working class must organise in an independent political party' (The R.S.D.P. and its Immediate Tasks, p. 30). To organise this 'independent political party', Stalin, from the very first days bent all his great energy, and it is this task, the problems of it, and the fulfilment of it, that runs like a red thread through all this first volume of his collected works.

He sees the leading role of the working class, but he sees too that if only the working class can lead the struggle, the struggle can never be won by the working class alone. His early writings are full of discussion of the vital problem of winning allies for the working class, and isolating at each stage the essential enemy. He constantly directs his shafts against the splitters of the working class, against those who try and disarm the working class by harnessing them through class collaboration to the class enemy. He exposes the methods by which reaction tries to defeat the workers, using violence on the one hand and concessions on the other:

The fight against the proletariat is waged by means of bullets and laws everywhere. . . . Recall the years 1824 and 1825 in constitutional England, when the law granting freedom to strike was being drafted, while at the same time the prisons were crammed with workers on strike.
(Factory Legislation and Proletarian Struggle, December, 1906, p. 293).

But, he adds wisely, even when concessions are made and laws are passed to head off the struggle of the workers 'that, however, does not mean that the proletariat cannot utilise such laws'.

Already in his earliest writings, Stalin shows himself as a master of the national question. In his Social-Democratic View of the National Question of September, 1904, he foreshadows the ideas that he was to develop later in his Marxism and the National Question. Amongst his earliest leaflets is his Long Live International Fraternity (February, 1905), a stirring appeal for unity of Armenians, Tatars, Georgians and Russians, to unite against those who try to sow enmity between the nationalities of Russia, against those who organise pogroms against Armenians and Jews. 'Divide and rule', writes Stalin, 'such is the policy of the tsarist government'; and in its place he puts forward the glorious slogan 'Long Live International Fraternity'.

Those who hate the working class and the people, those who hate peace, those who hate and fear the conception of international fraternity, have always hated and feared Stalin, the man of peace, of international fraternity, the champion of the working class and the people who labour. They feared and slandered him in his life and they feared and slandered him at his death. Stalin always liked to quote the watchword of the German Socialist Bebel: 'What pleases our enemies is harmful to us'. (Vol. I, p. 185 and p. 269). The writings and the actions of Stalin were never pleasing to the enemies of peace and of the people. In these early works of the young Stalin, already comrade-in-arms of Lenin, already a great leader of the working-class movement, already deep theoretician of Marxism, there is a profound wealth of lessons for those who fight for socialism or who are building socialism in all countries. The publication in English of the first volume of Stalin's works is an outstanding event for the labour and progressive movement in this country.

Notes

1.  J. V. Stalin. Works, Vol. 1, 1901-1907. (Foreign Languages Publishing House, Moscow; Lawrence & Wishart, pp. 426. 5s.). Date of publication to be announced shortly.

"My duty as a Marxist-Leninist Communist is to expose the reactionary tendencies of historical revisionism, opportunism and Trotskyism and teach comrades (both by words and deeds) that they should not accept as valid the attacks against Stalin made by these bourgeois social-democrats and other pseudo-communist reactionaries. These traitors' real purpose is to dynamite and destroy the workers' movement from within."

- Ernesto "Che" Guevara

G. M. Malenkov

Comrade Stalin-Leader of Progressive Mankind

Source: "Pravda Articles", On the Occasion of the 70th Birthday of Joseph Vissarionovich Stalin, December 21, 1949
Publisher: Soviet News, London, 1950
Transcription/HTML Markup: Brian Reid

A QUARTER of a century ago Comrade Stalin gave an oath on behalf of the Party to fulfil with credit the behests of Lenin. Comrade Stalin's oath resounded as a fighting call to the Party, to the working class, to the Soviet people, and was a lode-star in the historic struggle to refashion social life, the struggle for the construction of Socialist society.

Comrade Stalin led our Party and the Soviet people along Lenin's road. He upheld and developed Lenin's theory on the possibility of the victory of Socialism in one country. Putting Lenin's behests into practice, our Party under the leadership of Comrade Stalin, secured the Socialist industrialisation of the country and the collectivisation of agriculture, converting the Soviet Union into a great industrial and collective farm Socialist Power.

Comrade Stalin, as nobody else, profoundly understood Lenin's inspired ideas on the Marxist Party of a new type, upheld the purity of the Marx-Engels-Lenin teaching, developed the Marxist-Leninist theory, steeled the Party in the struggle against numerous enemies, and forged and trains cadres capable of furthering the cause of our Party.

The whole world saw Stalin's greatness at the sharp turning-points of history: in October, 1917, during the Civil War, in the years of the intervention, when together with Lenin, he led the Socialist Revolution and the struggle to defeat the enemies of the Soviet Power, and in the Great Patriotic War, when Comrade Stalin led the routing of the strongest enemies of our Motherland.

Together with the great Lenin, Comrade Stalin created the first Socialist State in the world. Under the banner of Lenin, under the leadership of Comrade Stalin, our mighty Motherland, the country of friendship among the Soviet peoples, lives, grows and becomes stronger.

During the Second World War, when the dark forces of Fascism hovered over the world and threatened to obliterate human culture, Comrade Stalin, at the head of the Soviet Union, directly led the defeat of the Hitlerite hordes, secured the victory of the peace-loving peoples, and was the recognised leader in the hard struggle to liberate mankind from the yoke of Fascism.

After the end of the Second World War, when new claimants to world domination appeared on the political horizon, Comrade Stalin called upon the peoples for resolute struggle against the instigators of a new world war, and united the peace supporters into a mighty force. Consistently and mercilessly exposing the instigators of a new war, Comrade Stalin became the head of the great movement for peace.

Comrade Stalin is rightly regarded as the great and loyal friend of the peace-loving peoples of the countries of people's democracy, liberated from the yoke of Fascism, of the peoples of China and North Korea, who have for ever thrown off the yoke of the imperialists.

That is why the peoples of the Soviet Union and all progressive mankind see in the person of Comrade Stalin their recognised leader and teacher. That is why today they express with particular warmth their affection and devotion to Comrade Stalin, and put on record his great services in the struggle for a happy life for the people, for peace among the nations.

The name of Comrade Stalin has long become the banner of peace in the mind of the peoples of all countries. All who want to struggle against the instigators of a new war know and are convinced that they will do the right thing by rallying around Comrade Stalin, the great defender of peace. Mankind, having lived through the horrors of the last world war, craves for peace and is resolutely opposed to a new slaughter. Precisely for this reason all nations greet with gratitude the resolute, unequivocal policy of peace which Comrade Stalin pursues and upholds.

However the warmongers may try to slander our Socialist country, they will not succeed in eradicating from the minds of the common people the conviction that the Soviet Union is the true champion of peace, consistently defending peace all over the world, that our country, as Comrade Stalin says, is able to conduct and is, in fact, conducting a policy of peace, is conducting it not pharisaically, but honestly and openly, resolutely and consistently.

Exposed in their adventurist plans, the warmongers want to deceive the common people by the false assertion that the Communists allegedly consider peaceful co-existence between countries of Socialism and capitalist countries to be impossible. They want to cover up their criminal actions in preparation for a new war by slander of the honest policy of peace conducted by the Communists. Actually Comrade Stalin has repeatedly and categorically declared that the Soviet Union proceeds from the fact of the inevitable co-existence for a prolonged period of two systems, Socialism and capitalism, and firmly adheres to the course of loyal, peace-loving relations with all those States which display a desire for friendly co-operation, on condition of observance of the principle of reciprocity and fulfilment of obligations assumed.

The Soviet Union's foreign policy, conducted under the leadership of Comrade Stalin, is aimed at securing stable peace among the peoples and the utmost strengthening of friendly co-operation among the peace-loving nations. Since the Second World War Comrade Stalin has already frequently given a precise answer on the absolute possibility of peaceful and prolonged co-operation between the U.S.S.R. and the capitalist countries. It would suffice to recall at least the following direct and clear statements made by Comrade Stalin:

In September, 1946, the Moscow correspondent of the Sunday Times, Mr. Alexander Werth, asked Comrade Stalin: "Do you believe that with the further progress of the Soviet Union towards Communism the possibilities of peaceful co-operation with the outside world will not decrease as far as the Soviet Union is concerned? Is 'Communism in one country' possible?"

Comrade Stalin replied: "I do not doubt that the possibilities of peaceful co-operation, far from decreasing, may even grow. 'Communism in one country' is perfectly possible, especially in a country like the Soviet Union."

In December, 1946, Mr. Elliott Roosevelt asked Comrade Stalin: "Do you believe it is possible for a democracy such as the United States to live peaceably side by side in this world with a Communistic form of government like the Soviet Union's and with no attempt on the part of either to interfere with the internal political affairs of the other?"

Comrade Stalin replied: "Yes, of course.    This is not only possible. It is wise and entirely within the bounds of realisation. In the most strenuous times during the war the differences in government did not prevent our two nations from joining together and vanquishing our foes. Even more so is it possible to continue this relationship in time of peace."

In April, 1947, Comrade Stalin in a talk with Mr. Stassen said, ". . . that one should not be carried away by criticising each other's systems. Each people upheld the system it wanted and was able to uphold it. As to which system was better-history would show. One should respect the systems chosen and approved by the people. Whether the system in the U.S.A. was good or not-that was the American people's concern. Collaboration did not require that people should have one and the same system. One should respect the systems approved of by the people. Only on this condition was collaboration possible."

In May, 1948, Comrade Stalin, replying to an Open Letter by Mr. Wallace, wrote: ". . . the Government of the U.S.S.R. believes that despite the differences in economic systems and ideologies the co-existence of these systems and the peaceful settlement of differences between the U.S.S.R. and the U.S.A. are not only possible, but absolutely necessary, in the interests of universal peace."

In January, 1949, the European General Manager of the International News Service of America, Mr. Kingsbury Smith, asked Comrade Stalin: "Would the Government of the U.S.S.R. be prepared to consider the issuance of a joint declaration with the Government of the United States of America asserting that the respective Governments have no intention of resorting to war against one another?"-and "Would the Government of the U.S.S.R. be prepared to join with the Government of the United States of America in measures designed to implement this pact of peace, such as gradual disarmament?"

Comrade Stalin replied that "the Soviet Government would be prepared to consider the issuance of such a declaration," and further that, "naturally, the Government of the U.S.S.R. could co-operate with the Government of the United States of America in taking measures designed to implement this pact of peace and leading to gradual disarmament."

These were the words uttered by Comrade Stalin, expressing the aspirations of the Soviet people towards peaceful creative work, towards the establishment of friendly relations among the peoples of all countries.

The Soviet Union considers the road of peaceful competition with capitalism as quite acceptable. Through the words of Comrade Stalin the entire Soviet people declare unreservedly that the U.S.S.R. is against military adventures and is for firm and lasting peace all over the world, although the Soviet people are absolutely convinced of their invincible strength.

Throughout the entire history of the existence of the Soviet Union it has been proved on many occasions that the word of our great leader has never departed from deeds. The dirty and mercenary hack-writers may yell whatever they like about the "aggressive" policy of the Soviet Union. Our leader and teacher, Comrade Stalin, has issued his great call for peace among the peoples. That call is penetrating deeper and deeper into the hearts of the peoples.

No bandits of the pen from the warmongers' camp will succeed in slandering Stalin's policy of friendship among the peoples. They will not succeed in blotting out the sacred word "Peace" inscribed on the banners of the peace-loving peoples. The mighty movement for peace against the instigators of a new war is developing wider and wider and continues to strengthen. The peoples of all countries see in Comrade Stalin the great defender of peace.

* * * *

THE FRIENDSHIP among peoples which has been firmly established in our country is a great achievement of the Bolshevik Party. The Bolshevik Party alone was able to forge the indestructible fraternity of peoples, the Party which is the consistent standard-bearer of the ideas of internationalism and international solidarity.

The Patriotic War of 1941-1945 was the gravest test of all the forces of the Soviet Union. It also constituted the gravest test for the Bolshevik Party. The Party emerged from that test with a great victory. Boundlessly loyal to the cause of Communism and following the wise instructions of Comrade Stalin, our Party constantly inspired the people, mobilised its forces for the struggle against the enemies.

The organisational work of the Party united the efforts of all Soviet people, of all mass organisations of Soviet society, and directed them towards the common purpose. All forces and means of the country were subordinated to the task of routing the enemy. The unsurpassed ability of the Bolshevik Party to mobilise the masses under the most complicated conditions was demonstrated once again. At all difficult stages of the struggle for the freedom and happiness of the peoples, for the independence and flourishing of our Motherland, for the construction of Communist society in our country, the Bolshevik Party achieved success because it gained the confidence of the millions of Soviet people, constantly consolidated the links with the masses, and heeded the voice of the masses.

Comrade Stalin teaches that the Bolshevik Party is strong because, leading the movement, it constantly preserves and multiplies the links with the broad masses of the working people.

"The strength of the Bolsheviks, the strength of the Communists," Comrade Stalin says, "lies in the fact that they are able to rally millions of active non-party people around our Party. We Bolsheviks would never have achieved the successes we have now achieved had we not been able to win for the Party the confidence of millions of non-party workers and peasants. And what is needed for this? What is needed is for the members of the Party not to isolate themselves from the non-party people; for the Party members not to withdraw into their Party shell, not to get puffed up about belonging to the Party, but to heed the voice of the non-party people; not only to teach the non-party people but also to learn from them."

At all stages of the struggle and the great creative work in building Socialist society, Comrade Stalin has constantly warned our Party, and first and foremost the cadres of leaders, that they should not become self-satisfied or cease to notice shortcomings in the work. Leaders who fail to notice shortcomings or reconcile themselves to shortcomings are not able to advance the cause and are acting not to the benefit of the State, but to its detriment.

The successful fulfilment of the tasks facing the Party is indissolubly linked with the unfolding of Bolshevik criticism and self-criticism, which constitute the basic conditions for the development of our Party. Comrade Stalin teaches that without self-criticism we cannot advance, that we need selfcriticism as we need air and water, that the strength of Bolshevism consists precisely in the fact that it is not afraid of criticism and that from criticism of its own shortcomings it draws the energy for further advance. The slogan of self-criticism, Comrade Stalin says, "lies at the very foundation of the Bolshevik Party. It lies at the foundation of the system of the dictatorship of the proletariat. If our country is the country of the dictatorship of the proletariat and the dictatorship is led by one party, the Communist Party, which does not and cannot share power with other parties, is it not obvious that we ourselves must reveal and correct our mistakes, if we want to advance? . . ."

Comrade Stalin teaches that self-criticism is a special method, the Bolshevik method, of educating cadres. ". . . As a result of self-criticism," Comrade Stalin says "our economic cadres begin to pull themselves together, become more vigilant, begin to approach more seriously the problems of administering the economy, while our Party, Soviet and trade union and other cadres become more responsive and sympathetic to the demands of the masses." Comrade Stalin teaches that self-criticism pursues the aim of revealing and liquidating our mistakes, our weaknesses. "Let the Party, the Bolsheviks, all honest workers and toiling elements of our country," Comrade Stalin says, "reveal shortcomings in our work, shortcomings of our construction, let them outline the ways to liquidate our shortcomings so that there is no stagnation, bogging down and delay in our work and construction, in order daily to improve our entire work and construction and move from success to success."

Comrade Stalin teaches that self-criticism is one of the important means for developing the habit of administration in the working people. "What is needed for giving full scope to the forces and abilities of the working class and of the working people generally, and for giving them the opportunity of acquiring the habit of administering the country?" Comrade Stalin says that "What is required for this purpose is first and foremost an honest and Bolshevik implementation of the slogan of self-criticism, an honest and Bolshevik implementation of the slogan of criticism from below of shortcomings and mistakes in our work."

An unsatisfactory state of affairs with regard to self-criticism inevitably engenders among some workers a bureaucratic attitude towards business, conceit, haughtiness and boastfulness. An atmosphere of success is particularly favourable for the creation of a mood of complacency and an uncritical attitude towards one's own shortcomings. That is why, under the conditions of successful development of Socialist construction, many Party, Soviet, economic and trade union leaders become excessively self-confident, boastful, neglectful in their attitude towards the voice of criticism by rank-and-file Communists.

Such diseases are above all cured by the fact that the Party masses test their leaders. Comrade Stalin teaches that one must combine checking from above with checking from below. "Certain comrades think," said Comrade Stalin, "that one can check up on people only from above, when the leaders check up on those they lead by the results of their work. That is not correct. Of course, it is necessary to check from above, as one of the effective means of checking up on people and the fulfilment of tasks; but checking from above by no means exhausts the whole matter of checking. There is another kind of check as well: the check from below, when those led check up on their leaders, note their mistakes and point the way to their correction.

"This kind of check is one of the most effective means of checking up on people. The Party masses check up on their leaders at Party meetings, conferences and congresses, by means of listening to  their reports, by means of criticism of defects, finally by means of electing or not electing to leading organs one or another leading comrade.

"The accurate conduct of democratic centralism in the Party as demanded by the Constitution of our Party, the unconditional elective nature of the Party organs, the right to nominate and recall candidates, secret voting, freedom of criticism and self-criticism, all these and similar measures it is necessary to carry into practice so as, among other things, to facilitate checking and control of Party leaders by the mass of Party members.

"The non-party masses check up on their economic, trade union and other leaders at delegate meetings, at mass meetings of all kinds, where they listen to the reports of their leaders, criticise their defects and note the ways of correcting them. Finally, the people check up on the leaders of the country during the elections to the organs of power of the Soviet Union by means of universal, equal, direct and secret voting. The task is to combine the check-up from above with the check-up from below."

The consistent application of the slogan of self-criticism demands a resolute struggle against all those who put a brake on or place obstacles in the way of its unfolding, demands defence against the persecution of all those who come out actively with healthy criticism in order that those who criticise justly should feel behind them the organised force of the collective. The desire to fight against defects can grow stronger in the masses only when they are confident that indication of defects and their exposure will be effective in practice.

Comrade Stalin teaches that one must wage a merciless struggle against cases of pressure and persecution of self-criticism.    To persecute self-criticism, Comrade Stalin says, means to kill every initiative of the Party organisation, undermine the prestige of the leadership among the Party masses, disintegrate the Party and confirm the anti-Party morals of bureaucrats, the sworn enemies of the party, in the life of the Party organisation.

Comrade Stalin educates the cadres of our Party in an intolerant attitude to boastfulness and complacency. He points out that a Party leader does not dare to embellish reality, to hide from the Party the actual state of affairs. If a Bolshevik is firmly convinced that he is right he must, without fawning on anyone's opinion, act as his understanding and conscience dictate to him. If the Bolshevik is right, if his statements and actions correspond to the ideas, calls and instructions of the Party, no one and nothing can push him from the right path.

Comrade Stalin constantly warns us that not conceit but modesty distinguishes the Bolshevik, that any leader, in whatever post he may be, is the servant of the people. A tradition of Bolshevik leadership is the constant link of the leaders with the masses, the readiness to learn from the masses, to correct those defects which the working peoples point out to them.

Comrade Stalin teaches that, while engaging in everyday work, one must not stay in one place, not live only by old formulas, but study everyday experience and boldly correct mistakes in order to guide the building of the new life in a creative manner. Creative leadership means that, following Marxist-Leninist teachings, we must study the present-day experience of construction and struggle, draw the scientific conclusion from that experience and reflect it in the practice of everyday leadership.

"To sit at the steering wheel," Comrade Stalin says, "and to gaze without seeing anything until circumstances land us into some accident, does not mean to lead. Bolshevism does not understand leadership like that; to lead one must look ahead."

* * * *

THE SOVIET people have boundless confidence in our Party, love the Party of Lenin and Stalin, deem it close and dear to them. Comrade Stalin values the confidence of the people highly and teaches the Party to prize this confidence. All Soviet people remember the moving words of our great leader which he spoke on May 24, 1945, at the Kremlin reception to the High Command of the Red Army when he gave a toast to the health of our Soviet people and expressed his warm thanks to the Russian people for their confidence in the Soviet Government in the hard days of the Great Patriotic War.


Under the leadership of Comrade Stalin, our people marches confidently on the road to Communism. With a feeling of great gratitude, turning their eyes to Comrade Stalin, the peoples of the Soviet Union, hundreds of millions of people of all countries of the world, progressive mankind see in Comrade Stalin their beloved leader and teacher, believe and know that the cause of Lenin and Stalin is invincible.





Obituary of G.M. Dimitrov

Originally Published: World News and Views, No. 28, July 1949
Transcription: Marxist-Leninist Translations and Reprints
HTML Markup: Brian Reid
Public Domain: Marxists Internet Archive (2009). You may freely copy, distribute, display and perform this work; as well as make derivative and commercial works.

Georgi Mikhailovitch Dimitrov was born on June 18, 1882, in the town of Radomir, of a proletarian revolutionary family. When he was only 15 years old, the young Dimitrov, working as a compositor in a printshop, joined the revolutionary movement and took an active part in the work of the oldest Bulgarian trade union of printers.

In 1902, Dimitrov joined the Bulgarian Workers' Social Democratic Party. He actively combated revisionism on the side of the revolutionary Marxist wing of Tesnyaki led by Dimitri Blagoyev.

The self-sacrificing revolutionary struggle of Dimitrov earned him the warm love of the revolutionary workers of Bulgaria, who, in 1905, elected him secretary of the Alliance of Revolutionary Trade Associations of Bulgaria. In that post he remained right up to 1923, when that alliance was disbanded by the fascists.

While leading the struggle of the Bulgarian proletariat, Dimitrov displayed courage and staunchness in the revolutionary struggles, was repeatedly arrested and persecuted. In the September armed uprising of 1923 in Bulgaria he headed the Central Revolutionary Committee, set an example of revolutionary fearlessness, unflinching staunchness and devotion to the cause of the working class. For his leadership of the armed uprising in 1923 the fascist court sentenced Dimitrov in his absence to death. In 1926, after the provocative trial, engineered by the fascists, against the leadership of the Communist Party, Dimitrov was again sentenced to death in his absence.

Compelled, in 1923, to emigrate from Bulgaria, Dimitrov led the life of a professional revolutionary. He worked actively in the Executive Committee of the Communist International.

In 1933, he was arrested in Berlin for revolutionary activity. During the Leipzig Trial, Dimitrov became the standard-bearer of the struggle against fascism and imperialist war. His heroic conduct in the court, the words of wrath which he flung in the face of the fascists, exposing their infamous provocation in connection with the Reichstag fire, unmasked the fascist provocateurs and roused new millions of workers throughout the world to the struggle against fascism.

In 1935, Dimitrov was elected General Secretary of the Executive Committee of the Communist International. He waged a persistent struggle for the creation and consolidation of the united proletarian and popular front for the struggle against fascism, against the war which the fascist rulers of Germany, Japan and Italy were preparing. He called untiringly on the masses of the working people of all countries to rally around the Communist Parties in order to bar the way to the Fascist aggressors.

Dimitrov did great work in the ranks of the international Communist movement in forging the leading cadres of Communist Parties loyal to the great teachings of Marxism-Leninism, to the principles of proletarian internationalism, to the cause of the defense of the interests of the people's masses in their respective countries.

During the Second World War, Georgi Dimitrov called on the Communists to head the national-liberation anti-fascist movement, and tirelessly worked at organizing all patriotic forces for the rout of the fascist invaders. He led the struggle of the Bulgarian Workers' Party (Communists) and all Bulgarian patriots who rose in arms against the German-fascist invaders.

For his outstanding services in the struggle against fascism he was, in 1945, awarded the Order of Lenin by the Presidium of the Supreme Soviet of the U.S.S.R.

After the defeat of fascist Germany, Georgi Mikhailovitch Dimitrov led the building of the new People's Democratic Republic of Bulgaria, and laid the foundation for the eternal friendship between the Bulgarian people and the peoples of the Soviet Union. Untiringly working for the consolidation of the united anti-imperialist camp and the rallying of all democratic forces, Georgi Mikhailovitch Dimitrov mercilessly exposed the betrayal of the cause of Socialism and the united anti-imperialist front by Tito's nationalist clique.

In the person of Dimitrov, the working people of the whole world have lost an ardent fighter, who gave all his heroic life to the supreme service of the cause of the working class, the cause of Communism. The death of Dimitrov is a great loss to the whole international working class and Communist movement, to all fighters for lasting peace and a people's democracy. By his self-sacrificing struggle in the ranks of the working-class movement, by his boundless devotion to the great teachings of Lenin and Stalin, Dimitrov earned the warm love of the working people of the whole world.

The life of Dimitrov, loyal comrade-in-arms of Lenin and Stalin, staunch revolutionary and anti-fascist champion, will serve as an inspiring example to all fighters for the cause of peace and democracy, for Communism.

Farewell, our dear friend and comrade-in-arms!


(Signed) Andreyev, Beria, Bulganin, Voroshilov, Kaganovitch, Kosygin, Malenkov, Mikoyan, Molotov, Ponomarenko, Popov, Pospelov, Stalin, Suslov, Khrushchev, Shvernik, Shkiryatov.

Eine trotzkistische Brecht-Interpretation
Veröffentlicht am 1. Mai 2016von sascha313
Immer mehr machen sich, gestützt und finanziert durch den Imperialismus, trotzkistische Fälschungen breit, die nicht nur bedeutende kommunistische Persönlichkeiten  in den Dreck zu ziehen versuchen, sondern auch zahlreiche Vorgänge der Gegenwart falsch darstellen, um so die wahren Klassenverhältnisse zu vertuschen, das Proletariat vom Klassenkampf abzuhalten und in unsinnige Abenteuer zu leiten. Das war schon immer typisch für trotzkistische Intrigen. Bediente sich doch schon Trotzki dieser Methode. Verleumdungen, Fälschungen, Halbwahrheiten und ein Mischmasch ausrrrrevolutionären Parolen, Verdrehungen des Marxismus und Irreführung der Arbeiterklasse gehörten schon damals zum Arsenal dieses Demagogen. Nicht ohne Grund kämpften schon Lenin und Stalin entschieden gegen diesen Volksverführer. Und nun wuchs aus diesem Sumpf eine neue "Blüte" hervor - ein Buch, bei dem man sich schon ekelt, es überhaupt in die Hand zu nehmen - die neuerliche Brecht-"Biografie" eines US-Amerikaners. Vielleicht sollte man aber auch gleich sagen: eine Brecht-Fälschung!
Es handelt sich um das 2014 erschienene Machwerk eines gewissen Stephen Parker "Bertolt Brecht - A Literary Life" Daß man uns diesen Dreck erst heute anpreist, hat seinen Grund, den 60.Todestag des kommunistischen Dramatikers. Brecht starb am 14. August 1956. Dazu werden nun sämtliche Register der kapitalistischen Werbeindustrie gezogen, um ein Buch unter die Massen zu bringen, das man nicht anders bezeichnen kann, als ein antikommunistisches Phantasieprodukt.
Was geschah nach Brechts Tod?
Es ist bekannt, daß das Jahr 1956 ein einschneidendes Ereignis für die kommunistische Weltbewegung mit sich brachte, den verräterischen XX. Parteitag der KPdSU, der in der Folgezeit zu heftigen Kämpfen zwischen Kommunisten und ihren Gegnern führte, und der letztlich den Sturz des sozialistischen Weltsystem einleitete. Wenn es nach Trotzki gegangen wäre, hätte dies schon viel eher passieren müssen, denn - so schreibt die trotzkistische Rezensentin dieses Machwerks: "gesamte Geschichte der KPD in der zweiten Hälfte der 1920er Jahre zeigt, daß es Stalin und seinen Anhängern nicht leicht fiel, die Stalinisierung der KP und die Inthronisierung seiner Gewährsmänner um Ernst Thälmann durchzusetzen". Lächerlich - und eine Verleumdung Stalins und Thälmanns!
Daß Brecht die politische Lage nach der lügenhaften Rede Chruschtschows falsch einschätzte, sei ihm verziehen. Denn er wußte damals nicht, was wir heute wissen: MitChruschtschow war ein Antikommunist in die Reihen der Partei eingedrungen, der - angefangen von seinem verbrecherischen Wirken als Scharfrichter in der Ukraine, seinem militärischen Verrat in Charkow, der Unterstützung des faschistoiden Titoismus bis hin reaktionären Maiskampagne und den ungeeigneten Rinderoffenställen - alles nur mögliche tat, um den Sozialismus zu sabotieren. Einen klaren Blick indes bewahrte sich glücklicherweise Walter Ulbricht, der seinerseits alles nun vermied, was geeignet war, Stalin zu schmähen und das Ansehen Thälmanns zu verschmutzen.
Lügen und Verleumdungen
So behauptet die trotzkistische Rezensentin beispielsweise.  "Für die vielen katastrophalen Niederlagen und vor allem den Sieg Hitlers waren die Kommunistische Internationale und die verschiedenen stalinistischen Parteien Ende der 1920er und in den 30er Jahren verantwortlich."  (Ganz ähnliche Positionen vertreten übrigens auch solche "linken" Antikommunisten wie Lieberam, Meißner, Wagner und Modrow. & Co.) Doch nichts ist bösartiger, lächerlicher und falscher als das! Gerade die kluge und vorausschauende Politik Stalins, der mehrfach vor der Aggressivität des deutschen und internationalen Imperialismus gewarnt hatte und der in der Vorkriegszeit konsequent am sozialistischen Aufbaut festhielt, war es, die letztlich mit der "Vereinbarung über den Nichtangriff" (Nichtangriffsvertrag) ganz im Leninschen Sinne der Sowjetunion einen notwendigen Aufschub und eine Atempause vor dem feindlichen Angriff Nazideutschlands auf die Sowjetunion verschaffte. Und da von einem "Sieg Hitlers" zu reden ist ganz und gar irrsinnig. Bezeichnend ist übrigens auch, daß Trotzki, indem er sich den Weisungen Lenin widersetzte, versucht hatte, den Friedensvertrag von Brest-Litowsk zu Fall zu bringen, was ihm jedoch mißlang.
Was wollen die Trotzkisten?
Den Trotzkisten geht es darum, den Marxismus für sich zu vereinnahmen, die Rolle Lenins und Stalins für den erfolgreichen sozialistischen Aufbau zu negieren und die demagogischen Schriften Trotzkis zum Mittelpunkt des antiimperialistischen Kampfes zu machen. Damit berauben sie den Marxismus-Leninismus seines revolutionären Inhalt, nehmen der Arbeiterklasse ihre Vorbilder und verunsichern alle diejenigen, die bei der Suche nach einer sozialen Alternative zum Kapitalismus Fragen an die Geschichte stellen. Wenn der sozialistische Aufbau, wie die Trotzkisten behaupten, angeblich nur deshalb  zum Scheitern verurteilt gewesen sei, weil "die revolutionäre Welle abgeebbt" sei und die Sowjetunion nur deshalb den deutschen Faschismus besiegt habe, weil "skrupellose Gegner Trotzkis" die Macht ergriffen hätten, so zeigt diese verquere "Logik" doch nichts anderes, als daß im Trotzkismus eine der letzten ideologischen Stützen des kapitalistischen Systems zu suchen sind. Die Heilslehre des Trotzkismus ist also nichts anderes als eine bürgerliche Variante des Antikommunismus, und deshalb wird sie von der Bourgeioisie unterstützt.
Brauchen wir wirklich eine neue Sicht auf Brecht?
Nein, natürlich nicht. Auch Brecht machte Fehler, auch er unterlag Irrtümern. Er war wie jeder andere ein Kind seiner Zeit. Doch Brecht vermittelte Einsichten und Ansichten, die marxistisch waren. Und er tat das in erster Linie für sein Publikum - für die Arbeiterklasse, der in unserer Republik, der DDR, erstmals in der Geschichte der Menschheit die besseren Plätze eingeräumt worden waren. Und das nicht nur im Theater. Brecht war Dialektiker. Er hatte Marx studiert, er kannte das "Manifest der Kommunistischen Partei" sehr genau. Ihm lag es daran, nicht nur zu unterhalten, sondern auch zum Denken anzuregen. Das ist sein großes Verdienst! Denn Brecht war Kommunist. Er war ein Veränderer, ein Agitator, ein Kämpfer für Frieden und Sozialismus. Das wollen seine Neu-Interpreten heute gerne vergessen machen…
Brecht war ein Aufklärer über den Sozialismus
Die Aufklärung über den Sozialismus war nicht immer leicht. Der Theaterkritiker Ernst Schumacher, ein Zeitgenosse Brechts, schrieb darüber: "Die Schwierigkeiten, die sich dabei ergaben, sind bekannt. Der Faschismus hatte nicht nur die Massen der Arbeiter desorientiert, er hatte auch eine Verspießerung des ästhetischen Gefühls und Bewußtseins, soweit von einem solchen gesprochen werden kann, zur Folge."(E.Schumacher: Schriften zur darstellenden Kunst, Berlin, 1978, S.190.) Das ist heute nichts anderes. Kommt noch hinzu, daß die Dummheit, Stalin mit Hitler gleichzusetzen, nicht nur das Ansehen Stalins beschädigt, sondern auch das des realen Sozialismus, was zu einer weiteren, verschärften Desorientierung der Massen führt. Vor allem aber bei jüngeren Generationen, die den Sozialismus nur noch vom Hörensagen her kennen oder eben zu kennen glauben. Doch es bleibt dabei: "…die Theorie wird zur materiellen Gewalt, sobald sie die Massen ergreift." (K.Marx: Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie. Einleitung. MEW 1, S. 385." Der Sozialismus wird kommen! Und zwar ohne Trotzki!
"Mögen die herrschenden Klassen vor der kommunistischen Revolution zittern. Die Proletarier haben nichts in ihr zu verlieren als ihre Ketten.Siehaben eine Welt zu gewinnen." (Manifest der Kommunistischen Partei)
________________________________________
Doch lassen wir Bertolt Brecht selbst zu Wort kommen…
Der Kommunismus ist das Mittlere
Zum Umsturz aller bestehenden Ordnung aufzurufen
Scheint furchtbar.
Aber das Bestehende ist keine Ordnung.
Zur Gewalt seine Zuflucht nehmen
Scheint böse.
Aber da, was ständig geübt wird, Gewalt ist
Ist es nichts Besonderes.
Der Kommunismus ist nicht das Äußerste
Was nur zu einem kleinen Teil verwirklicht werden kann, sondern
Vor er nicht ganz und gar verwirklicht ist
Gibt es keinen Zustand, der
Selbst von einem Unempfindlichen ertragbar wäre.
Der Kommunismus ist wirklich die geringste Forderung
Das Allernächstliegende, Mittlere, Vernünftige.
Wer sich gegen ihn stellt, ist nicht ein Andersdenkender
Sondern ein Nichtdenker oder ein nur Ansichdenkender
Ein Feind des Menschengeschlechtes
Furchtbar
Böse
Unempfindlich
Besonders
Das Äußerste wollend, was selbst zum kleinsten Teil verwirklicht
Die ganze Menschheit ins Verderben stürzte.

Chruschtschow - der Mörder Stalins und der UdSSR
Der Führer der Völker der Sowjetunion wurde nicht von Lawrenti Berija ermordet, sondern von dem künftigen Anführer der Parteinomenklatur. Für diejenigen, die sich mit der Frage "Wer ermordete Stalin?" beschäftigt haben, ist das Thema abgeschlossen. Doch eine einheitliche Meinung, wer dafür verantwortlich ist, gibt es darüber nicht. Zum Beispiel behauptet N. Dobrjucha (siehe "??", ?7 und ?8, 2013), daß Berija den Mord Stalins organisiert habe. Nachdem zur Erforschung der Epoche Stalins und Berijas nicht wenig Zeit aufgewendet und darüber eine ganze Reihe von Büchern geschrieben wurden (einschließlich des Buches von J. Muchin "Warum wurde Stalin ermordet?"), kann ich dem Leser versichern, daß die Erklärungen über die Mitwirkung Berijas an der Ermordung Stalins nichts weiter sind als eine Fiktion.
Sergej KREMLJOW (BRESKUN)
Chruschtschow - der Mörder Stalins und der UdSSR
Stalin strebte politische und wirtschaftliche Veränderungen an
Rätsel um den Tod Stalins gibt es zur Genüge, doch eines ist sicher: der Mord an Stalin entsprach allein den Interessen Chruschtschows. Nach Stalins Tod und nach der Beseitigung Berijas hat Chruschtschow sich - mit Unterstützung des verfaulenden Teiles der sowjetischen Elite - sehr schnell alles und alle unterworfen, und bald darauf tummelte er sich auf dem ganzen Planeten, angefangen von den Maisfeldern bis hin zum Sitzungssaal der UNO-Generalversammlung.
Übrigens hat Chruschtschow später tatsächlich seine Mitwirkung am Tod Stalins eingestanden. Auf der Kundgebung zu Ehren der ungarischen Partei- und Regierungsdelegation am 19. Juli 1963 erklärte Chruschtschow, als er über Stalin sprach: "In der Geschichte der Menschheit gab es nicht wenige grausame Tyrannen, doch sie alle sind durch das Beil umgekommen, so wie sie selbst ihre Macht auf dieses Beil stützten"… Diese Aussage ist im Russischen Staatsarchiv für Tondokumente fixiert.
So wurde seit der Zeit als der tschetschenische "rote Professor" Awtorchanow zu den Deutschen überlief, um später den Amerikanern zu Diensten zu sein, der Mord an Stalin stets Berija "angehängt" und jene mächtige Figur der sowjetischen Geschichte in ein blutiges Monster verwandelt, dessen Hände bis zum Ellbogen von Blut besudelt seien…
Trotzki beschuldigte Stalin des Todes an Kirow. Awtorchanow, N.Dobrjucha und andere beschuldigen Berija des Todes an Stalin. Doch für beide Fälle haben die Kläger einfach
keine Begründungen. In dem einem Fall widerlegt sich N.Dobrjucha selber, wenn darüber schreibt, daß lange vor dem Ableben Stalins Veränderungen[1] vorbereitet wurden, und daß bei der Vorbereitung dieser Veränderungen Berijas Rolle groß war. Alles was recht ist, aber die Veränderungen wurden auf Initiative Stalins vorbereitet. Stalin hatte sehr wohl verstanden, daß es in der sowjetischen Führungsschicht vor dem Hintergrund der zunehmenden der Macht der UdSSR in der Nachkriegszeit vor allem ideell zu Verfallserscheinungen gekommen war. Und es waren sehr einschneidende Maßnahmen[2] angedacht - ohne Erschießungen, aber mit Schlägen in die Kniekehle.
Wenn es am Montag, den 2. März 1953, mit einem lebendigem und gesunden Stalin eine erweiterte Sitzung des Präsidiums des ZK der KpdSU gegeben hätte, so hätten eine ganze Reihe von "Genossen" ihre führenden Sessel verloren, vor allem hätte der Minister für Staatssicherheit Ignatjew abtreten müssen, der erheblich das Vertrauen Stalins verloren hatte. Rapide wäre auch Chruschtschow abgestürzt - ihm gegenüber hatten sich bei Stalin zu viele Beschwerden angesammelt. Und nicht nur ihm gegenüber…
Ein politisches Kontrollorgan
Der Umfang des Artikels erlaubt es nicht, auf alle Kernpunkte einzugehen, und viele der wichtigsten Umstände kann man nur skizzieren. Nehmen wir nur beispielsweise die Rede Poskrjobyschews, eines Mitarbeiters von Stalin, auf dem XIX. Parteitag. Wenn man sie nicht durchdacht hat, wird man bis heute nicht verstehen, worum es dabei ging. Ich will hier nur auf einen kleinen Teil eingehen - einen besonders schrecklichen und bedeutenden: "Es gibt … Fälle, wo einige allmächtige Beamte, ihre Macht mißbrauchend, ein Strafgericht abhalten, indem sie direkt oder indirekt ihre Untergebenen Repressalien und Verfolgungen aussetzen. (Im folgenden einige Hervorhebungen von mir in Kursivschrift, S.K.) Aber allen ist bekannt, daß unsere Partei und ihr Zentralkomitee solche Würdenträger streng bestraft, wobei weder Dienstgrade, noch Titel, noch vorherige Verdienste eine Rolle spielen…"
Konnte Poskrjobyschew als betont unmerkliche und nicht unabhängige Person das so sagen, in einem Saal, wo die Parteispitze des Landes versammelt war? Nein, natürlich nicht! Das sagte Stalin durch den Mund Poskrjobyschews. Allein diese Rede hat sofort die ganze Moskauer Gerüchteküche in Aufruhr versetzt! Und die Feststellung konnte nur auf ein Mitglied der "Stalinmannschaft" zutreffen - auf Chruschtschow[3]…
Da hatte zum Beispiel auch die Geschichte mit dem Brief des Zootechnikers aus dem Moskauer Gebiet, N.I.Cholodow, an Stalin eine Bedeutung. Darüber wird ausführlich in meinem Buch über den Tod Stalins berichtet, und zwar im Kapitel "Der Winter 1952/53… und was Chruschtschow befürchtete". Nachdem Chruschtschow die Landwirtschaft des Moskauer Gebietes ruiniert hatte, hatte er zu befürchteten, daß Stalin eine Kommission des ZK beauftragen würde, um das Problem zu untersuchen. Aus irgendeinem Grunde wird auch die folgende Tatsache nicht durchdacht: Nach dem XIX. Parteitag war das leitende Büro gebildet worden: Stalin, Malenkow, Berija, Bulganin und Chruschtschow. Stalin führte die Beratungen mehrmals gerade in diesem kleinen Kreis durch - am 16. Dezember 1952, am 13. Januar und am 7. Februar 1953.
Die "geheimnisvolle" Trojka [4]
Die beiden letzten Beratungen seines Lebens im Kreml am 16. und am 17. Februar 1953 hat Stalin nur mit einer "Trojka" durchgeführt: Berija, Malenkow, Bulganin. Beide Male waren sie bis zu 15 Minuten bei Stalin. Das alles sieht wie eine äußerst vertrauliche Vorbereitung auf gewisse wichtige Handlungen aus. Und auf diese geheimnisvolle "Trojka" müßte man ausführlicher eingehen. Am 26. Januar 1953 war der Beschluß des Büros des Präsidiums des ZK der KPdSU Nr. 214 gefaßt worden: "Die Frage über die Beobachtung spezieller Arbeiten. Mit der Durchführung der Arbeit spezieller Organe für besondere Angelegenheiten wurde eine "Trojka" aus folgenden Genossen beauftragt: Berija (als Vorsitzender), Malenkow, Bulganin." Formell hatte die "Trojka" Verteidigungsprojekte zu betreuen, aber in der offiziellen Terminologie gibt es einen feinen Unterschied! Die Arbeiten zur "Atomforschung" und über Raketen und Luftverteidigung wurden gewöhnlich als ‚spezielle Arbeiten' bezeichnet. Der "Trojka" aber wurde mit der Durchführung der Arbeit "spezieller Organe für besondere Angelegenheiten" beauftragt.
War es notwendig mit der Arbeit solcher spezieller Organe für solche ‚besonderen Angelegenheiten' drei Mitglieder des Büros des Präsidiums des ZK zu beauftragen? Die "Trojka" war die um Chruschtschow reduzierte "Fünfergruppe". Der wesentlichste Charakterzug dieser "Trojka" bestand darin, daß drei Menschen legal miteinander konferieren konnten, ohne Verdächtigungen ausgesetzt zu sein: Berija, Malenkow und Bulganin. Und worüber sie konferierten, das wußte nur Stalin.
Angesichts des Gesagten sieht die "Trojka" aus wie ein gewisses politisches Kontrollorgan, das augenblicklich zu einem leitenden Triumvirat der höchsten Machtvollkommenheit Stalins zu werden imstande ist. Tatsächlich hat die "Trojka" die führenden "Fünf" ersetzt und Chruschtschow aus der bevollmächtigen Führung hinausgeworfen. Zum Vorsitzenden der "Trojka" hatte Stalin Berija ernannt. Allein die Tatsache der Bestimmung Beriias zum Vorsitzenden der "Stalinschen Trojka" widerlegt alle Unterstellungen der Gegner Berijas - einschließlich der, daß Stalin angeblich eine "Jagd" auf den "Großen Mingrel"[5] Berija unternommen habe.
Mit der "Trojka" und deren "Zugpferd" Berija hätte - bildlich gesprochen - der "Kutscher" Stalin Rußland in eine sehr attraktive Zukunft führen können, wo Ignoranten vom Typ eines Chruschtschow nicht eingespannt werden würden! Hat vielleicht gerade das Chruschtschow bis zur Panik beunruhigt?
Seltsame "Erinnerungen" und Behauptungen
Dabei sind die "Erinnerungen" des ehemaligen ersten Sekretärs des ZK der kommunistischen Partei Georgiens Mgeladse, daß Berija Stalin nach der Beerdigung angeblich mit Schmach bedeckt und ihn verhöhnt habe, keinen Pfifferling wert. Es genügt, Berijas "Briefe aus dem Bunker" durchzulesen, die er nach seiner Verhaftung schrieb, um zu verstehen, daß er sich Stalin gegenüber stets voller Hochachtung verhielt. Als verlogen erweisen sich auch die "Erinnerungen" Molotows, Berija habe während der Beerdigung Stalins auf der Tribüne des Mausoleums erklärt, daß er Stalin beseitigt und damit "alle gerettet" habe.
Ebensowenig glaubhaft sind die Erzählungen über "die Leute Berijas" zum Schutz Stalins. Zu den "Leute Berijas" zum Schutz Stalins in den 50er Jahren kann man auch General Sergej Kusmitschjow (1908-1989) zählen. Doch gerade ihn hat Ende 1952 der Chruschtschow-Vertraute und Chef der Moskauer Staatssicherheit Ignatjew (er war gleichzeitig auch Abteilungsleiter des Personenschutzes des Ministeriums für Staatssicherheit!) mittels Degradierung aus dem Ministerium für Staatssicherheit im Innenministerium entfernt; und überhaupt wurde Kusmitschjow im Januar 1953 verhaftet. Vorbildlich ist, daß Berija, nachdem er ins Innenministerium zurückgekehrt war, Kusmitschjow befreit und zum Vorgesetzten des Personenschutzes des Innenministeriums der UdSSR ernannt hat.
Was ist aber die Behauptung N. Dobrjuchas wert, daß Berija, nachdem er das Ministerium für Staatssicherheit und das Innenministerium zu einem Ministerium vereinigte … die Kontrolle über das gesamte politische und wirtschaftliche Leben" gewonnen habe? Was soll das für eine "politische Kontrolle" sein! Die Politik bestimmte dort eine Gruppe von Leitern. Und die wirtschaftliche Kontrolle? Das erklärt sich aus einer Aufzeichnung Berijas vom 17. März 1953, der im Ministerrat der UdSSR - wohl wissend, wo er es vorschlug - sagte: "…die Führung anderer Ministerien aus dem Innenministerium an die produktionswirtschaftlichen Hauptverwaltungen, die Bauleitungen, die industriellen Unternehmen mit allen industriellen in ihren Bestand industriellen und Bauunterabteilungen, den Amtsräumen, den Nebenwirtschaften, den Forschungs- und Projektinstitutionen, mit den materiellen Ressourcen … zu übergeben." Den zehn Fachministerien wurde eine riesige Verantwortung, einschließlich der Gewinnung von Gold und Bernstein übertragen! Sind das die Handlungen eines Herrenmenschen und Egoisten, der davon träumte, das ganze Land in ein Arbeitslager, in einen Gulag zu verwandeln?
Wobei Berija auch auf einen Gulag verzichtete! Am 28. März 1953 wurde auf Antrag Berijas eine Verordnung des Ministerrates der UdSSR "Zur Übergabe der Arbeits- und Besserungslager und -kolonien vom Innenministerium an das Justizministerium der UdSSR" angenommen.
Und was ist die Behauptung Anatoli Lukjanows wert, daß Stalin in der Person Ponomarenkos seinen Nachfolger gefunden habe? P.K. Ponomarenko (1902-1984) war eine Figur aus der zweiten Reihe. Angeblich arbeitete er als von Stalin vorgesehener Nachfolger ab 1948 in Moskau; er erschien aber nur drei Mal in dieser Zeit im Kremlkabinett Stalins. Alle drei Male - Ende 1952 - zu den gewöhnlichen Beratungen. Schon das beweist, daß Stalin Ponomarenko nicht in irgendwelcher besonderen Weise wählte. Im Vergleich zu Berija war Ponomarenko ein grauer Spatz gegenüber einem scharfsichtigen Falken!
So, und um nun mit den "Enthüllungen" N. Dobrjuchas abzuschließen, sei noch erwähnt, daß die von ihm erfundene Geschichte von Onkel Nino Beriia, dem Emigranten Gegetschkori, noch durch die Ermittlungen des Chruschtschowschen Generalstaatsanwalts Rudenko verschmutzt wurde, in der die Details, die Gründe und Umstände einfach verzerrt wurden, und wo irgendwann offenbar auch "Verhörprotokolle" Beriias verfaßt wurden.
Wer profitierte von der Ermordung Stalins?
Ja, Stalin fiel einer Verschwörung zum Opfer. Und da Stalin vielen im Wege war - sowohl innerhalb, wie auch außerhalb der UdSSR - ist es logisch zu vermuten, daß es nicht nur eine begrenzte, eigennützige Verschwörung Chruschtschows und Ignatjews gegen Stalin war, sondern eine kombinierte mehrschichtige Verschwörung. Aber die äußeren sowjetfeindlichen Kreise[6] benutzten Chruschtschow "im Dunkeln" - er war ein heimlicher Hasser Stalins, doch wohl kaum ein verborgener Feind des Sozialismus. Niemand hat allerdings so viel zur Vernichtung des Sozialismus in der UdSSR getan, wie Nikita Chruschtschow.
Berija fiel knapp vier Monate und Malenkow, Molotow und Kaganowitsch fielen knapp vier Jahre nach dem Tode Stalins. Wer aus der näheren Umgebung Stalins hat nun vom Tod Stalins profitiert? Wer hat sofort, und wer hat für lange Zeit davon profitiert? Die Antwort ist eindeutig: Nikita Chruschtschow. Außer ihm hat wieder einmal der mit Stalin verbundene, egoistische Teil der Partei- und Staatsführung profitiert. Diese "Partei-Clique" wurde nach einigem Erschrecken, das die nuklearen Bedrohung durch die USA hervorgerufen hatte, in dem Bewußtsein bestärkt, daß jetzt auch die Sowjetunion über einen "nuklearen Schild" verfügt. Jetzt waren sie imstande, offen und ungehemmt, herrlich und in Freuden zu leben - Stalin hätte dabei nur gestört. Also, wurde Stalin getötet, wurde er vergiftet. Berija, der es verstand, energisch zu arbeiten, wurde von diesem Gesindel ebensowenig benötigt wie Stalin.
Und Stalin wurde eben nicht von Berija getötet, obwohl das Buch von Abdurachman Awtorchanow "Rätsel des Todes Stalins" den Untertitel hat: "Berijas Verschwörung". Awtorchanow treibt ein provokatorisches Falschspiel, denn natürlich hatte Berija zu der Verschwörung gegen Stalin keinerlei Beziehung. Außer den völlig offensichtlichen Gründen beweist das auch die logische Analyse, die wir nicht zum ersten Mal unternommen haben, aber - was soll man machen!
War Berija der Mörder?
Nehmen wir einmal an, Berija habe die Ermordung Stalins organisiert, nachdem er seine alten Beziehungen zu Ignatjew vom Ministerium für Staatssicherheit verwendet. Doch schon das ist wenig wahrscheinlich! Zuverlässige Leute im Personenschutz des "Ignatjewschen" Ministerium für Staatssicherheit hatte Beriia sieben Jahre nach seinem Abgang aus "den Organen" nicht. Eine Verschwörung gegen das Staatsoberhaupt kann nur dann irgendeine Chance haben, wenn sich der vollberechtigte Chef des Sonderdienstes damit befaßt. Und nur er kann das alles auf die sicherste Weise vorbereiten: er kann allmählich die erforderlichen künftigen Vollstrecker mit entsprechenden persönlichen, biographischen und dienstlichen Daten auswählen, sie dann prüfen und an allen notwendigen Punkten aufstellen, und die Stalin und seiner Sache ergebenen Kader durch sie ersetzen. Der Freund Chruschtschows, der Minister der Staatssicherheit und Abteilungsleiter des Personenschutzes des Ministeriums für Staatssicherheit, Ignatjew, hatte in diesem Sinn im Vergleich zu Berija unbeschränkte Möglichkeiten. Sogar Leonid Mletschin mußte akzeptieren, daß Berija im Ministerium für Staatssicherheit nicht die Macht hatte, um Kaderauswahl des Personenschutzes für Stalin zu beeinflussen.
Doch wie gesagt - wir nehmen es einmal an! Nehmen wir also an, daß die Ignatjew unterstellten Kader den "Auftrag" Beriias erfüllt hätten. Stalin ist tot, und Berija bekommt nun das vereinigte Ministerium für Innere Angelegenheiten in seine Hände. Jetzt wären also die Kader Ignatjews, die Stalin "im Auftrag" Beriias beseitigt hätten, Berijas Kader. Wenn Berija - wie seine Hasser behaupten - angeblich die Machtergreifung angestrebt habe, so hat er nun diejenigen Wachleute zur Verfügung, die Stalin beseitigt und sich mit der Ermordung des Staatsoberhauptes die Finger schmutzig gemacht haben. Warum sollte er sie also nicht zum "Schutz", sagen wir, von Chruschtschow oder Malenkow "abgeben"?
Berija ist also - nach diesem N. Dobrjucha - ein Verbrecher, der Stalin ungestraft getötet hat! Und die Straflosigkeit ermuntert und erhitzt … Nachdem er nun einen erfolgreichen Schritt unternommen hat, sollte sich Berija also beeilen und den nächsten Schritt tun - denn das Eisen soll man schmieden, solange es heiß ist! Und dabei muß sich Berija sehr umsichtig verhalten, das heißt: nichts tun, um seine Kollegen zu erzürnen, und insbesondere, keine Initiativen unternehmen, die sie aufregen oder verärgern.
Doch Berija benimmt sich gerade entgegengesetzt, wie sich ein Verschwörer verhalten sollte. Er sprüht vor den Ideen und Vorschlägen, mischt sich energisch und konstruktiv in die Wirtschaft, in die Außenpolitik, in die innere nationale Politik ein, aber er mischt sich öffentlich ein, indem er Vorschläge ins ZK einbringt! Und jedesmal sind seine Vorschläge so begründet, daß man sie übernehmen muß! Wahrlich - ein perfekter "Verschwörer"! Er sorgt sich um die Beseitigung neuer "tödlicher Krankheiten", er liquidiert die Gulags und die Paßbeschränkungen für Hunderttausende Menschen, er bemüht sich um Projekte republikanischer Auszeichnungen für die Kulturschaffenden der Unionsrepubliken u.ä.
Und zum krönenden Abschluß all dessen führt einen ZK-Beschluß herbei über den Verzicht der Dekoration von Gebäuden zu Feiertagen und auf Demonstrationen mit den Porträts der Staatsführung… Kaum war Berija verhaftet, wurde dieser Beschluß wieder aufgehoben.
"Der Dummkopf"
Ganz anders zeigt sich das Verhalten des "Dummkopfs" Chruschtschow. Wenn man seine Spuren verfolgt, so stimmen sie mit dem Schema der Verschwörung völlig überein.
Der erste Schritt - Stalin ist beseitigt. Man konnte ihn nur physisch beseitigen - politisch war er unerschütterlich. Chruschtschow sitzt "auf dem hohen Roß", aber bis jetzt verhält er sich still und führt keine "Reiterkunststücke" vor.
Der zweite Schritt - Berija ist politisch diskreditiert und physisch beseitigt. Dabei gelang es, durch ihre Beteiligung, fast die gesamte Partei- und Staatsspitze der UdSSR zu besudeln.[7]
Der dritte zerstörende Schritt Chruschtschows war der ??. Parteitag mit seiner politischen Diskreditierung Stalins und des tatsächlichen Schaffens Stalins, und das war die Sache des Neuaufbaus der sozialistischen Gesellschaft in Rußland, der Schaffung von allseitig gebildeter, entwickelter, und deshalb freier Menschen.
Der vierte Schritt war die politische Beseitigung des "Stalinkernes" in der obersten Führung des Landes: Molotows, Malenkows und Kaganowitschs im Jahre 1957.
Der fünfte und letzte Schritt, der unmittelbar von Chruschtschow unternommen wurde, war die Neutralisierung der inkonsequenten Reste des "Kerns": Bulganins, Woroschilows, Perwuchins, Saburows und schließlich die "Zähmung" Mikojans…
Heute kann man erkennen, daß diese "Kette", die durch eine Reihe neuer "Glieder" ergänzt wurde, uns zu den Beloweschsker Abkommen von 1991 geführt hat, lückenlos und wirksam aufgebaut wurde.
Konnte Chruschtschow, dieser wenig kluge, nur schlaue und zugleich böse, rachsüchtige, selbstherrliche und nicht allzu fähige Mensch diesen weitreichenden Algorithmus nicht verstehen, die Perspektive nicht erkennen? Er war der Mensch, welcher zur Personifikation des trüben Begriffes "Voluntarismus" wurde. Nein - diese kluge Reihenfolge der miteinander eisern verketteten Schritte konnte Nikita Sergejewitsch selbständig nicht in den Kopf kommen. Dazu war Chruschtschow kein bewußter Feind des Sozialismus. Chruschtschow wurde blindlings und ohne sein Wissen als "sehr geehrter Nikita Sergejewitsch" zum Totengräber der Sache Lenins, Stalins, des Schaffens von Millionen Bürger der UdSSR gemacht. Er wollte er sich nur auf dem Gipfel der Macht festhalten, sich später an Stalin rächen und Stalin verdunkeln. Wenn Berija in der nachstalinschen UdSSR in der Parteiführung verblieben wäre, hätte Chruschtschow das nicht tun können, oder genauer gesagt, mit Berija hätte der egoistische und sich zur "fünften Kolonne" formierende Teil der Parteinomenklatur ins Gebäude der UdSSR nicht jene Systemminen verbringen können, die seit jenen Abenteuern des Neulands den Sozialismus allmählich von innen her sprengen sollten.
Ich schrieb schon viel über Berija, und wie mir scheint, verstehe ich jetzt auch gut seine Natur. Berija war der Sache des Aufbaus eines starken sozialistischen Rußlands schon deshalb ergeben, weil nur in einer solchen "Supergesellschaft", wie es die Sowjetunion ist, die Fähigkeiten Berijas als eines wirksamen Verwalters vollständig zur Geltung kommen konnten. Und Berija war, wie jeder beliebige aktive Mensch, daran interessiert, große Taten zu vollbringen! Das macht uns Chruschtschow und seine Resolutionen nicht verständlicher.
Quelle:
kommunisten-online
Anmerkungen:
[1] Auf Initiative Stalins fand vom 3.-12. April 1952 in Moskau eine internationale Wirtschaftskonferenz statt, an der sich 680 Fachleute, Minister und Wirtschaftsexperten aus 49 Ländern beteiligten.
siehe: http://sascha313.blog.de/2013/12/02/sowjetischer-rubel-anstatt-dollar-17184848/
[2] Stalin beabsichtigte, dem Politbüro die unmittelbare Verantwortung für wirtschaftliche Entscheidungen zu entziehen, Partei- und Wirtschaftsfunktionen voneinander zu trennen, d.h. die Einmischung von Parteifunktionären in wirtschaftliche Angelegenheiten zu unterbinden - was Chruschtschow dann rückgängig machte.
[3] Chruschtschow gehörte zu denjenigen, auf deren Konto in den 30er Jahren die meisten Erschießungen im Rahmen der ‚Repressalien' kamen. Mehrfach handelte er auch während des Großen Vaterländischen Krieges hinter dem Rücken und entgegen den Weisungen des Obersten Befehlshabers
[4]unter einer Trojka versteht man in Rußland ein Pferdegespann mit drei Pferden
[5] Mingrel - Bezeichnung für eine ostgrusinische ethnische Minderheit (L.P. Berija war Grusinier)
[6] …und natürlich profitierten von der Ermordung Stalins in erster Linie die USA und die Westmächte!
[7] Übrigens auf dem Juli-Plenum des ZK 1953, das nach der Verhaftung Berijas stattfand, gelang es nicht nur nicht, die Hunde auf Berija zu hetzen, sondern Chruschtschow wagte es auch nicht, ihm die Ermordung Stalins "anzuhängen". Dabei wäre das doch für Chruschtschow ein bequemer Anlaß gewesen, Berija zu beschuldigen! Statt dessen herrschte völliges Schweigen. Es ist klar warum: das Thema war ja sehr ja rutschig, und es wäre für den echten Verbrecher - nämlich Chruschtschows - sehr gefährlich gewesen, es aufzugreifen.


Was ist materialistische Dialektik?
In der DDR gehörte die wissenschaftliche Weltanschauung zu den Grundkenntnissen eines jeden Schülers und Studenten. Sie war Bestandteil des Staatsbürgerkunde-Unterrichts in der 10.Klasse, und sie wurde den Mitgliedern der FDJ auch in FDJ-Studienjahr beigebracht. Ohne diese Kenntnisse ist der Mensch heute nicht mehr in der Lage die komplizierten gesellschaftlichen Verhältnisse zu verstehen, geschweige denn einen klaren politischen Standpunkt zu entwickeln. Er wird immer den Einflüssen der bürgerlichen Ideologie unterliegen. Um aber die Gesellschaft verändern zu können, muß vor allem die Arbeiterklasse imstande sein, die Zusammenhänge und die Dialektik der gesellschaftlichen Entwicklung zu begreifen.
Warum heißt es „dialektischer und historischer Materialismus“?
Der marxistische Materialismus unterscheidet sich ganz wesentlich von früheren Formen des Materialismus. Seine neue Qualität besteht vor allem darin, daß er nicht nur die Natur, sondern auch die Gesellschaft und ihre Geschichte materialistisch erklärt. Dazu bedurfte es allerdings der Vereinigung von Materialismus und Dialektik. Erst dadurch konnte der dialektische Materialismus begründet werden. Es war eines der größten philosophischen Verdienste von Marx und Engels, daß sie die Dialektik mit dem Materialismus verbanden, den Materialismus weiterentwickelten und die Dialektik auf eine materialistische Grundlage stellten.
Was verstehen wir unter Dialektik?
Die Dialektik ist eine bestimmte Denkweise, die im Verlaufe der ganzen Geschichte des menschlichen Denkens entwickelt und zu immer größerer Vollkommenheit ausgebildet worden ist. Die marxistische Dialektik bildet nur ihre höchste Entwicklungsstufe, in der die Dialektik zugleich als wissenschaftliche Theorie ausgearbeitet und die dialektische Denkweise und Methode wissenschaftliche begründet ist. Die Gegner des Marxismus-Leninismus stellen die Sache oft so hin, als sei die Dialektik eine Art Trickkiste, mit deren Hilfe man alles mögliche beweisen könne, heute dies, morgen das Gegenteil davon usw.
Wie entstand das dialektische Denken?
Als naturwüchsig-naive Anschauung und Denkweise finden wir die Dialektik bereits in der alten chinesischen Philosophie. In der antiken griechischen Philosophie wurde sie entscheidend weiterentwickelt. Die griechischen Philosophen verstanden unter Dialektik zunächst ein Verfahren, durch Rede und Gegenrede zur Wahrheit zu gelangen, und zugleich auch eine allgemeine Anschauung der Welt und Denkweise. Was war für diese Denkweise charakteristisch? Sie betrachtete die Welt als ein einheitliches Ganzes, als einen Kosmos, der sich in ewiger Bewegung und Entwicklung befindet. „Bei den Griechen – eben weil sie noch nicht zur Zergliederung, zur Analyse der Natur fortgeschritten waren – wird die Natur noch als Ganzes, im ganzen und großen angeschaut.
Der Gesamt-zusammenhang der Naturerscheinungen wird nicht im einzelnen nachgewiesen, er ist den Griechen Resultat der unmittelbaren Anschauung. Darin liegt die Unzulänglichkeit der griechischen Philosophie, derentwegen sie später andren Anschauungs-weisen hat weichen müssen. Darin liegt aber auch ihre Überlegenheit gegenüber allen ihren metaphysischen Gegnern.“ [1] In diesen Worten charakterisierte Friedrich Engels die Dialektik der alten griechischen Philosophen, die „alle geborene, naturwüchsige Dialektiker“ waren, und weist auf eine andere, entgegengesetzte Denkweise hin.
 
Die sieben freien Künste (Grammatik, Dialektik,
Rhetorik, Arithmetik, Astronomie, Musik und Geometrie)
Die metaphysische Denkweise
Nun waren diese dialektische Auffassung des Weltganzen und die dialektische Denkweise zwar im Grunde richtig, aber sie waren noch weitgehend spekulativ, denn die Philosophen dieser Zeit konnten sich noch nicht auf die detaillierte Kenntnis der einzelnen Zusammenhänge, Bewegungs- und Entwicklungsprozesse in Natur und Gesellschaft stützen. Diese Zusammenhänge wurden erst von den später aufkommenden Naturwissenschaften und den Gesellschaftswissenschaften untersucht. Bei Erforschung der Natur mußten die Naturwissenschaftler die Gegenstände isolieren, für sich betrachten und in einzelne Elemente zerlegen.
Dieses notwendige Vorgehen der Naturwissenschaft hat aber, wie Engels bemerkte, auch „die Gewohnheit hinterlassen, die Naturdinge und Naturvorgänge in ihrer Vereinzelung außerhalb des großen Gesamtzusammenhangs aufzufassen; daher nicht in ihrer Bewegung, sondern in ihrem Stillstand, nicht als wesentlich veränderliche, sondern als feste Bestände, nicht in ihrem Leben, sondern in ihrem Tod. Und indem, wie dies durch Bacon und Locke geschah, diese Anschauungsweise aus der Naturwissenschaft sich in die Philosophie übertrug, schuf sie die spezifische Borniertheit der letzten Jahrhunderte, die metaphysische Denkweise.“ [2]
Warum ist die metaphysische Denkweise unwissenschaftlich?
Die Metaphysik, diese der Dialektik entgegengesetzte Denkweise, entwickelte sich vor allem, als sich die Wissenschaften noch in der sammelnden und klassifizierenden Periode befanden, im 17. und 18. Jahrhundert. In dieser Zeit hatte die Metaphysik ihre historische Berechtigung, denn es kam in erster Linie darauf an, die Einzeltatsachen sammeln, zu analysieren und zu klassifizieren. Aber in dem Maße, wie Wissenschaften zur Ordnung, Zusammenfassung und Verallgemeinerung des Materials übergingen und immer klarer die Zusammenhänge und Übergänge zwischen den verschiedenen Bereichen der Natur und des Wissens erkannten, wurde die metaphysische Denkweise zu einem Hemmnis des wissenschaftlichen Fortschritts, sie wurde reaktionär.
Hegel war ein dialektisch denkender Philosoph
Auch in der Zeit der Vorherrschaft der metaphysischen Denkweise wurden wichtige Elemente des dialektischen Denkens von verschiedenen Pholosophen bewahrt und entwickelt. In umfassender Weise wurde die Dialektik allerdings erst wieder in der klassischen deutschen Philosophie, insbesondere durch Hegel ausgearbeitet. Hegels Dialektik ist eine idealistische Konstruktion und doch keine weltfremde Spekulation, denn Hegel hat in ihr das Wissen seiner Zeit philosophisch verarbeitet. Deshalb steckt in seiner Dialektik trotz der idealistischen Form ein sehr realer Inhalt. In ihr sind wesentliche dialektische Züge, Zusammenhänge, Entwicklungsprozesse und Gesetzmäßigkeiten erfaßt und formuliert, wenn auch in einer verkehrten Form.
Marx und Engels schufen die materialistische Dialektik
 Friedrich Engels und Karl Marx
Marx und Engels haben, von Hegels Dialektik ausgehend, die materialisti¬sche Dialektik geschaffen. Sie wiesen nach, daß die dialektischen Zusammenhänge und Gesetze nicht geistiger Natur sind, sondern in der materiellen Welt selbst existieren. Es sind objektive Zusammenhange und Gesetze der Natur und der Gesellschaft, und diese werden im dialektischen Denken wider¬gespiegelt, erkannt und begrifflich formuliert. Damit stellten Marx und Engels die Dialektik auf eine materialistische Grundlage und arbeiteten sie – in untrennbarer Verbindung mit den Prinzipien des Materialismus – zur umfassenden Theorie vom allgemeinen Zusammenhang und von der Entwicklung der Welt aus. Die idealistische Verkehrung der Dialektik wurde beseitigt.
Hegels Dialektik wurde „vom Kopf auf die Füße gestellt“
„Wir faßten die Begriffe unsres Kopfs wieder materialistisch als die wirklichen Dinge, statt die wirklichen Dinge als Abbilder dieser oder jener Stufe des absoluten Begriffs. Damit reduzierte sich die Dialektik auf die Wissenschaft von den allgemeinen Gesetzen der Bewegung, sowohl der äußern Welt wie des menschlichen Denkens – zwei Reihen von Gesetzen, die der Sache nach identisch, dem Ausdruck nach aber insofern verschieden sind, als menschliche Kopf sie mit Bewußtsein anwenden kann. ..Damit aber die Begriffsdialektik selbst nur der bewußte Reflex der dialektischen Bewegung der wirklichen Welt, und damit wurde die Hegelsche Dialektik auf den Kopf, oder vielmehr vom Kopf, auf dem sie stand, wieder auf die Füße gestellt.“ [3] In diesen Worten beschreibt Engels den Prozeß der materialistischen Neubegründung der Dialektik.
Quelle:
Erich Hahn/Alfred Kosing: Marxistisch-leninistische Philosophie geschrieben für die Jugend, Dietz Verlag Berlin, 1978, S.51ff. (Studienjahr der FDJ)
Zitate:
[1] Friedrich Engels: Alte Vorrede zum „Anti-Dührung“. Über die Dialektik, In: Marx/Engels, Werke, Bd.20, S.333
[2] Friedrich Engels: Herrn Eugen Dührings Umwälzung der Wissenschaft („Anti-Dühring“). In: Marx/Engels, Werke, Bd.20, S.20
[3] Friedrich Engels: Ludwig Feuerbach und der Ausgang der klassischen deutschen iilosophie. In: Marx/Engels, Werke, Bd.21, S.292/293.
Die Kenntnis der materialistischen Dialektik hat große Bedeutung für die Arbeiterklasse und die anderen Werktätigen, denn sie macht ihnen verständlich, wie sie sich verhalten müssen, um den Kapitalismus durch die revolutionäre Lösung der ihm eigenen Widersprüche zu überwinden und eine sozialistische Gesllschaft zu errichten.
Definitionen:
Die materialistische Dialektik ist die Wissenschaft von den allgemeinsten Bewegungs- und Entwicklungsgesetzen der Natur, der Gesellschaft und des Denkens. Die Dialektik erklärt, wie die Entwicklungsformen der Materie miteinander zusammenhängen, wie sie miteinander in Wechselwirkung stehen und wie sie durch diesen Zusammenhang und diese Wechsel-wirkung die Entwicklung hervorbringen. Wir müssen uns also, um die Entwicklung zu verstehen, den allgemeinen Gesetzen zuwenden, die allen Entwicklungsformen der Materie (folglich also auch der Gesellschaft) eigen sind. Es gibt verschiedenartige Zusammenhänge (z.B. kausale Zusammenhänge), es gibt Gesetzmäßigkeiten, und es gibt Gesetze.
Die drei dialektischen Grundgesetze aber sollte man unbedingt kennen:
(1) Das Gesetz vom Umschlagen quantitativer Veränderungen in qualitative (und umgek.)
(2) Das Gesetz von der Einheit und dem Kampf der Gegensätze*
(3) Das Gesetz von der Negation der Negation
*Das zweite Gesetz wird auch als das „Gesetz vom Widerspruch“ (Lenin) bezeichnet. Der Widerspruch ist die Triebkraft jeder Entwicklung. Der Hauptwiderspruch im Kapitalismus zwischen gesellschaftlicher Produktion und privatkapitalistischer Aneigung ist z.B. ein ‚antagonistischer Widerspruch‘ – ein Widerspruch also, der innerhalb der kapitalistischen Gesellschaft nicht lösbar ist. Die daraus resultierende Entwicklung kann nur in der Zerschlagung des Kapitalismus und der Errichtung der sozialistischen Gesellschaftsordnung bestehen, in der das Privatigentum an den Produktionsmitteln (schrittweise) abgeschafft wird. (Siehe auch: kommunisten-online)
Unter Materialismus versteht man die dem Idealismus entgegengesetzte Grundrichtung der Philosophie. Er umfaßt alle Weltanschauungen und philosophischen Auffassungen, die im Gegensatz zum Idealismus davon ausgehen, daß die Materie gegenüber dem Bewußtsein das Primäre, das Grundlegende, das Bestimmende ist. Der Materialismus ist die Absage an alle religiös-mythologischen Erklärungen, welche die Welt (und alles was existiert) auf das Wirken übernatürlicher Kräfte zurückzuführen versucht.
Der philosophische Idealismus ist die Bezeichnung für alle philosophischen Systeme und Anschauungen, die das Bewußtsein (gleichgültig in welcher Form) für das Primäre, das Grundlegende, das Bestimmende gegenüber der Materie betrachten. „Der philosophische Idealismus ist nur Unsinn vom Standpunkt des groben, einfachen, metaphysischen Materialismus. Dagegen ist der philosophische Idealismus vom Standpunkt des dialektischenMaterialismus eine einseitige, überschwengliche, ‚übertriebene‘ (Dietzgen) Entwicklung einer der Seiten der Erkenntnis … Idealismus ist Pfaffentum.“
Lenin: Zur Frage der Dialektik. (pdf-Datei) Quelle: W.I.Lenin, Werke, Bd.38, S.338-344.

CONTINUA
Regresar